Existe un colectivo institucionalizado que supera los 80 años que crece a un ritmo de 3,9 por ciento anual. No obstante, este experto señaló también que el 73 por ciento de las personas mayores toma más de cinco medicamentos o fármacos al día y el 50 por ciento consume habitualmente antihipertensivos, antiinflamatorios o ansiolíticos
Madrid 21 de septiembre 2009 (medicosypacientes.com)
La esperanza de vida en España es la más alta de Europa debido a que “existe un colectivo institucionalizado que supera los 80 años que crece a un ritmo de 3,9 por ciento anual”, según afirmó el catedrático de Fisiología de la Universidad de Murcia, Salvador Zamora, durante la clausura del Máster Europeo en Alimentación, Nutrición y Metabolismo de la Universidad de Navarra y el Instituto Tomás Pascual.
No obstante, este experto señaló también que “el 73 por ciento de las personas mayores toma más de cinco medicamentos o fármacos al día y el 50 por ciento consume habitualmente antihipertensivos, antiinflamatorios o ansiolíticos”.
Asimismo, “en el área mediterránea, el 58 por ciento de las personas de más de 80 años no tiene niveles adecuados de vitamina D”, apuntó Zamora.
En este sentido, “el envejecimiento produce que la superficie global del intestino vaya disminuyendo y la motilidad intestinal también, lo cual justifica la presencia del estreñimiento, algo muy común en las personas mayores”, señaló.
Por otra parte, Salvador Zamora se refirió a la importancia de mantenerse físicamente activo siempre y, especialmente, a una edad avanzada. “Hacer ejercicio evita y regenera las pérdidas de tejido muscular y tejido óseo en personas de edad avanzada”, aseguró.
“No se trata de ir al gimnasio”, añadió este experto, “basta con caminar, bailar o subir algunas escaleras”. “Para aquellos mayores que no puedan caminar, es recomendable que hagan el movimiento de la máquina de coser (apoyar el talón y moverlo hacia delante y hacia atrás) o que giren sus muñecas mientras sostienen algún objeto”, explicó.
Según Salvador Zamora, “estos ejercicios permiten pequeños avances en la autonomía individual que producen grandes satisfacciones, como poder levantarse de una silla con el impulso de los propios brazos”.
