?El Partido Popular ya se ha pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de la colegiación obligatoria: por garantía del sistema, por garantía de la profesión y porque pensamos que es lo mejor para los ciudadanos»
Han transcurrido más de 10 meses desde que Javier Fernández-Lasquetty tomara el timón de la Consejería de Sanidad de la Comunidad. En este tiempo, y según ha explicado en la entrevista concedida a la Revista OMC, ha tenido la oportunidad de hacerse una idea bastante clara de la situación que atraviesa el sistema sanitario y de la importancia que tiene la profesión médica, y es que como opina ?sin contar con la opinión de los médicos, los responsables sanitarios daríamos más pasos en falso en la Sanidad?. El proyecto de mayor envergadura al que se enfrenta en su comunidad es la gestión de la libre elección de médico tanto en Atención Primaria como Especializada, lo cual, desde su punto de vista, va a contribuir a algo fundamental como es elevar el respeto y el aprecio por la profesión médica.
Madrid, 4 de enero 2011 (medicosypacientes.com)
Javier Fernández-Lasquetty.
-¿Cómo percibe en estos momentos la situación del Sistema Nacional de Salud?
-Tenemos un sistema sanitario extraordinariamente bueno en cuanto a lo que es su razón de ser, es decir, en sus resultados en términos de estado de salud de la población nacional. Pienso que es un sistema excelente y a ello contribuye el trabajo de los médicos. Ahora bien, soporta un problema muy serio de sostenibilidad, derivado de un problema de eficiencia en el uso de los recursos. Los recursos se quedan siempre escasos, en parte, porque no se destinan eficientemente, y eso no es culpa de los médicos ni siquiera, probablemente, de los gestores, sino de que las normas que guían al sistema conducen a una ineficiencia que si nunca fue adecuada, ahora, sencillamente, no nos la podemos permitir no sólo a nivel económico sino tampoco moralmente. Nadie de los que tenemos responsabilidad en Sanidad, desde el profesional médico hasta el gestor de un centro sanitario, pasando por los que tenemos las riendas de las Administraciones autonómicas, y desde luego el Gobierno de la nación, nos podemos permitir moralmente no utilizar bien cada uno de sus euros que nos entregan, para lo que están destinados que es para conseguir los mejores resultados en salud.
-¿Qué sensación hay a nivel autonómico de la situación? ¿piensa que no queda más remedio, ante la situación, que optar por la toma de medidas particulares a nivel de CC AA?
-El que tiene la gran responsabilidad es el Gobierno de la Nación que preside el señor Rodríguez Zapatero. A él le corresponde enviar proyectos de ley al Parlamento y a hacer los correspondientes decretos de desarrollo, que son normas básicas, que es lo que luego configura el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, tenemos un Gobierno que lleva mareando la perdiz desde hace más de seis años y, desde luego, en estos tres últimos años de crisis, sin tomar ninguna decisión específica sobre el sistema sanitario, excepto el recorte de los salarios un 5 por ciento a los funcionarios, entre ellos, los sanitarios, y eso no es manera. Cuanto más tiempo pase el Gobierno de Zapatero sin tomar medidas, más riesgo habrá de medidas dispersas, y unas acertadas y otras no tan acertadas, las que puedan ir surgiendo en las distintas Comunidades Autónomas. La realidad es que esto, en un plazo no demasiado largo, no es sostenible. Por eso, lo que tenemos que preguntarnos no es tanto sobre las consecuencias que tendría a nivel político o a nivel de confrontación esta toma de medidas, sino por las consecuencias que se van a derivar, precisamente, por no tomar medidas.
-De cualquier forma ¿cómo valora algunos de los pasos dados en Comunidades como, por ejemplo, Galicia, el País Vasco, Cantabria,?
-Insisto en que las medias que están adoptando Galicia y otras CC AA, a pesar de tener matices distintos expresan un problema común más allá de valorar aisladamente cada una de ellas, ya que, por una parte, cada una es libre y, por otra parte, es pronto para saber sobre sus efectos porque estamos hablando de cuestiones que requieren precisiones legal, y científico-técnica. Pienso que lo realmente importante es hacer una valoración del porqué están surgiendo ese tipo de iniciativas en estos momentos y no hace cinco o seis años. Pero ahora, o tomamos medidas o el sistema no va a ser sostenible.
-Una de las medidas a las que se están apuntando cada vez más CC AA es la de enviar a los usuarios una ?factura sombra? que refleje el coste de cada proceso asistencial, ¿se va a sumar también su comunidad a ello?
