El frío resulta “un aliado oportuno” contra la obesidad, según explican desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). A juicio de sus representantes, “persistir con el deporte en invierno y comer de forma inteligente ayuda a mantener los kilos a raya en invierno”
Madrid, 23 de febrero de 2012 (medicosypacientes.com/EP)
El frío resulta “un aliado oportuno” contra la obesidad, según explican desde el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO). A juicio de sus representantes, “persistir con el deporte en invierno y comer de forma inteligente ayuda a mantener los kilos a raya en invierno”
Las bajas temperaturas que sufre España estas últimas semanas, unidas a un ejercicio físico adecuado, “activan el consumo de grasas y ayudan a adelgazar”, explican. Y es que el motivo de engordar en invierno es “la baja actividad física y los platos contundentes”, aseguran.
El supervisor de Nutrición y Endocrinología del IMEO, Rubén Bravo, considera que para entender porque se produce este efecto en invierno se debe atender “al principio de la homeostasis y la termogénesis”. Para el especialista, la primera “es un complejo sistema que trabaja en mantener nuestra temperatura corporal en 37 grados”, mientras que la segunda “es una de sus herramientas, utilizada para generar calor”.
El funcionamiento de ambas se resume en que “si pasamos un poco de frío, siempre perderemos más calorías quemando grasa para convertirla en calor”, aclara. Por ello recomienda que el termostato no rebase los 21,5 grados centígrados.
La calefacción la máximo fomenta la obesidad
Por el contrario, desde IMEO afirman que la calefacción puesta al máximo en los hogares “fomenta la obesidad”. En opinión de los expertos, “más de la mitad de lo que ingerimos está destinado a mantener la temperatura corporal”. Esto supone que si hay frío en el ambiente “consumimos más calorías”, confirman.
Bravo también recomienda cuidar la alimentación, y desaconseja los potajes tradicionales al ser una “bomba calórica”. Sin embargo, si prioriza la comida caliente porque “ayuda a entrar en calor y saciar más rápido el hambre. Los caldos son la mejor opción”, sentencia.