Tras la audiencia con el Papa Francisco, el presidente de la OMC atendió a los corresponsales españoles en la Plaza del Vaticano a los que informó de la audiencia privada mantenida en la Sala Clementina del Vaticano. “Le hemos expuesto todo lo que genera sufrimiento en las consulta del mundo medico latino-iberoamericano que representamos”, según señaló el Dr. Rodríguez Sendín
“A un médico le tiene que mover cualquier tipo de sufrimiento” “que llena de llanto las consultas” y que procede, según el presidente de la OMC, “de la falta de respuesta y de la profunda desigualdad entre pobres y ricos, a causa de las grandes fracturas sociales”.
Rodríguez Sendín alertó de que “la Sanidad también en España está en peligro porque, precisamente, no podemos tratar a todo el mundo por igual, a consecuencia de los recortes que están provocando unas listas de espera que pueden ser definitivas para muchos pacientes”.
Comentó la insolidaridad y falta de respeto a los derechos humanos en muchas partes del mundo, recordando a varios países de Iberoamérica y hasta la vieja Europa incapaz de responder a las necesidades de miles de refugiados.
Asimismo, lamentó que no haya un acceso justo en el mundo a los medicamentos esenciales, muchas veces por su precio excesivo y porque “los responsables de estos medicamentos y los defensores de los privilegios excesivos que otorgan las patentes quieren más beneficio del socialmente soportable en muchas partes del mundo”.
En su comparecencia ante los medios, el Dr. Rodríguez Sendín también hizo mención a otros temas como la violencia de género y la desigualdad entre mujeres y hombres y los cuidados al final de la vida. “No es de recibo que en los tiempos actuales haya gente que muera con sufrimiento y dolor sin aplicarle los medios, medidas y técnicas que tenemos a nuestro alcance con los cuidados paliativos”.
Se refirió, en concreto, a la sedación terminal, defendiendo que se trata de “otra técnica más que hay que aplicar correctamente a todo aquél que la precise, sin que exista razón alguna para no aplicársela a todos los pacientes, entre otras cosas porque la sociedad no va a soportar ver morir a la gente con dolor cuando, en realidad, tenemos medios para ayudar en esas situaciones”. Sobre esta cuestión, afirmó, que incluso, “la Iglesia recomienda la utilizar todos los medios al alcance de los médicos para paliar el dolor y la ansiedad en estados límites, sobre todo, al final de la vida”. “De no hacerlo así –advirtió- se corre el riesgo de que la sociedad acabe pidiendo medidas con las que en absoluto estamos de acuerdo los médicos”.
Lo que no puede ser, a su juicio, es echar mano a una “supuesta compasión mal entendida para acabar con la gente cuando ésta sufra dolor al final de su vida”. “Supuesta compasión” a la que también aludió el propio Pontífice, en su discurso, y a cuyas palabras se refirió, el presidente de la OMC: “Su Santidad hace del concepto de compasión una interpretación muy similar a la que hacemos los médicos desde la perspectiva profesional que es ponerse en lugar del otro e intentar ‘sentir con’ y ‘no sentir pena del que sufre”.
Además, destacó el talante mostrado por Francisco I con los médicos latino-iberoamericanos asistentes a la Audiencia. “Ha estado extraordinariamente simpático y agradable. Muy identificado con lo que le hemos expuesto”.
“Herramientas de médico”, como obsequio
El presidente de la OMC informó, además, de los obsequios entregados al Pontífice, entre ellos, un fonendoscopio que es un símbolo de la medicina, con las gomas en color rojo obscuro, en representación de la sangre extravasada, propia del sufrimiento en el mundo sin distinción de color de la piel, religión u otra condición, “con el ruego de que lo utilice para auscultar, diagnosticar y denunciar los sufrimientos en el mundo en el que vivimos”, detalló. El fonendoscopio iba incluido, además, en una caja forrada con los artículos más importantes del Código de Deontología Médica de la OMC.
Al final de su intervención le hizo entrega de la Carta de identidad y Principios de la profesión médica Latino-Iberoamericana de reciente aprobación. También le hizo entrega de un ejemplar del Código de Deontología y de un ejemplar del libro “Con-ciencia médica”, de la Dra. Mónica Lalanda, con una dedicatoria especial para el Santo Padre, reproduce cuestiones claves y relevantes de la Deontología médica a través del cómic, “con el que todos los ciudadanos puedan conocer e interpretar de forma sencilla los compromisos de los médicos y puedan exigirlos”, concluyó Rodríguez Sendín.