Médicos y Pacientes continúa con la ronda de entrevistas a los presidentes de Sociedades Científicas para pulsar su opinión en temas sanitarios, profesionales, científicos y conocer sus actuales líneas de trabajo, bajo el actual contexto de crisis y recortes en el sector
Madrid, 24 de julio de 2013 (medicosypacientes.com)
La doctora Pilar de Lucas, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), asegura que “solo con la implicación y la participación de los profesionales en los necesarios cambios en la gestión, pueden alcanzarse resultados satisfactorios que aseguren la sostenibilidad de un SNS excelente”.
La doctora De Lucas destaca en la entrevista que “ser eficientes en un sistema de salud público es casi una necesidad ética” y se muestra favorable a introducir medidas de gestión que supongan una mejora “pero no a cualquier precio, no se puede comprometer la calidad asistencial, es una barrera que no estamos dispuestos a traspasar” y que para llevar a cabo estas medidas los más indicados son los profesionales porque “somos sin duda los que tenemos el conocimiento necesario para establecer prioridades y racionalizar el uso de los recursos”.
La presidente de SEPAR también pone en valor la implicación de su Sociedad Científica en el actual contexto económico y resalta que desde SEPAR “siempre hemos considerado otra tarea irrenunciable de la sociedad el asesoramiento y la colaboración con la administración como forma de mejorar la atención sanitaria, ahora más que nunca”.
¿Cuáles son las principales líneas de actuación de la SEPAR?
Investigar, formar a nuestros profesionales y difundir el conocimiento de las enfermedades respiratorias son los tres objetivos prioritarios de SEPAR, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Asimismo, en SEPAR nos planteamos muy seriamente la transferencia de conocimiento científico para su aplicabilidad en asistencia clínica, y nos hemos ofrecido como interlocutores con probada experiencia y conocimiento ante la Administración para llevar a cabo las mejoras que sean convenientes en estos momentos de profunda crisis económica para garantizar la calidad y la equidad del sistema público de salud. Nos queda muchísimo por hacer.
¿Cómo valora la labor social de su sociedad y qué proyectos tiene de cara a los ciudadanos?
Para todos los socios de SEPAR es una necesidad creciente que esta institución como Sociedad Científica que representa a los especialistas de las enfermedades respiratorias: neumólogos, cirujanos torácicos, enfermería y fisioterapia respiratoria, sea lo más ampliamente conocida entre la ciudadanía por dos motivos fundamentales. Por una parte para realizar una labor básica de difusión del conocimiento de las enfermedades respiratorias y su prevención y, por otra parte, para trabajar sobre el reconocimiento de los especialistas como expertos en su diagnóstico y tratamiento. SEPAR cuenta con numerosas iniciativas que contribuyen a esta labor de difusión: un gabinete de prensa que informa a los medios sobre las noticias más candentes, los Años SEPAR, las Aulas Respira, el grupo de trabajo SEPARPacientes, etc.
¿Qué destacaría del papel de su sociedad en relación al colectivo médico?
SEPAR es una institución donde confluyen las voluntades de los socios que comparten profesión e intereses y que deciden trabajar en equipo para ser mejores: para colaborar en proyectos científicos que hagan avanzar la neumología y la cirugía torácica, para discutir los temas más relevantes que les afectan como colectivo médico y para llevar a cabo iniciativas que repercutan positivamente en la sociedad que también contribuyen a diseñar. Nuestro éxito depende directamente de nuestros 3.600 socios, de nuestro trabajo en equipo.
Además, cada año se incorporan a SEPAR unos 150 jóvenes especialistas, nuestros residentes, que ponen todo su empeño en seguir los pasos de sus predecesores en el avance de los conocimientos científicos, en el incremento de la calidad asistencial y en la capacidad divulgativa de todos aquellos factores clave para la prevención de salud respiratoria. He de decir que más del 95% de los neumólogos y cirujanos torácicos de nuestro país son socios de SEPAR y que con motivo de la elaboración del Plan Estratégico de nuestra sociedad, se pudo comprobar el alto grado de satisfacción de los socios, sobre todo en lo relacionado con las actividades científicas y de formación de la sociedad.
En la actualidad ¿mantienen alguna línea de colaboración con los Colegios de Médicos?
Aunque en la actualidad SEPAR no desarrolla ningún programa conjunto con los Colegios de Médicos, nuestra relación con la OMC ha sido siempre buena y de colaboración, fundamentalmente en lo relacionado con temas de acreditación de la formación médica continuada.
Los Colegios de Médicos han comenzado a implementar el proceso de validación periódica de la profesión ¿para cuándo un proceso de recertificación?
SEPAR mantiene desde hace años un elaborado programa integral de formación médica continuada, que comprende todas las áreas del conocimiento de las enfermedades respiratorias. Este programa se acreditaba a través de SEAFORMEC y, desde que esta opción no fue posible, continua siendo acreditado por el SNS a través del Consell d Acreditació de las Professions Sanitaries de Catalunya. Pero además, tenemos ya en fase muy avanzada nuestro programa de Desarrollo Profesional Continuado, entendido como un plan integral de actividades curriculares, de formación y evaluación encaminadas a asegurar el mantenimiento de la competencia en todos aquellos aspectos fundamentales de la especialidad. Por supuesto este programa contempla la evaluación y recertificación de la competencia, utilizando para ello una metodología validada.
