El Colegio Oficial de Médicos de Huesca reivindicará la figura de estos profesionales erigiendo un monumento en las proximidades de su sede para reconocer a los profesionales fallecidos en acto de servicio, con motivo de la conmemoración del Día en Recuerdo de las Víctimas por COVID-19 instituido por la Organización Médica Colegial para el 28 de marzo
El anuncio ha formado parte del discurso de apertura del IX Encuentro Médico Occitania-Aragón (Rencontre Medicale Occitanie-Aragón) de José María Borrel, presidente del Colegio de Huesca. En su alocución, ha lamentado las agresiones en aumento que reciben los galenos por una parte de la sociedad que les achaca los “errores de las autoridades políticas”. “Se han olvidado de los 126 compañeros muertos en pandemia estando en primera línea de batalla. Por más agresiones o amenazas que haya, seguiremos atendiendo a nuestros pacientes y lamentablemente poniendo en riesgo nuestras vidas”.
“Pero ha llegado el momento de tener un reconocimiento hacia ellos” para ese 28 de marzo, ha concluido el presidente. También ha rendido tributo al que fuera presidente del colegio de Altos Pirineos Jean Francois Millet, fallecido hace año y medio y un habitual de estos encuentros.
En representación del colegio de Altos Pirineos, ha intervenido Catherine Cledat-Wendel, vicepresidenta de Hautes Pyrenées, que ha asegurado que los encuentros demuestran la actualidad y el interés de las relaciones para “enriquecer nuestra práctica profesional” para “cuidar mejor a las poblaciones de nuestros entornos”.
Javier Olivera ha presentado la primera sesión titulada “El anciano agitado”, con José Galindo, geriatra del mismo centro, y Yannick Gasnier, geriatra del Hospital de Tarbes-Vic-Bigorre. El doctor Galindo ha apelado a las acepciones médicas de agitación para referirse a una problemática en la vejez: un trastorno emotivo caracterizado por una hiperactividad corporal y un desorden y confusión. El dolor, en el proceso evolutivo de una demencia, se puede expresar en agitación.