Reclaman poner en marcha cuantas medidas sean necesarias para que las personas mayores puedan hacer un mayor y mejor uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. La diferencia entre los mayores españoles y los de otros países europeos de nuestro entorno es aún muy grande
Bilbao, 18 de junio 2009 (medicosypacientes.com)
Para los expertos, es una realidad innegable: “En España la brecha digital entre las personas mayores sigue siendo enorme en comparación con otros países europeos. Para que este colectivo se pueda beneficiar de la inmensa innovación tecnológica que se está desarrollando actualmente, se debe hacer un mayor esfuerzo y lograr la inclusión digital”. Bajo este concepto, Fernando Gómez, médico geriatra, alude a todo un conjunto de medidas destinadas a que las personas mayores puedan hacer un mayor y mejor uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
En 2006, 34 países europeos, entre ellos España, presentaron una declaración de principios en Riga (Letonia) abogando por una Sociedad de la Información Inclusiva. “De este modo, se pretende cambiar la tradicional pasividad que la tecnología ha tenido con respecto al envejecimiento y el interés económico que ha despertado las necesidades de los millones de potenciales usuarios mayores”.
Según este experto, “la ?inclusión? se traduce en un mayor y mejor acceso a la información y tecnología de la comunicación que abra la puerta al uso de teléfonos móviles, ordenadores, Internet y dispositivos similares para la implementación de servicios como la teleasistencia, televigilancia, domótica, telemedicina, etc”.
Gómez Busto incide en que el diseño de los dispositivos debe acomodarse más a las características de las personas mayores. “Por ejemplo, pantallas con información a tamaño bien visible, sonidos audibles por los mayores, teclado ergonómico y menús más sencillos. De este modo se acomodarán mejor a los problemas sensoriales y articulares tan frecuentes en el mayor”.
Por otro lado, ante la propuesta del Gobierno de España de dotar con ordenadores a los escolares, el experto considera que, “además de positiva, es un ejemplo de la brecha digital existente entre generaciones, ya que en el caso de los mayores hay que empezar por la formación y las facilidades en el acceso”.
Más tecnología, más tiempo en casa
Este especialista indica que el desarrollo de la tecnología aplicada a las personas mayores se traduce en varias ventajas: “gracias a los nuevos avances tecnológicos se aumenta la calidad de vida del mayor dentro de su hogar y se promueve un envejecimiento más activo”.
Sin embargo, la tecnología también tiene un efecto en la sanidad de enorme relevancia: “Ya se están implementando proyectos en los que la persona mayor, a través de diversos dispositivos y con la adecuada formación, controla diversos aspectos clave de su salud en su propio domicilio, como pueden ser la tensión o la glucemia. Luego estos datos son transmitidos al sistema sanitario, donde son adecuadamente tramitados, bien sea por los especialistas, atención primaria o servicios de urgencias. De este modo, el mayor vive en su propio domicilio y en su propio entorno, con unos cuidados y control adecuados y aumentando su calidad de vida”.
Asimismo, el hogar es también el centro de muchas de las innovaciones que se suceden en este campo. “La estancia donde más accidentes domésticos ocurren es el baño, por lo que la distribución de los elementos, los accesos y materiales están empezando a ser diseñados para facilitar la vida del mayor”. También en esta línea, el médico especialista en geriatría y medicina interna expone el progresivo aumento de automatismos dentro del hogar “para incrementar el nivel de seguridad de los mayores que los habitan, con especial atención a la electricidad, agua o gas”. De igual manera, recuerda el empleo de las nuevas tecnologías para facilitar tareas cotidianas, como puede ser hacer la compra a través de Internet.
Robots en la rehabilitación
Aunque no es posible sustituir la figura de los profesionales sanitarios dedicados a la rehabilitación motora del mayor, Gómez Busto ha llamado la atención sobre la existencia de “robots que ayudan al mayor en fase de rehabilitación a realizar los movimientos que de forma natural tendría que hacer, contribuyendo así a su recuperación”. Estos robots se emplean principalmente en las extremidades, “para favorecer el restablecimiento de la función de manos y piernas”.
“Actualmente se desarrollan muchos programas que, basados en la innovación tecnológica, buscan mejorar la calidad el envejecimiento, crear entornos más seguros, mejorar los intercambios de información sanitaria, promover un envejecimiento más activo y colaborar en la recuperación de las personas con discapacidades”, conluye el experto.