Los resultados del “Estudio sobre el dolor en niños hospitalizados”, con el que se da a conocer los aspectos sociales del dolor en la infancia, revelan que un 40% de niños hospitalizados sienten dolores a diario. Profesionales médicos de veinte hospitales de diferentes comunidades autónomas, han colaborado en este proyecto mediante la realización de 400 encuestas acerca de cómo los niños hospitalizados afrontan el dolor, cómo lo manifiestan, cómo lo sienten, cómo lo describen y cómo lo combaten
Madrid, 5 de septiembre de 2012 (medicosypacientes.com)
Los resultados del “Estudio sobre el dolor en niños hospitalizados”, con el que se da a conocer los aspectos sociales del dolor en la infancia, revelan que un 40% de niños hospitalizados sienten dolores a diario. Profesionales médicos de veinte hospitales de diferentes comunidades autónomas, han colaborado en este proyecto mediante la realización de 400 encuestas acerca de cómo los niños hospitalizados afrontan el dolor, cómo lo manifiestan, cómo lo sienten, cómo lo describen y cómo lo combaten.
El estudio está dirigido a conocer, para poder mejorar, el abordaje del dolor tanto en los menores hospitalizados u otros niños que se enfrenten a situaciones similares, como en los padres, familiares y personal sanitario.
Así, de los resultados del informe se desprende que, para un 62% de los menores, la tranquilidad que les da conocer previamente qué les va a pasar, les hace amortiguar el dolor. Sin embargo, sólo la mitad de los niños han sido informados sobre la posibilidad de sentir dolor durante su estancia en el hospital, según se destaca también. Las inyecciones (pinchazos, punciones, etc.) son las prácticas hospitalarias que despiertan más miedo entre los niños y las reacciones instintivas que originan son “sudor de manos”, “dolor de tripa” y diferentes estados nerviosos.
Por otro lado, los niños perciben que, cuando piden ayuda, no siempre reciben medicación inmediata y eficaz, lo que les aumenta la sensación de dolor, según el estudio que, a su vez destaca la figura de la madre dentro del núcleo familiar, como principal acompañante (69%), por delante del padre (20%) y los abuelos (5%).
Otro dato que se desprende son los recursos que utilizan frente al dolor los niños, siendo la distracción (incluso dormir) el principal método, seguido de la petición de ayuda y la relajación. Además, ante la sensación de dolor un 39% piensa “estoy mal”, el 35% lo interpreta como que “se está curando” y apenas el 15% asocia ambos conceptos.
En general, los niños hospitalizados reconocen sentirse anímicamente bien durante su estancia en el hospital y dicen estar a gusto con el personal del hospital porque son cercanos y cariñosos. Suelen vivir su estancia allí como algo pasajero y valoran su parte lúdica y social (voluntariado, aula hospitalaria, actividades, relacionarse con otros niños…). Los niños que ya han sido hospitalizados en varias ocasiones perciben la hospitalización, el dolor y su relación con el personal del hospital, de una manera diferente y sobretodo más positiva. Destaca con un 94% que lo que más gusta del hospital es el trato recibido (sobre todo a los niños ingresados con anterioridad), la televisión (los de primer ingreso), el colegio y los juegos; lo que menos gusta son los pinchazos y la comida (sobre todo a aquellos sujetos a un tratamiento periódico).
Por último, el estudio revela que durante su estancia en el centro uno de cada tres niños se considera “algo preocupado”, uno de cada cuatro con “algo de miedo” o triste y uno de cada ocho se siente “algo enfadado”.
En la realización de este proyecto, liderado y coordinado por la Fundación Grünenthal y la Fundación Antena 3, han colaborado un equipo multidisciplinar de profesionales con conocimiento sobre el paciente pediátrico y el área del dolor, integrado por el Dr. Francisco Reinoso (Coordinador de la Unidad del Dolor Infantil del hospital La Paz), Doña Julia Vidal (Psicóloga experta en dolor crónico y directora de «Área Humana psicología»), el Dr.Juan Casado (Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús y profesor de Pediatría de la Universidad Autónoma de Madrid) y la Dra. Mar Serrano (Médico de la Fundación Grunenthal).
