El Dr. Luis Alfonso Pérez Gallego, miembro del Observatorio de Nacional de Agresiones considera que la mejor medida para la prevención de Agresiones es “poder trabajar en un entorno seguro, sintiéndonos protegidos por la Administración y la Justicia” en una entrevista realizada con motivo del Día Nacional Contra las Agresiones a Sanitarios, que se celebra mañana miércoles
El secretario general del Colegio de Médicos de Zamora aboga por la utilización real de la Ley de Prevención de Riesgos de Riesgos Laborales y la aplicación de las Leyes del Código Penal para luchar contra las agresiones y convertir en realidad el slogan de la campaña “tolerancia cero”.
El Dr. Pérez Gallego resalta también el trabajo del Observatorio que este año ha puesto en marcha un nuevo sistema de codificación de sentencias que “va a facilitar la elaboración de un argumentario jurídico que permitirá saber dónde se cumplen los artículos 550 y 551 del Código Penal en España”.
Desde 2010 el Observatorio de Agresiones ha logrado importantes avances ¿Cuál es el balance de lo conseguido en este tiempo?
El balance es positivo. Se está consiguiendo sensibilizar a los médicos, y a la sociedad en general. Un logro muy importante ha sido que el médico en el ejercicio de su función sea considerado como Autoridad. Pero aún queda mucho camino por recorrer, puesto que ante las agresiones tenemos que tener “tolerancia cero”.
La reforma del Código Penal ha dejado un vacío para las agresiones verbales y las amenazas que pueden salir “gratis” al agresor. ¿Cuál es la estrategia del Observatorio en este sentido?
El Observatorio está trabajando para intentar conseguir que los insultos, las agresiones verbales violentas y las amenazas, sean consideradas también como delito y se les pueda aplicar el Código Penal.
¿Qué opina de la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos laborales como vía complementaria para luchar contra las agresiones?
Está claro que el empleador debe de tomar medidas de prevención y protección de sus trabajadores. Las dos vías se deben utilizar, tanto la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y la aplicación de las Leyes de nuestro Código Penal.
La gran asignatura pendiente es que las agresiones en el ámbito de la Medicina Privada se equiparen a cuando se producen en un ámbito público? ¿Cómo se puede lograr?
No se considera delito de atentado a la autoridad cuando se ejerce en la medicina privada, dándose la paradoja que quien ejerce en ambos sistemas sanitarios Público y Privado se le considera de modo distinto dependiendo del mismo. Creemos que ante los mismos actos médicos, la defensa del ejercicio profesional debe recibir el mismo tratamiento, siendo ésta una tarea prioritaria para el Observatorio de Agresiones.
¿Qué va a aportar el nuevo sistema de codificación de sentencias de agresiones que prepara el Observatorio?
El Observatorio de Agresiones, con la codificación de Sentencias, puede disponer en cualquier momento de un archivo que se puede presentar ante las Autoridades Legislativas y Jurídicas, y además será una base en la que las Asesorías Jurídicas de nuestros Colegios pueda trabajar para la defensa de nuestros médicos. Esta codificación resulta de capital importancia porque va a facilitar la elaboración de un argumentario jurídico que permitirá saber dónde se cumplen los artículos 550 y 551 del Código Penal en España. El resultado de estos avances marcarán las futuras líneas de actuación del Observatorio para los próximos años.
Este año además de presentar los datos correspondientes a 2015, se hará un análisis más exhaustivo de los datos de los primeros cinco años de actividad del Observatorio ¿En qué incide este análisis?
Queremos presentar este año un estudio pormenorizado de las Agresiones recogidas por los 52 Colegios de Médicos de España en los ultimos 5 años, en el que se va a plasmar más concienzudamente el perfil de los agresores y, cómo y dónde se agrede más a nuestras médicas y médicos. Todo ello encaminado a intentar conseguir que nuestro lema de “Tolerancia Cero” sea una realidad.
Cuándo un profesional sufre una agresión ¿Cuál es el protocolo a seguir? Como médico, ¿alguna vez se ha sentido agredido?
Si el profesional ha sufrido daños físicos debe acudir a los servicios médicos para ser atendido y obtener el correspondiente parte de lesiones. Así mismo debe personarse en la Comisaría de Policía o Cuartel de la Guardia Civil más cercano y presentar la correspondiente denuncia; por otra parte debe comunicar por escrito al Coordinador de su Centro de Salud o al Director-Gerente de su Hospital, adjuntando copia de la denuncia y del parte de lesiones y debe conservar una copia con el sello de registro. Y, lo más importante, comunicarlo a su Colegio de Médicos, que tomará las medidas oportunas para defender al médico agredido.
Personalmente, como médico no he sufrido agresión, aunque si he tenido situaciones de gran tensión con familiares y pacientes, que podrían haber terminado mal.
¿Cuál es la mejor manera de prevenir las agresiones?
La mejor medida para la prevención de Agresiones es poder trabajar en un entorno seguro, sintiéndonos protegidos por la administración y la justicia, Todo fomentado con una buena relación médico paciente.
¿Qué coordinación existe entre la Administración sanitaria y los Colegios de Médicos en lo referente a las agresiones que se producen en el ámbito sanitario?
En la comunidad a la que pertenezco, Castilla y León, se firmó un acuerdo entre la Junta y el Consejo de Colegios de Médicos de Castilla y León, para desarrollar acciones preventivas y evitar las agresiones a facultativos, que beneficia a los más de 9.600 profesionales de la Medicina (5.500 en Especializada, 4.000 en Primaria y 150 en Emergencias Sanitarias) que trabajan en los 4.000 centros de la Gerencia Regional de Salud
¿Los recortes y las complicaciones que ha sufrido la sanidad en estos años pueden repercutir negativamente en el número de agresiones?
En los últimos años, en plena crisis, no aumentó el número de Agresiones recogidas por el Observatorio de Agresiones a Médicos de la OMC, por lo que en mi opinión, la crisis no ha tenido relacion causa – efecto en el número de agresiones al personal sanitario.