-Es cierto que varias CC AA ya tienen iniciativas en ese sentido, y la Comunidad de Madrid también va a informar a los ciudadanos del coste de los diferentes servicios sanitarios a lo largo de los próximos meses. Estamos comparando lo que se ha hecho en las diferentes autonomías, respecto a una nota informativa o ?factura sombra?, y viendo lo que puede ser más útil y más adecuado para definir nuestro plan de despliegue a lo largo de los próximos meses. No obstante, me alegro de que el propio Partido Socialista para el que, hace unos meses o puede que un año, la palabra ?factura sombra? era gravemente atentatoria contra la equidad del sistema, ahora, por fin, ya esté dispuesto a hablar de ello y llevarlo a cabo.
-Desde su punto de vista, ¿cuál cree que será realmente su utilidad?¿podría llevar parejo un efecto disuasorio para el ciudadano o, acaso, es lo que, en definitiva, desearían las Administraciones sanitarias?
-Creo que es bueno que los ciudadanos sepan que las cosas cuestan dinero, y que no haya esa sensación de falsa gratuidad que existe. Me preocupa seriamente que exista la sensación de que el sistema sanitario cae llovido del cielo, y no es así, sino que sale del bolsillo de los ciudadanos, los cuales tienen que ser muy conscientes de que, por ejemplo, a cada madrileño la atención sanitaria le cuesta 1.125 euros al año, una cantidad de dinero importante. Por tanto, pienso que es positivo que se informe a los ciudadanos sobre los costes para que los valoren y les sirva para racionalizar su comportamiento, si es que es el caso. Es evidente que una ?factura sombra?, por ejemplo, sobre un tratamiento de un ictus no puede tener ningún carácter disuasorio, pero sí es bueno que el usuario conozca su coste, como también lo es que en otros tipos de asistencia sanitaria los ciudadanos sean conscientes de que cada vez que van al médico o cada vez que reciben una determinada prestación tiene un coste y que ellos mismos valoren hasta qué punto eso contribuye a mejorar su estado de salud. Sin duda, es una reflexión sana y cívica.
-En este punto de la entrevista, resulta ineludible preguntarle por su postura ante el copago,?
-En primer lugar, resulta plausible que, por fin, se pueda hablar de reformas en el ámbito de la Sanidad en esta dirección del copago, que va en la dirección de lo que hacen muchos otros países europeos, con estados de bienestar muy desarrollados desde hace muchos años. En segundo lugar, he de decir respecto a este tema que es el Gobierno de la Nación el que tiene el deber y la responsabilidad de proponer propuestas en ese o en otros sentidos y ponerlas encima de la mesa. Nosotros, como Comunidad de Madrid, estaremos muy dispuestos a dialogar sobre ello, a valorarlo y a analizarlo siempre que sea sin prejuicios a priori. Estamos abiertos a ?vamos a verlo? siempre y cuando el Gobierno lo ponga encima de la mesa.
-¿Cree que con Leire Pajín al frente del Ministerio de Sanidad se acabará ?poniendo sobre la mesa? éste y otros temas que preocupan en estos momentos?
-Conozco a la actual ministra de cuando era responsable de cooperación y yo lo era de la Comunidad de Madrid y le he deseado que tenga aciertos porque serán buenos para todos, para España y para nuestro sistema sanitario. Le he ofrecido toda la voluntad por parte de la Comunidad de Madrid para respaldarla si plantea medidas que vayan en el sentido de los aciertos. Ésa es su responsabilidad y vamos a ver cuál es el camino que toma. Es nuestro deseo que tome un rumbo bien definido y con voluntad de hacer cosas, de tomar medidas reales y no con voluntad de hacer propaganda.
-¿Piensa que el nuevo giro dado en el Ministerio de Sanidad contribuirá a la consecución del anhelado Pacto por la Sanidad? ¿Cuál es el clima de trabajo, en este sentido, en el seno del Consejo Interterritorial?
-Considero que los acuerdos adoptados en el CISNS del pasado 18 de marzo eran una buena declaración de intenciones, hubiera sido un buen punto de partida al que tendría que haber sucedido una batería de propuestas concretas por parte del Gobierno. Es algo que podría haber dado muy buenos frutos, a lo que el PP estaba muy dispuesto y que hubieran podido conducir a propuestas del estilo de las del Pacto de Toledo sobre las pensiones, en los años 90.
RECURSOS HUMANOS
Momento de la entrevista con el
consejero de Sanidad de Madrid.
