El doctor José Ramón Repullo reflexiona en este artículo de opinión sobre la realidad de la cohesión sanitaria en España reflejada en temas de tanta importancia como la tarjeta sanitaria, el copago farmacéutico,… Desde su punto de vista, resulta fundamental que el actual Gobierno actúe en defensa de dicha cohesión y de la calidad del Sistema Nacional de Salud
Madrid, 14 de febrero 2012 (medicosypacientes.com)
¿Tarjeta única y copago múltiple?, por el doctor José Ramón Repullo
No es fácil entender a los políticos. Cuando laboriosamente (casi) se ha conseguido que las 17 tarjetas sanitarias sean interoperables, y ya no importa que tengan logotipos de fantasía regional, resulta que el nuevo gobierno aspira a tener una única tarjeta. Y a la vez, resulta que lo único que nos unía del viejo sistema de Seguridad Social, el copago farmacéutico, va a comenzar a variar en cada Comunidad Autónoma.
En Mayo parece que CIU y PP dan en Cataluña el pistoletazo de salida a la tasa por receta de un euro, con techo de 62 anuales, no aplicación a fármacos baratos (menos de 1,62€), y exención a pobres (renta mínima de inserción y pensiones no contributivas).
Se abre pues un concurso de creatividad; las CCAA pueden ahora inventar copagos, coseguros, franquicias, techos máximos, exenciones y otras modalidades de costes compartidos, que vayan “a más a más” sobre el copago general del Sistema Nacional de Salud. Excelente idea: lo que nos unirá en el futuro a todos los españoles, más que un catálogo “básico” (ojalá que no sea “mínimo”), será un copago básico, sobre el cual construirá cada región su propio sistema recaudatorio de fantasía.
¿Donde queda el discurso de la cohesión del SNS?; ¿se imaginan los problemas prácticos de segmentar la prestación farmacéutica?; ¿cómo se podrán mover personas y recetas dentro de España?. Mientras la directiva transfronteriza avanza para normalizar a lo largo de 2012 la atención sanitaria dentro de la Unión Europea, nosotros diversificamos las reglas de juego. Spain is different, como de costumbre.
Podría pensarse que esto responde a preferencias regionales legítimas; que forma parte de la idiosincrasia autonómica poner este tipo de normas específicas y distintivas. ¿Alguien puede creer este disparate? Pero si se piensa bien es la típica medida donde la diversificación tiende a saldarse con mermas generales de eficiencia (todos pierden y nadie gana).
¿Porqué no hacer lo que venimos proponiendo muchos?: reformar el ineficiente e injusto copago farmacéutico. ¿Qué tal un grupo de trabajo ad hoc en el Consejo Interterritorial que haga una rápida propuesta?; ¿y si hay que cambiar, porqué no lo hacemos todos a la vez?
Da pena ver qué lejos quedan las promesas electorales; qué pronto se caen ante la “realpolitik“; y qué rápido se muestra la demagogia o la fabulación del marketing político. El Partido Popular debería reflexionar sobre su falta de coherencia, y asumir que tiene una gran responsabilidad en defender la cohesión y la calidad del Sistema Nacional de la Salud. Le toca gobernar, no mirar atrás o al lado.
Lo curioso del caso, es que podríamos acabar imprimiendo el águila imperial del INP en una tarjeta hispana, pero dejando que el sistema se fragmente y se vuelva más y más inequitativo e injusto por la incapacidad del Gobierno de España para contener la compulsión recaudatoria regional. Una compulsión que deja intactos los impuestos cedidos y los tramos de impuestos que pueden modificar al alza las Comunidades Autónomas: patrimonio, sucesiones, IRPF, céntimo sanitario, etc. ¿No es sorprendente que se encuentre la solución a través de un impuesto a la enfermedad? Porque, recordemos, que es un impuesto recaudatorio y no disuasorio, ya que los pacientes no se recetan a sí mismos; debería hacer pensar que el único copago que tenemos en el Servicio Nacional de Salud español coincide con nuestra más distintiva señal ante otros países europeos: el altísimo consumo en farmacia. Y sin embargo donde no tenemos ningún copago (uso de hospitales), estamos a la cola de la Unión Europea en tasas de frecuentación.
Tarjeta única y copago múltiple. O quizás ni siquiera: tarjeta múltiple y copago asilvestrado. Triste espectáculo que esperamos que la Ministra Mato y la Secretaria Farjas no permitan que ocurra.
Dr. José Ramón Repullo, médico