Los participantes en el VIII Encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas se ha pronunciado en contra de la “paulatina privatización” de los sistemas públicos de salud por parte de algunos Gobiernos, independientemente de que la colaboración público- privada en la provisión de ciertos servicios pueda ser útil y necesaria en algunas circunstancias
Santiago de Compostela, 10 de junio 2015 (medicosypacientes.com/T.A.)
Los participantes en el VIII Encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas se ha pronunciado en contra de la “paulatina privatización” de los sistemas públicos de salud por parte de algunos Gobiernos, independientemente de que la colaboración público- privada en la provisión de ciertos servicios pueda ser útil y necesaria en algunas circunstancias.
Así lo expresaron en la Declaración tras la Mesa sobre “Los médicos y la economía de la salud: gestión privada y gestión pública” en la que participaron los doctores Alberto Caldas, tesorero de la Orden de Médicos de Portugal; Jorge Carlos Jañez, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina; Gerardo Ferreira, vicepresidente de la Confederación Médica Iberoamericana y del Caribe (CONFEMEL), y Lili Espino Weng, presidenta del Colegio Médico de Panama. Actuó de moderador Luis Velozo, secretario general del Colegio de Médicos de Chile.
El presidente de la OMC, Dr. Juan José Rodriguez Sendin, como anfitrión de este encuentro, abrió la mesa en la que los participantes expusieron la realidad sanitaria público-privada de los diferentes países, dejando claro que, desde su punto de vista, “los intereses de los mercados financieros están afectando y alterando el orden de los sistemas de salud”.
El Dr. Rodriguez Sendin afirmó que esto, en algunos países, se hace con una “tremenda intensidad” y tras aludir al caso español de hace dos años en Madrid, alertó de que “aunque se frenó, existen fórmulas indirectas de privatización cuyo objetivo es intentar controlar los sistemas de salud pública”, algo que responde a los “intereses de multinacionales radicadas en lugares paraísos fiscales muy alejados de los intereses de los ciudadanos a los que atienden” y cuyo resultado puede ser un sistema “de ricos para ricos y otro de pobres para pobres”.
Por ello, el presidente de la OMC, animó a los ponentes a pasar de la descripción de la realidad en los diferentes países a ser más pro-activos y a crear un grupo de trabajo en el FIEM para abordar de manera permanente estas cuestiones.
Finalmente, y tras las conclusiones de esta mesa, las entidades médicas integradas en el FIEM, acodaron una Declaración al respecto de todos estos temas que recoge:
“La participación de los profesionales en la gestión es clave para obtener los mejores resultados en el uso adecuado de los recursos y en una asistencia de calidad y la seguridad de los pacientes.
Los Sistemas Sanitarios basados en valores de solidaridad y justicia social son más equitativos y justos.
Nos declaramos en contra de la paulatina privatización de nuestros sistemas de salud por parte de algunos Gobiernos. La colaboración público privada en la provisión de ciertos servicios de salud puede ser una estrategia útil y necesaria en algunas circunstancias que debe en todo caso agregar calidad y equidad a la prestación, sin que ello suponga un menoscabo para los Servicios Públicos.
La forma como los gobernantes tratan a los profesionales médicos, las condiciones laborales en las que desarrollan su actuación, los sistemas de formación continuada, la carrera profesional, la seguridad y los incentivos en el trabajo, en definitiva las políticas de Recursos humanos, condicionan de manera importante la motivación del profesional y la calidad de los resultados en la asistencia a las poblaciones.
Se propone la creación de un Grupo de Trabajo FIEM con carácter permanente, más pro-positivo y menos descriptivo, sobre: Sistemas Sanitarios, Economía de la Salud, políticas de RRHH y participación de los médicos en la gestión de los recursos asistenciales disponibles.”
Intervenciones ponentes
El Dr. Luis Velozo, Secretario General del Colegio de Médicos de Chile, que actuó como moderador, también expuso la situación de la sanidad en este país que cuenta con un sistema mixto, el público (80%) que atiende a 13 millones de personas; el privado (18%) que atiende a 3 millones y otro seguro (2%) que atiende a 1 millón de personas que son las Fuerzas Armadas. El gasto en sanidad en relación al PIB es del 7,7%, del cual el 4,3% es público y el 3,4 para el privado. El sistema público está financiado en un 68% por impuestos generales y el 32% por cotizaciones. Existe copago de entre el 10% y el 20% para determinados grupos y entre el 40% y el 62% para otros. Señaló que uno de los problemas del sector público es que “está financiado por debajo de los costes reales y la provisión de servicios está sobrepasada por las necesidades de la población”.
El Dr. Velozo afirmó que existe un “auge” del sistema privado que subsidia en parte el Estado y puso como ejemplo los 633 millones que el Estado facturó en 2014 a prestadores privados, un 45% más que en 2013 Y, aunque señaló que la calidad es buena, el sector privado cuenta con insuficientes estrategias de prevención y desprotección en la salud y exclusiones y discriminación de pacientes por edad, sexo y enfermedades preexistentes.