-Han transcurrido ya 10 meses desde su llegada a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Entre las medidas adoptadas más llamativas cabe destacar la implantación del Área Única y de la libre elección de médico de A. P. y de especialista ¿Cómo está resultando la experiencia, sobre todo entre los profesionales?
-La presidenta del Gobierno madrileño, Esperanza Aguirre, me recomendó el día de mi toma de posesión que hablara mucho con los médicos, que tuviera mucho contacto y que les pidiera opinión, una recomendación, sin duda, que estoy llevando a la práctica desde que he llegado a la Consejería. Así, antes de que entrara en vigor la libre elección y para su desarrollo final mantuve reuniones con todos los directores de centros de salud de Madrid, y lo mismo con los jefes de servicios de los Hospitales de Madrid, agrupados por especialidades, para escuchar su opinión, sus sugerencias, valoraciones. Me parece que es la mejor manera de sustituir la tergiversación y la propaganda, por la realidad y, además, aprovechar para sondear su opinión y obtener su participación y aportación. Todo ha funcionado con mucha naturalidad, con mucha normalidad y con mucha profesionalidad por parte de nuestros facultativos, que, una vez más, han vuelto a demostrar y acreditar que son unos magníficos profesionales y que trabajan muy bien.
-¿Podría explicarnos cómo repercute esta medida en los médicos madrileños y si les reporta alguna ventaja?
-Se han explicado, insistentemente, las ventajas de nuestro sistema de libre elección de médico, con la absoluta convicción de que también beneficia a los propios médicos y a la profesión médica en su conjunto. Hasta ahora, cada ciudadano, cada paciente iba al médico que le tocaba, la obligatoriedad era el punto de partida de la relación médico-paciente, obligatoriedad entendida como la prohibición de ir a cualquier otro facultativo de nuestro sistema sanitario. Ahora hemos sustituido ese punto de partida por otro que es la confianza del paciente en el médico. Esa confianza es el principal aval del talento, la profesionalidad, la capacidad clínica, las cualidades humanas en muchas ocasiones, el prestigio de los profesionales. Con este sistema de libre elección, todos los médicos madrileños saben que ese paciente que está en su consulta está allí porque le ha elegido a él o porque quiere mantenerse con él, sin que exista de por medio una obligación de políticos, burócratas, o un sistema planificado. Eso, a lo largo de los años, va a contribuir a un mayor respeto y aprecio de la profesión médica que, posiblemente, había mermado. La izquierda tiene tendencia a colectivizarlo todo, pero el talento es personal, individual, muy valioso en una profesión en la que la relación humana juega un papel tan importante.
-De sus palabras se deduce que tiene muy en cuenta a la profesión médica a la hora de adoptar decisiones de peso para el sistema sanitario madrileño, ¿cómo son sus relaciones con el Colegio de Médicos?
-Es evidente que sin contar con la opinión de los médicos, los responsables sanitarios daríamos más pasos en falso en la Sanidad, de ahí, por tanto, que la profesión médica sea considerada como la pieza fundamental sin olvidar otras piezas también muy importantes, pero, desde mi punto de vista, el trabajo de los médicos es fundamental en el Sistema Madrileño de Salud. Desde luego, lo he valorado así desde el primer momento, al igual que nuestra relación con su órgano colegial, centrado, básicamente, en el Colegio de Médicos de Madrid. De hecho, fue una de las primeras instituciones a las que recibí tras mi nombramiento, quise visitar el Colegio y mantener una reunión informal al principio de mi mandato. Estamos en constante comunicación con ellos porque su respaldo es muy valioso en materias que hemos adoptado como la comentada libre elección de médico de A.P. sin olvidar su contribución a la política sanitaria madrileña, en respuesta a las necesidades de Madrid, y que expresa los deseos de muchos médicos a los que el Colegio representa.
-Por tanto, en su Comunidad ¿la colegiación obligatoria está asegurada?
-Formo parte del Gobierno del Partido Popular, y este partido, a nivel nacional, ya se ha pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de la colegiación obligatoria de los médicos. Y lo ha hecho por muchas razones: por garantía del sistema, por garantía de la profesión, porque pensamos que es lo mejor para los ciudadanos. En ese sentido lo ha expresado, incluso, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, al igual que nuestra portavoz de Sanidad, Ana Pastor. Nosotros, desde luego, como Comunidad de Madrid, tenemos la misma posición que el Partido Popular, de respaldo a la colegiación obligatoria. Por otra parte, sería también muy positivo que el Ministerio de Sanidad contribuyese a una posición conjunta del SNS.
-¿Tiene la Sanidad madrileña muchos problemas de recursos humanos, sobre todo, en lo que se refiere a especialistas?