Desde el primer momento SEPAR ha estado al tanto del proceso de Validación Periódica de la Colegiación (VPC) impulsado por la OMC, y formamos parte del grupo de sociedades que han estado en línea con dicho proceso que también contempla una posible validación de la competencia. Ya en las reuniones que inicialmente mantuvimos nos adherimos a la propuesta compartida con otras sociedades de que, para aquellas sociedades científicas que hubieran desarrollado su propio DPC y proceso de recertificación, como es el caso de SEPAR, este debería ser asumido por la OMC e incorporado por tanto a VPC. Creemos que esta es la forma adecuada de trabajar, de forma coordinada y evitando tener que crear nuevas estructuras científicas que las sociedades ya poseen.
En esta situación de crisis ¿Cómo está afectando ésta a su sociedad científica y qué es lo que cree que preocupa más a sus asociados?
Son dos preguntas muy relevantes en una sola cuestión. Por un lado, la crisis afecta a SEPAR, por supuesto, y estamos trabajando con el objetivo de no ceder a la presión económica y dejar de hacer lo imprescindible que es investigar, formar y concienciar.
¿Cómo lo hacemos? Con un esfuerzo muy importante de gestión propia de los recursos. Hacer lo mismo con menos o hacer más con lo mismo. Gracias a mucha colaboración desinteresada de nuestros socios que trabajan por voluntad y por la recompensa de un trabajo bien hecho y necesario. Así persigue y así consigue SEPAR una línea muy exitosa de trabajo en equipo. Por otra parte, lo que preocupa a nuestros asociados: que su calidad profesional se vea reconocida y velar por la calidad asistencial. En estas dos líneas estamos trabajando y procuramos, como Sociedad Científica, posicionarnos cuando creemos que es conveniente la defensa de nuestros intereses como profesionales y siempre teniendo en cuenta las necesidades de nuestros pacientes.
Ante los recortes en Sanidad ¿Cree que estamos asistiendo a un cambio de modelo sanitario o por el contrario entiende que estas medidas eran necesarias?
Nosotros como sociedad científica consideramos que es necesario mantener un sistema de salud pública que asegure los principios de universalidad, calidad y equidad. Hay que buscar sin duda las fórmulas de gestión más eficientes que aseguren la sostenibilidad del sistema, pero partiendo siempre de la existencia de estándares de calidad, indicadores que permitan una adecuada evaluación de resultados y por supuesto información y transparencia.
Desde luego creemos que ser eficientes en un sistema de salud público es casi una necesidad ética y claro que hay bolsas de ineficiencia. Por tanto, estamos a favor de introducir medidas y formas de gestión que supongan una mejora, pero no a cualquier precio.
¿Cuáles son las líneas rojas que no están dispuestos a traspasar?
A riesgo de ser repetitiva, la respuesta es sencilla: no podemos comprometer para nada la calidad asistencial. Pero esto no es suficiente: a esa calidad se ha llegado a través de la formación y de la investigación. No nos cabe duda de que, si en los nuevos modelos de gestión que puedan introducirse no se contempla la necesidad del médico de mantener su formación y de investigar, a medio plazo esto supondría por si mismo un deterioro en la calidad asistencial. Eso está demostrado: en los hospitales en los que se realiza investigación los indicadores de calidad asistencial son mejores.
¿Cómo valoran desde su sociedad científica un futuro cambio en el sistema retributivo y qué principios creen que deberían tenerse en cuenta?
Pues nosotros pensamos que ha de establecerse un modelo que suponga una motivación para el profesional. Esto ya se realiza en algunas de las pocas unidades asistenciales con autonomía de gestión: existen unos incentivos relacionados con objetivos que son aceptados y conocidos por los profesionales y que contribuyen a mejorar los resultados de la unidad y cuando digo mejorar no pienso solo en mejora de costes sino en indicadores de calidad y de coste/utilidad.
¿Cree que esta situación de crisis está sirviendo para, por fin, contar con los profesionales?
Pues al menos debería servir. El ministerio ha puesto en marcha grupos de trabajo y diferentes reuniones encaminadas a la participación precisamente de las sociedades científicas en la reordenación de la cartera básica de servicios y en la introducción de medidas de calidad y sostenibilidad. También algunas consejerías están dando pasos encaminados a una mejor comunicación con los profesionales a través de las sociedades, pero creo que todavía este acercamiento de las consejerías es escaso. Y es una pena, porque los profesionales somos sin duda los que tenemos el conocimiento necesario para establecer prioridades y racionalizar el uso de los recursos. Esto, que resulta obvio, se recoge además en la primera clase de cualquier curso de gestión, pero no parece que la administración siempre lo entienda así. Eso sin tener en cuenta el elevadísimo compromiso de los profesionales con sus sistema salud, compromiso que surge de sus principios éticos que para los médicos son irrenunciables.
¿Cuál es su opinión respecto a la colegiación universal, tras las últimas sentencias?
Pensamos que las ventajas del sistema de colegiación universal están bien contrastadas y por tanto nos posicionamos a favor. Los colegios juegan un papel fundamental en la regulación de la profesión y en la defensa de la misma, velando también por la salvaguarda de los principios deontológicos y porque cumplan todo el ordenamiento legal relacionado con el ejercicio profesional. Eso sí, aunque las sociedades científicas no tenemos entidad jurídica, si somos organizaciones de utilidad pública. Nuestros socios nos consideran su referente en el plano formativo, científico y también a la hora de posicionar la especialidad, un aspecto muy importante en cuanto que el gran auge experimentado por la medicina en nuestro país ha ido de la mano del desarrollo de las especialidades médicas y del sistema de formación MIR. Por tanto, también los colegios han de entender que no pueden ni deben ocupar el espacio de las sociedades científicas en esos aspectos.
