El II Curso dedicado al SARS CoV-2 del programa de Formación Continuada de la Fundación Científica del Colegio de Médicos avanza. Lo hace con nuevas presentaciones y nuevas perspectivas de una enfermedad que ha supuesto un golpe durísimo para nuestra sociedad y que reclama, aún, mucha vigilancia y seguimiento en las medidas a mantener en los próximos meses
En la última jornada el turno fue para el doctor Pablo Bachiller Luque, del área de Enfermedades Infecciosas del Servicio de Medicina Interna del Complejo Asistencial de Segovia. Su conferencia, titulada ‘Fisiopatología y clínica de la COVID-19. Actualización de la terapia para la COVID-19’ aportó una valiosa visión sobre “algunas características del virus, como la fisiopatología, la clasificación clínica y, sobre todo, las terapias. Hemos constatado que algunos tratamientos ya están consolidados y otros se han demostrado que no son plenamente efectivos, por lo que, al final, podemos señalar cuáles son las guías más indicadas”, explica.
Recuerda que la comunidad científica llegó bastante a ciegas a los primeros enfrentamientos con este coronavirus, pero se ha ido haciendo camino con los ensayos, pruebas y resultados obtenidos a lo largo de todos estos meses, “yendo a veces por delante de la evidencia consolidada con bases teóricas, que a veces fueron acertada porque estaban bien planteadas”. Pese a todo, la experiencia y proceder acumulado ha generado conocimiento y prácticas adecuadas, como recuerda este experto quien, a modo de anécdota, refleja que hoy en día “en la base de datos de la biblioteca norteamericana aparecen 160 000 artículos al situar la palabra ‘covid’”. Bachiller Luque ya participó en el primer curso de COVID-19 celebrado un año antes, y entonces “casi todo eran intuiciones; por cada evidencia, mucha incertidumbre y ahora en cambio, ya tenemos bastantes más evidencias y menos incertidumbres”, resume.
Como internista, en el desempeño de su función, echa la vista atrás para recuperar los duros meses vividos en el hospital por la pandemia, repescando varias claves que marcaron esas jornadas. Primero se detectó que era una enfermedad que afectaba “a todo tipo de órganos” por lo que, como antídoto ante el estupor de una pandemia sobrevenida, subraya, el esfuerzo por el “reciclaje, tanto de fármacos y medios, como de compañeros”, destacando que el equipo humano de Segovia fue un modelo en todos los sentidos: “De apoyo, de cooperación de trabajo en grupo, de ayudarnos a no caer y, cuando caíamos, de ayudarnos a levantarnos”. Y en esa celebración del trabajo conjunto con el que se sacó adelante una situación “dramática y muy dura”, incluye a todos los profesionales que desempeñan su función en el ámbito sanitario “desde los de limpieza, pasando por los celadores, los gestores y, por supuesto, todos los médicos implicados en primera persona en su resolución”, dice.
El tsunami que nos ha llegado de la mano de este coronavirus nos deja muchas enseñanzas. En primer lugar, “una importantísima, en la fisiopatología, pues conocer el ciclo viral de esta enfermedad, supone algo básico para mejorar la actuación sobre ella y, sobre todo, para diseñar mejores vacunas”, insiste.
Otra idea fundamental que extrae como conclusión de la experiencia agrupada es que “todos debemos trabajar en red, aprovechando el conocimiento sumado y las nuevas tecnologías: “Ahora tenemos unos medios magníficos para poder volcar datos con el Big Data, manejarlo adecuadamente para que surjan buenos resultados y para eso debemos ser colaborativos y trabajar en red”.
Por último, destaca que vivimos en un mundo que se encuentra rodeado de virus, bacterias y microorganismos. La convivencia es por lo general fluida, pero a veces pueden producirse estos conflictos hacia la enfermedad, por lo que la vigilancia y el estudio deben ser aliados de nuestro camino diario. En esa línea, Bachiller defiende que “la pandemia nos ha enseñado muchísimo, también que no se deben desmontar ciertas formas de trabajo, ciertas formas de ver y de estudiar que nos serán muy útiles de cara a posibles situaciones similares que pudieran darse”, concluye.
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