Pese a que la asistencia sanitaria que se ofrece en España es muy segura, según la coordinadora en el Programa de Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Itziar Larizgoitia, esta experta aboga por el desarrollo de una cultura de seguridad para mejorar el servicio a los pacientes, según puso de manifiesto durante la conferencia que pronunció ayer miércoles en la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, dentro del programa Encuentros con la Salud
Bilbao, 9 de febrero 2012 (medicosypacientes.com)
Pese a que la asistencia sanitaria que se ofrece en España es muy segura, según la coordinadora en el Programa de Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Itziar Larizgoitia, esta experta aboga por el desarrollo de una cultura de seguridad para mejorar el servicio a los pacientes, según puso de manifiesto durante la conferencia que pronunció ayer miércoles en la Biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, dentro del programa Encuentros con la Salud.
Según explicó, la seguridad de una institución se mide en función de los mecanismos de vigilancia que se hayan implantado, y en que no sólo ayuden a prevenir los errores, sino que además, de producirse, permitan obtener siempre un aprendizaje para una mejora continua, asegura la especialista seguridad del paciente. Sin embargo, como lamentó, “en el sector sanitario los sistemas de notificación son aún muy incipientes, en parte porque es necesario que haya marcos legales que protejan la notificación”.
La Dra. Larizgoitia incidió en que se deben también tener en cuenta las quejas y sugerencias de los pacientes y, en general, las historias y testimonios de los pacientes que han sufrido incidentes. “Éstas son importantísimas para identificar errores e intentar diseñar soluciones que contemplen la idiosincrasia y necesidades de los pacientes”, desde su punto de vista. En este aspecto, aseguró que hay sólo en torno a un 10% de pacientes hospitalizados que pueden sufrir un suceso adverso que le suponga algún daño o una prolongación de su estancia.
Hacia una cultura de seguridad
Ante un posible error humano, la Dra. Larizgoitia indicó que, en primer lugar, “es necesario reconocer el problema con transparencia, lo que implica reconocer los problemas cuando ocurren, ante los pacientes y ante los profesionales”.
La experta dijo, en segundo lugar, que se están desarrollando buenas prácticas o prácticas seguras para solucionar problemas que conviene incorporar, como ya se va haciendo. En este aspecto, aseguró que la tecnología es un aliado importantísimo para, por ejemplo, las prescripciones electrónicas o los sistemas de códigos de barras para la identificación de productos. Sin embargo, consideró que “no es suficiente para solucionar todos los problemas ligados a los errores en la prescripción o de identificación de medicamentos”.
En tercer lugar, señaló como necesario formar al personal sanitario en los aspectos principales de la seguridad, aunque asegura que lo más importante es desarrollar una cultura de seguridad.
Los aspectos esenciales de una buena cultura de seguridad pasan, a su juicio, por: reconocer el problema; querer aprender de los errores para mejorar, lo que lleva a identificar activamente errores, problemas o riesgo de errores y de problemas, y a analizarlos; querer identificar soluciones y aplicarlas; desarrollar liderazgo en cada profesional por la seguridad; y fortalecer el trabajo en equipo, incluyendo a los cuadros directivos de las instituciones, quienes juegan un papel fundamental posicionando la seguridad como uno de los objetivos del centro, incluyendo a los pacientes en el análisis de problemas y de soluciones.
“La ausencia de una cultura de seguridad es muy gravosa para los profesionales que se ven envueltos en un incidente porque son culpabilizados”, aseguró la Dra. Larizgoitia.
“Los avances médicos han conseguido que actualmente nuestro sistema sanitario sea capaz de conseguir logros impensables solo hace unos años”, según la Dra. Larizgoitia. Sin embargo, añadió, debido a la complejidad que suponen dichos avances y a la imperfección humana, es posible que alguno de los elementos o de las interacciones entre ellos falle en ocasiones. Ante ello, esta experta propuso el desarrollo de sistemas de notificación voluntaria cuando ocurren incidentes, independientemente de si afectan o no al paciente. “Esto último se efectúa en otras industrias donde se cuida mucho la seguridad, como en el sector de la aviación o de la energía, es de gran importancia y utilidad, ya que permite identificar problemas y aprender de ellos”, concluyó la coordinadora de la OMS.