-A lo largo de estos años, el gobierno de Esperanza Aguirre ha hecho una apuesta muy importante por los recursos humanos en la Sanidad madrileña, y muy especialmente con los médicos, con medidas que van desde la eliminación de la penalización para aquellos médicos que, fuera de su horario laboral en la Sanidad pública, también trabajan en la privada, hasta otras de carácter retributivo, con un incremento en sus retribuciones, hasta que ha llegado Zapatero para recortarles el sueldo. También cabe destacar la política de incremento de RRHH. En estos momentos, de los 16.600 médicos que trabajan en la Sanidad madrileña, 3.300 no estaban hace siete años cuando comenzó a gobernar Esperanza Aguirre. Se han abierto más hospitales, más centros de salud, y hemos potenciado, además, los que ya existían. También se ha llevado a cabo el mayor concurso de traslados de la historia de la Sanidad madrileña, relativo a médicos de familia y pediatras, y desarrollado una OPE para especialistas de una gran envergadura. Todo esto va a contribuir a que el número de médicos con contrato temporal se va a ver reducido al mínimo.
-Sin embargo, y pese a todo ese paquete de medidas que detalla hay especialidades en las que resulta más difícil cubrir las carencias ¿se tiene constancia de ello? ¿facilitaría la labor la existencia de un registro de profesionales?
-No me aparto de reconocer que no siempre se encuentran profesionales con la facilidad necesaria. En estos momentos, sufrimos carencia de pediatras para A.P., siendo una especialidad deficitaria en esta Comunidad, necesitaríamos poder contratar a más pero no los hay disponibles. Puntualmente, hay otras especialidades como Ginecología o Anestesiología en las que hemos podido estar al límite de la disponibilidad de médicos. No obstante, y me gustaría remarcarlo, para cubrir las carencias que pudiéramos tener de médicos no vamos a buscar a nadie a ningún sitio, entre otras cosas, porque no es difícil que acudan profesionales dado el prestigio de nuestro sistema sanitario. Lo que hemos hecho, por ejemplo, es crear nuevas Facultades de Medicina porque pensamos que era necesario, ya que en un momento dado el número de Facultades era el mismo que en los años 70, algo ilógico. Por otra parte, somos la comunidad que cada año oferta el mayor número de plazas MIR y que, incluso, en tiempos de crisis como el actual, no hemos reducido la oferta de médicos residentes para el próximo año, incluso, la hemos aumentado algo. Lo que cuesta creer, sin embargo, es que en un país como España, a estas alturas, no se pueda saber de qué cantidad de médicos se dispone globalmente en el sistema sanitario y a qué se dedican, o cuál es su especialidad, de ahí que considere de suma importancia la existencia de un registro a nivel nacional.
-Para concluir ¿podría desvelarnos algunos de los retos que tiene marcada su Consejería para los próximos meses?
-Uno de los principales retos pasa por continuar el proyecto de Sanidad para Madrid, que la propia Esperanza Aguirre ha impulsado. Creo que pocos gobernantes en España tienen tanto respeto y aprecio por la Sanidad y particularmente por la profesión médica, de ahí que uno de los principales desafíos sea mejorar la eficiencia de nuestro sistema sanitario. Si no me equivoco, para los presupuestos de 2011, la Comunidad de Madrid es la única en la que la Sanidad crece, al contrario que en el resto en las que el presupuesto disminuye. Para mí, como consejero, equivale a una responsabilidad todavía mayor, al igual que para los gestores de la Consejería, para los hospitales y también para los profesionales. Se trata de tener que gastar de la manera más eficiente, con muchos resultados por cada euro invertido de los que los madrileños, en este momento tan difícil de la economía, han puesto en nuestras arcas. Otro de los retos pasa por culminar la aplicación de la implantación de la libre elección con todo lo que lleva aparejado de compartir información a través de la historia clínica compartida, algo muy positivo tanto para Primaria como para Especializada y, por otro lado, completar unas inversiones muy importantes en nuevas instalaciones sanitarias. En este sentido, estamos construyendo dos nuevos hospitales, uno en Móstoles y otro en Torrejón de Ardoz, habrá un tercero en Collado Villalba, además de firmarse próximamente el convenio con el Gómez Ulla, que sigue siendo del Ministerio de Defensa, pero incorporado a nuestra red. Vamos a construir, además, nuevos centros de salud y a mejorar los existentes. Desde que accediera a la presidencia Aguirre, hemos construido centros de salud a razón de uno al mes, es decir, un total de 68 y vamos a continuar con unos cuantos más.
