y uno de ellos debe producirse buscando soluciones para la atención al paciente crónico»
No cabe duda de que la búsqueda de soluciones a la atención del paciente crónico es una necesidad sentida por los principales líderes de opinión en el sector sanitario. Sobre esta cuestión, el presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el doctor Benjamín Abarca, en esta entrevista concedida a «Medicos y Pacientes», confirma que hay organizaciones que ya están reflexionando sobre este problema y comprometidas en hallar soluciones, al tiempo que celebra que una institución que representa a la profesión como la Organización Médica Colegial comience también a ser consciente de ello y a asumir el papel coordinador que le corresponde
Madrid, 18 de enero 2010 (medicosypacientes.com)
Dr. Benjamín Abarca,
presidente de la SEMG.
-¿Cree que la respuesta asistencial que el sistema sanitario está dando al paciente, sobre todo al crónico, está enfocada, hoy por hoy, a procesos integrados y trayectorias pluripatológicas?
-Claramente no, nuestro sistema de salud está diseñado para la atención a procesos agudos, principalmente a nivel hospitalario y aunque a nivel de Atención Primaria se realizaron hace años cambios organizativos orientados a la prevención y promoción de la salud con gestión por patologías o procesos, la presión asistencial, la burocracia desmedida o la ausencia de roles definidos de otros estamentos sanitarios, la mala coordinación con el nivel hospitalario? hizo imposible ese cambio.
-¿Observa que entre los médicos que representa se concede más prestigio a la tecnología, a lo molecular en detrimento de lo profesional?
-Ese sentimiento no se observa entre los profesionales de Primaria, donde todavía la relación médico-paciente, la anamnesis o la exploración clínica siguen siendo pilares fundamentales, pero sí es cierto que en otros niveles asistenciales y, por supuesto, en los pacientes existe una fascinación por la tecnología.
-¿Piensa que los profesionales están influidos por el victimismo, y que es lógico echar toda la culpa de sus males al empleador?
-Es una evidencia que los responsables del sistema de salud no realizan una verdadera política de recursos humanos que, quiero recordar, es, sin duda, el valor más importante de cualquier organización y ello provoca una sensación de no sentirse ?cuidado? por el sistema. Pero también es verdad que la pérdida de esa identidad ?liberal? que debería tener la profesión ha basculado a una identidad funcionarial que ha hecho que lo fácil sea culpabilizar sólo al empleador.
-En su opinión, ¿disfrutan realmente los médicos hoy haciendo Medicina?
-Cuando pueden hacer Medicina yo creo que se disfruta tanto o más que en otras épocas. El problema es que con demasiada frecuencia no hacen aquello para lo que han sido capacitados que no es otra cosa que prevenir, diagnosticar, tratar o, al menos, aliviar a sus pacientes, lo que hacen es burocracia pura y dura, asistencia social ?
-La inercia del profesional resta potencia para llevar a cabo un cambio profundo de roles profesionales, que se precisa, ¿está de acuerdo?
-El único rol que está perfectamente definido en A.P. es el rol del médico. El resto de los profesionales no tienen un rol perfectamente definido, lo que acarrea en muchas ocasiones que cuando hay algo que no está en el terreno concreto de otros profesionales, siempre termina en ese saco sin fondo que es el médico de Primaria.
-La actitud del político, sanitario o no, ¿empeora la situación?
-En la mayoría de las ocasiones, el político tiene una visión a corto plazo lo que le lleva a generar expectativas de difícil cumplimento y a evitar tomas decisiones que, aún sabiendo necesarias, tienen una influencia directa sobre sus votantes. Por ello, es imprescindible un gran pacto político que excluya a la Sanidad de las luchas políticas.
-La principal víctima de este ?maremagnum? sigue siendo el paciente, más que el profesional, o, tal vez, la relación médico-paciente, donde recalan los resultados de todo este tipo de acciones?
-La relación médico-paciente es, sin duda, la principal víctima. Como resultado de ello se derivan consecuencias negativas para la satisfacción profesional del médico y, lo más importante, para la salud de la población.
-Hay nuevas tendencias, nuevas posibilidades, como, por ejemplo, según propugnan ciertos expertos, ?las organizaciones sanitarias integradas?, estrategias compartidas entre ciencia, medicina y sanidad enfocadas a la atención a la cronicidad, ¿tiene conocimiento de ello?
-Sí, algunas organizaciones estamos intentando contribuir a reflexionar sobre la esencia del problema buscando posibles soluciones. Las organizaciones sanitarias integradas están liderando este movimiento y la OMC está comenzando a asumir el papel coordinador que le corresponde. El debate de la atención al paciente crónico debe ir más allá de sus patologías, pues el futuro puede estar en la atención personalizada.
-Un consejero de Sanidad, el del País Vasco, está tratando de implantar y de extender en su sistema de salud un nuevo modelo de atención basado en el paciente crónico ¿considera que puede dar resultado ante la sostenibilidad del sistema y el rearme moral de nuestros profesionales?
-Es evidente que si queremos garantizar la sostenibilidad del sistema son necesarios cambios y uno de ellos debe producirse buscando soluciones para la atención al paciente crónico y ello es especialmente necesario revirtiendo el modelo hospitalario centrado en el paciente agudo.
-En países como el Reino Unido hay un interés creciente por la mejora de la calidad de la atención a los pacientes crónicos. Al parecer, son tres los factores que han influido para dar prioridad en este tema: incremento de las enfermedades crónicas, (giro en los indicadores de la morbilidad); la percepción de que hay que mejorar en la asistencia a este tipo de enfermos; y el sacar adelante el establecimiento de objetivos, en este sentido. ¿Está España preparada para reaccionar de una forma similar?
-Sin duda no le quedara más remedio, pues será obligado si queremos garantizar la sostenibilidad del sistema. Los tres factores que determinan el progresivo aumento del gasto sanitario son: la cobertura universal, la implantación de nuevas tecnologías y, sobre todo, el más importante, el aumento de esperanza de vida de la población, que conlleva un incremento de las enfermedades crónicas, resultando imprescindible plantear diseños organizativos y de gestión de estos procesos.