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Entrevista con el doctor Miquel Vilardell, autor del libro «Ser médico: el arte y el oficio de curar»

«Muchos de los malos actos asistenciales que se realizan son, sobre todo, por una mala información y comunicación entre el paciente y el médico»

Después de casi 40 años de ejercicio como médico, el jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital Vall d?Hebron y vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona, el doctor Miquel Vilardell, ha recopilado, en plena culminación de su trayectoria profesional, todo un conjunto de reflexiones sobre el proceso de formación del médico y el ejercicio de la profesión en una obra bajo el título «Ser médico: el arte y el oficio de curar». En su interior se descubre el peculiar mundo de la Medicina descrito por un médico ?que ha luchado por ser médico?, como reconoce el propio doctor Vilardell, a pesar de lo cual, como asegura a lo largo de esta entrevista «he disfrutado siendo médico y ejerceré siempre de médico»

Madrid, 27 de octubre 2009 (medicosypacientes.com)

Dr. Miquel Vilardell,
vicepresidente del COMB
y jefe del Servicio de
Medicina Interna del
Hospital Vall d?Hebron

-En realidad, ¿qué mensaje ha pretendido transmitir a través de este profundo libro que publica en plena culminación de su trayectoria profesional?

-Uno de los mensajes fundamentales que destacaría es que uno tiene que disfrutar siendo médico y que para ser médico hace falta vocación. Al que le guste esta profesión, que siga ejerciendo para siempre. Si haces bien tu trabajo, al final del camino, sin duda, te sientes bien. Por tanto, la obra se puede sintetizar en una profunda reflexión sobre lo que ha sido mi trayectoria y mi profesión como médico, que creo que ha sido interesante, he pretendido realizar una especie de autoevaluación de lo que ha sido mi vida profesional, con la idea de transmitírsela a los futuros médicos y a las nuevas generaciones de profesionales. En la obra se puede hallar una serie de pautas sobre ciertos temas para los cuáles todavía no hay una solución definitiva.

-¿Cómo definiría su aportación a la Medicina y a todos los ámbitos médicos a los que ha pertenecido hasta ahora?

-Le estoy agradecido a la Medicina española, entre otras cosas, porque me ha permitido trabajar en todos los campos y dar mi opinión en todos los foros. Se puede decir que he recibido mucho de la Medicina. Sobre mis aportaciones a la misma, en cambio, no sabría qué decir. De lo que sí puedo hablar es del extraordinario equipo con el que he trabajado en mi Servicio de Medicina Interna del Hospital Vall d?Hebrón, puesto que uno sólo aporta su granito de arena al igual que los de tu alrededor. El conjunto de ello es lo que hace alcanzar el éxito, es por ello que no creo en individualidades sino en equipos bien estructurados.

-?La Medicina hay que entenderla como un arte y un oficio? según expresa en su obra, ¿cree que esta visión se mantiene hoy en día en las nuevas generaciones de médicos?

-Yo creo que sí se mantiene. Tanto la ciencia como el conocimiento científico han aumentado mucho, lo cual incidiría sobre la parte de oficio, y en cuanto a la parte del arte, entendiendo por ello la interrelación que se establece entre el paciente y el médico, la capacidad por parte de éste para captar la atención del enfermo y ganarse su confianza. Forma parte también del arte el saber estar, el saber ser en un momento determinado. Uno puede poseer muchos conocimientos científicos pero, por otra parte, no saber estar, es decir, no ocuparse del clima que se genera en torno al acto médico. Si no se dominan estos dos aspectos, se hará bien el trabajo pero no se completará bien la faena, porque faltará algo.

– De igual manera, ¿reina el compromiso en la profesión, en general, por hacer Medicina de calidad?

-Los médicos han de trabajar bien, para ello piden estructuras para poder trabajar bien, también quieren que se les valore, y que se les dé capacidad de gestionar el acto clínico porque ellos saben de esto, y que se les valore por su responsabilidad, y por el cumplimiento de objetivos. Si se les valora la responsabilidad, la dedicación, la entrega, cumpliendo los objetivos, los profesionales estarán realmente entregados a las instituciones sanitarias, puesto que disfrutan como médicos y quieren seguir haciendo de médicos. Cuando hablamos de profesionales quemados, el síndrome surge a raíz, sobre todo, de problemas de organización muchas veces, o por falta de autoestima o de carrera profesional, más que por el hecho de ver enfermos, puesto que el que tiene conocimientos y tiene vocación no tiene problema en este campo.

