Tanto en Galicia como en gran parte del Estado, los médicos y demás profesionales sanitarios que trabajan en el ámbito penitenciario, tienen grandes dificultades para desarrollar su practica asistencial con estas condiciones.
El Consello Galego de Colexios Médicos, en sucesivas ocasiones, ya ha demandado públicamente y en reuniones con la administración autonómica, la homologación de la Sanidad Penitenciaria con el resto del sistema sanitario público en Galicia, entendiendo que solo es posible con su integración en el Sergas.
La falta de entendimiento entre las Administraciones Públicas, autonómicas y estatales, no es una excusa aceptable para ninguna de las dos partes para acometer la transferencia y la integración en el sistema sanitario público autonómico. Ejemplos recientes, como el de la Comunidad de Navarra, demuestran que no solo es posible, sino imprescindible en un contexto como el penitenciario, en el que existen dificultades añadidas para las prestaciones sanitarias y en el que algunas patologías como la salud mental y las toxicomanías tienen importante incidencia. Y seguramente, están en el origen del exceso de muertes que cabría esperar en una población relativamente joven.
En todo caso, y mientras se implementa esta integración, no es aceptable que los médicos de la sanidad penitenciaria no tengan en Galicia, acceso normalizado a la historia clínica electrónica de las/los reclusas/os o tengan dificultades para realizar algunas pruebas diagnósticas o prescribir determinadas terapias, habituales para la población general.
El Consello Galego de Colexios Médicos reclama que, sin dilación, el derecho fundamental y universal a la salud alcance si restricciones ni problemas añadidos, a la población penitenciaria, a través de sus excelentes profesionales sanitarios.
