Abarcará desde la investigación preclínica con compuestos candidatos a convertirse en fármacos y la personalización del tratamiento del cáncer de mama, hasta un programa de formación para médicos internos residentes (MIR) que hayan terminado su formación
Madrid, 8 mayo 2010 (E.P.)
El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha puesto en marcha la Unidad de Cáncer de Mama del Programa de Investigación Clínica del centro, donde se abarcará desde la investigación preclínica con compuestos candidatos a convertirse en fármacos y la personalización del tratamiento del cáncer de mama, hasta un programa de formación para médicos internos residentes (MIR) que hayan terminado su formación.
La unidad del CNIO se encargará de trasladar a la clínica los resultados obtenidos en la investigación básica y traslacional que se realiza en el propio centro. En este contexto, según explica el director del proyecto, Miguel Ángel Quintela, “aunque no se trabajará con fármacos procedentes de la industria farmacéutica, la intención es aplicar los resultados del trabajo del Programa de Terapias Experimentales del CNIO, que ya dispone de fármacos muy buenos en su cartera con los que se puede empezar a trabajar en fase preclínica”.
Otro de los objetivos de la Unidad de Cáncer de Mama en el ámbito de la personalización de terapias será el de desarrollar un sistema de obtención de factores predictivos basado en la proteómica. “El objetivo ?señala Quintela- es que este sistema permita no sólo predecir el desenlace terapéutico, sino además el desarrollo de combinaciones racionales de fármacos para los pacientes con fenotipo desfavorable para cada una de las drogas dirigidas a dianas que se incorporen a ensayos clínicos”.
En lo que se refiere a la investigación clínica lo más básico será el desarrollo de fármacos en fase “más o menos temprana” tratando a subgrupos de pacientes con factores predictivos definidos o intentando contestar a preguntas concretas derivadas de la experiencia preclínica que previamente haya determinado qué combinaciones farmacológicas son racionales y cuáles no. “Por eso el centro quiere tener una muestra representativa de xenoinjertos que traduzcan la realidad clínica”, comenta Quintela.
En este sentido, una de las novedades más significativa en cuanto al cáncer de mama será la realización de ensayos en Fase 0 en neoadyuvancia, es decir, antes de la cirugía. “Se aplicará un tratamiento corto –explica el responsable de la unidad– de entre siete y quince días de duración, que servirán para medir una serie de parámetros farmacodinámicos en tumores vírgenes de tratamiento y que por tanto generarán resultados limpios”.
Según los expertos del CNIO, las ventajas son que dicha estrategia ayudará a pacientes en el futuro y además permitirá cirugías más conservadoras. “Hoy por hoy, cuando el tumor primario es mayor de un centímetro (en cáncer de mama) se puede justificar el tratamiento en neoadyuvancia”, comenta Quintela.
Por otra parte, uno de los proyectos de esta Unidad de Cáncer de Mama será el de poner en marcha un programa ‘postMir’, dirigido a aquellos oncólogos que deseen implicarse en proyectos de investigación traslacional sin la necesidad de marcharse al extranjero.