-Y, en su opinión, ¿qué puede pasar si en un momento dado merman las capacidades profesionales?

-Es importante, a mi juicio, mantener las capacidades profesionales, de lo contrario no se puede ejercer de médico, ya que de ser así uno podría perjudicar al paciente que confía en ese profesional. De ahí, que lo importante es tener capacidades, quien tenga que controlar esas capacidades que las controle, y yo creo que ahí juegan un importante papel los Colegios Profesionales en el control de la capacidad y de la calidad del acto médico.

Relación médico-paciente

-Desde su punto de vista, y tal como lo refleja en su libro, ?la buena o mala relación con el paciente tiene que ser analizada por el médico en el momento y rectificar, si es necesario, al instante para mejorar el siguiente acto médico?. Sin duda es una buena clave en la relación médico-paciente, pero ¿tiene constancia de que sea una práctica habitual?

-Cuando el paciente está delante de un profesional es muy importante que la relación sea muy fluida y óptima, y a pesar que en algún momento el enfermo pueda mostrarse muy nervioso, incluso dando pie a algún tipo de disputa, conviene solucionar la situación inmediatamente con una buena información y explicación. Pienso que muchas de las reclamaciones, muchos de los malos actos médicos que se realizan son, sobre todo, por una mala información y comunicación entre el paciente y el médico.

-¿Considera que el éxito profesional tiene que ir ligado a un equilibrio con otros ámbitos de la vida?

-Es tan sencillo de entender como que para establecer un diálogo de interés, para dar una correcta explicación al paciente es imprescindible encontrarse anímicamente bien, y a ello ayuda mucho el soporte familiar y social que posea el médico. Hace falta una culturización global de la persona que se dedica a la Medicina, en ello influye unas vidas familiar y social ricas, puesto que para el profesional es importante además de hacer de médico, vivir la vida y ser solidario con su entorno. De lo contrario, el médico que sólo hace de médico tal vez es un mal médico.

-¿Piensa que las Administraciones ayudan suficientemente a esta conciliación entre la vida personal y la profesional?

-Las organizaciones siempre han de tener presente la política de personal donde prevalezca esta consideración entre familia y trabajo. Las políticas de personal han de ir transformándose progresivamente, igual que con la igualdad de género, igual que con la conciliación global de la vida familiar y social.

-¿Cómo gran experto en docencia universitaria, cómo percibe la problemática generada en torno a la probable devaluación del título de médico, tras la adaptación del Plan Bolonia?

-La carrera de Medicina de 6 años debería dar paso ya directamente al máster, de lo contrario es ir prolongando cada vez más estos estudios y se acorta la vida laboral de nuestros profesionales. Una persona que se forma durante seis años en una Facultad de Medicina tiene que obtener un máster, y acabar con la discriminación de nuestros futuros profesionales con respecto de otros. Lo que no se puede permitir es ?eternizar? ni la formación de pregrado ni la de postgrado hasta llegar a una vida profesional estable. Es importante que esta vida profesional se inicie lo antes posible, teniendo en cuenta que en el caso del médico la formación es constante y continua.

-En un momento determinado de su abultada trayectoria profesional decide involucrarse en la dirección de un Colegio de Médicos, alcanzando una vicepresidencia. Bajo su punto de vista, ¿qué habría que hacer para salvaguardar la colegiación obligatoria?

-Los Colegios profesionales han de velar principalmente por la calidad del acto médico lo que lleva parejo la vigilancia sobre las competencias profesionales para que alcancen un grado óptimo, y a que el paciente se sienta bien tratado por sus médicos. Bajo este punto de vista, sin duda, los Colegios de Médicos son imprescindibles. Ahora bien, si el colegio profesional se inclina más hacia la protección de la carrera laboral, para lo cual ya hay sindicatos que lo hacen muy bien, no estará bien orientado hacia realmente su fin como es hacer más fácil la vida profesional de sus colegiados. En el peor de los casos, si se llegara a liberalizar la colegiación, si el Colegio cumple realmente su fin, estoy seguro de que no habría problemas para que los colegiados siguieran acudiendo. No ocurrirá nada extraordinario si estas entidades ofrecen garantías sobre la vigilancia de la calidad, que la posean los profesionales y que el Colegio les ayude a mantenerla.

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