La Dra. Clementina López-Medina es especialista en Reumatología en el Hospital Universitario Reina Sofia, investigadora emergente IMIBIC (Contrato Juan Rodés) y co-fundadora de la Spin-off “Cobiomic Bioscience S.L.”. En esta entrevista a Médicos y Pacientes, la joven investigadora explica cómo es la carrera profesional en este ámbito y la necesidad de crear una figura de clínico investigador en el SNS
¿Qué la motivó a dedicarse a la investigación?
Desde secundaria me llamaban mucho la atención los problemas biológicos y de salud que permanecían sin resolver. En el último curso de la Licenciatura de Medicina, me incorporé como alumna interna al Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Reina Sofía, un servicio con gran tradición investigadora y con numerosos proyectos en marcha. Trabajar con ellos de estudiante hizo darme cuenta de que, dentro de la Medicina, me interesaba sobretodo la investigación y enfrentarme a los retos de las preguntas sin contestar o, a mi juicio, insatisfactoriamente contestadas. Por todo ello decidí realizar mi Formación Sanitaria Especializada y el Doctorado en dicho servicio.
¿En qué trabaja actualmente?
Actualmente tengo un contrato Juan Rodés otorgado por el Instituto de Salud Carlos III a médicos investigadores que quieren compaginar actividad asistencial e investigadora. Este contrato me está permitiendo dedicarme a la dirección de un proyecto FIS del que soy Investigadora Principal, cuyo objetivo es identificar biomarcadores predictivos de evolución y de respuesta terapéutica en pacientes con Artritis Psoriásica. Además, colaboro coordinando un proyecto que se nos otorgó en el año 2021 sobre Medicina Personalizada y de Precisión en pacientes con Espondiloartritis, encargándome sobre todo de los aspectos clínicos: reclutamiento de pacientes, coordinación de centros participantes y de análisis de datos, redacción de manuscritos, etc… Actualmente también compagino la actividad asistencial y de investigación con la docencia en la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba, impartiendo clase en los grados de Medicina y Fisioterapia. Además, recientemente hemos creado una Empresa de Base Tecnológica llamada Cobiomic Bioscience S.L. que tiene como objetivo el desarrollo de nuevas metodologías que combinan análisis de sangre, información clínica y bioinformática para poder identificar biomarcadores pronósticos y de respuesta terapéutica en enfermedades reumáticas.
Tiene más de 70 publicaciones, ¿qué destacaría de su carrera hasta ahora?
En mi carrera ha sido clave el trabajar fuera de España en un centro internacional. En mi caso, estuve realizando una estancia internacional post-doctoral de dos años en el Hospital Cochin de Paris y en el “Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (INSERM)”. Esta estancia no solo me permitió mejorar mis conocimientos científicos y capacidad investigadora, sino que también me dio la oportunidad de crear redes internacionales con otros grupos y centros europeos que sigo manteniendo.
Actualmente pertenezco a la “Assessment of Spondyloarthritis International Society (ASAS)” y al Grupo para el estudio de la Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER). Estas redes me permiten colaborar en numerosos proyectos nacionales e internacionales y posicionar al Hospital Reina Sofía e IMIBIC como uno de los centros de referencia en Espondiloartritis.
¿Qué ha sido lo más difícil? ¿Y lo más satisfactorio?
Lo más difícil es conciliar la actividad investigadora con la vida social y familiar, ya que la actividad investigadora en tremendamente absorbente. Al final, el investigador se encuentra solo frente a una sociedad que no siempre entiende tu trabajo y en ocasiones no se reconoce adecuadamente.
Frecuentemente, la investigación se continúa en la casa por las tardes e incluso durante los fines de semana. Cuando hay convocatorias de proyectos, fechas límite para entrega de artículos o reuniones que preparar, uno tiene que dedicar gran parte de su tiempo libre y vacaciones a estas tareas. Es por esto que hay que estar muy motivado para dedicarse a la investigación, además de encontrar un ambiente adecuado a tu alrededor que favorezca dicha actividad.
Lo más satisfactorio es el propio trabajo que me proporciona un alto grado de este sentimiento, tanto en la esfera profesional como en la personal. Lo que más me gusta es discutir ideas y preguntas de investigación con el resto del equipo, abordar los problemas que ocurren en el desarrollo de los proyectos, asistir a congresos y simposios y compartir el conocimiento sobre un tema. Todo ello y sobretodo, cuando se consigue una buena o muy buena publicación de nuestros resultados, me hace sentir que vale la pena mi trabajo.
¿Cuáles son las necesidades más urgentes en el ámbito de la investigación en España?
Desde el punto de vista de oportunidades laborales, para un médico investigador es difícil encontrar estabilidad laboral. El Instituto de Salud Carlos III es fundamental para este perfil de investigadores, ya que ofrece los contratos Rio Hortega y Juan Rodés. Sin embargo, estos contratos son temporales y no permiten la estabilización del personal investigador en el Sistema Nacional de Salud. Por ello, muchos médicos interesados en la investigación no tienen más remedio que presentarse a una Oferta Pública de Empleo (OPE) para estabilizarse, sin que estas plazas les permitan desarrollar su carrera investigadora.
Para mí, es fundamental la creación de una figura propia de Clínico Investigador, con estabilidad laboral, que nos permita desarrollar nuestra actividad asistencial e investigadora dentro del Sistema Nacional de Salud sin tener que vernos forzados a opositar a una plaza puramente asistencial.
Además, pienso que la integración en la Universidad sería la continuación adecuada de una carrera investigadora y clínica, ya que ofrece la posibilidad de realizar investigación, asistencia y docencia con estabilidad laboral asegurada.
Además de investigar, es reumatóloga, ¿cómo compagina ambas facetas profesionales?
Para compaginar ambas actividades cuento con el apoyo de mi Servicio y mi Hospital, ya que respetan la esencia del contrato Juan Rodés, que contempla que ciertos días a la semana se realice asistencia y otros días investigación. Por ello, tengo consulta clínica dos (a veces tres) días en semana, y el resto del tiempo realizo tareas de investigación, que incluyen análisis de datos, coordinación de proyectos, escritura de artículos, reuniones con los investigadores básicos, escritura de proyectos, etc. Esto me permite realizar tareas de investigación dentro de mi horario laboral.
Por otro lado, el compaginar ambas facetas facilita la aparición de nuevas preguntas de investigación y la traslacionalidad hacia el paciente, por lo que creo que es muy positivo el tener las dos facetas y no focalizarme en una sola.