El Dr Alberto Caldas, Tesorero de la Orden de Médicos de Portugal, explicó que al sistema público portugués, inspirado en el NHS inglés, financiado con impuestos y copagos, se sumó en la última década un modelo de sanidad privada que ha cobrado “importantes dimensiones”, centralizada en 4 ó 5 grupos económicos “muy agresivos y competitivos” entre sí y con una gran presencia de grupos chinos que “lo están comprando todo”.
Para el Dr. Caldas, el Sistema de Salud público portugués tiene unos resultados en salud superiores a la media de los países de la OCDE, con un presupuesto per cápita de 2.619 dólares, inferior a la media de estos países (3.322 dólares) y con un sector privado y social que funcionan de forma complementaria y destacó como principales desafíos la modernización y la autonomía de la gestión pública, para lo que lo señaló como muy importante el papel de las asociaciones de pacientes a la hora de exigir a los políticos los cambios necesarios. “Nuestro papel como profesionales ?dijo- es hacer medicina con dignidad y dar calidad a los ciudadanos”.
Por su parte, el Dr. Jose Carlos Jañez, presidente de la Confederación Médica de la República Argentina, calificó el sistema de salud de su país de “complejo y fragmentado”, estructurado en un subsistema público (100% de la población), que se financia con las rentas generales; otro de Seguridad Social (46%) que se financia con aportes y contribuciones, y, un tercero privado (16%) que se sufraga con las cuota de afiliación. Un 36% de la población no posee cobertura de la seguridad social o privada y depende exclusivamente del subsector público. El gasto en salud por porcentaje del PIB, es, en el público, del 2,57%; en la seguridad social, del 3,64%, y, en el privado, del 3,22%.
Explicó que existe superposición de financiación y coberturas y que hay gente que paga varias veces por el servicio que debería recibir con impuestos directos e indirectos, aportes y contribuciones patronales, cuota de medicina privada y gasto de bolsillo. Esta complejidad ?dijo- viene marcada porque el sistema está compuesto por múltiples actores con funciones diferenciadas; porque los actores que integran el sistema establecen vínculos diversos entre sí y porque las interacciones entre los agentes pueden potenciarse y/o contrarrestarse. Y, respecto a la fragmentación del sistema, afirmó que cada vez que se concreta cualquiera de las tres modalidades de subsidio cruzado, “se está disolviendo la responsabilidad por la salud de un ciudadano”.
El Dr. Gerardo Ferreira, vicepresidente de CONFEMEL, hizo una descripción de los distintos tipos de modelo de sanidad pública existentes en el mundo y las modalidades de colaboración entre los sistemas públicos y privados, lo que ha exigido ?dijo- una regulación para supervisar las actividades y competencias de las entidades privadas, así como la necesidad de buscar una solución a la situación de sistemas públicos convencionales para el control de la gestión más empresarial del sistema.
Hablo del programa para sanidad pública Mais Médicos para o Brasil que llevó al Gobierno Dilma Rousseff a contratar miles de médicos extranjeros para trabajar en ciudades y remotos pueblos brasileños. Y expuso cuatro cuestiones para mejorar el sistema de salud en su país: 1) medir y divulgar con transparencia los resultados de los tratamientos en los hospitales; 2) cambiar el modelo de remuneración de los hospitales basado en el número de tratamientos administrados, lo cual “estimula ?dijo- el uso exagerado de materiales y medicamentos”; 3) pagar más a los médicos, caso en el que puso como ejemplo a la multinacional americana GE que complementa los honorarios de los médicos que atienden a su personal cuatro veces más de lo que les pagan por consulta, y 4) revertir la cultura de ir al especialista antes de pasar por el médico de cabecera.
La Dra. Lili Espino Wegn, presidenta del Colegio Médico de Panamá, describió el sistema sanitario en su país de “fragmentado”, basado en acciones curativas, que solo ofrece atención al 70% de la población. Sin embargo, dijo que el 90% de las personas con el índice más bajo de ingresos no están aseguradas, frente al 20% con el índice más alto que pagan por los servicios de salud. Por lo que “un importante sector de la población mantiene condiciones de salud deficitarias”.
Tras poner de manifiesto que las poblaciones indígenas representan el 10% de la población, pero es extremadamente pobre, está aislada, dispersa y con marcadas diferencias culturales, dijo que hay una falta de criterios de distribución de los médicos en relación a las poblaciones y a la geografía del país y que, en el acceso a los servicios de salud, las barreras económicas existentes son tres veces más importantes que las barreras geográficas. Habló también de “falta de calidad” de los servicios públicas por falta de medicamentos esenciales y el tiempo de citas y cirugías médicas que el sistema público ha tratado de reducir con la articulación de los servicios privados, con contratos de leasing y externalización que “no aumentan la equidad, la eficiencia, ni la calidad” del Sistema de Salud.
En el posterior debate en el que participaron los delegados de Venezuela, Argentina, Uruguay, España y Brasil, todos coincidieron con el presidente de la OMC en que, independientemente de la idiosincrasia de los modelos atención sanitaria en cada país, es necesario trabajar en común de una manera permanente y hacer propuestas sobre un tema de interés universal como es una asistencia equitativa a los sistemas públicos de salud de todas las personas.