El doctor Marcos Gómez Sancho, ex presidente de la Comisión Central de Deontología Médica de la Organización Médica Colegial, ha alertado sobre la necesidad de formar a los médicos en cuidados paliativos, según manifestó durante una conferencia pronunciada, recientemente, en el Colegio de Médicos de Castellón
Bajo el título «Los últimos días de vida. Morir en paz», este experto en cuidados paliativos abordó cómo deben afrontar los médicos el trato con los pacientes terminales y sus familiares. Recalcó que la formación en cuidados paliativos sigue siendo una asignatura pendiente del sistema educativo médico. El acto, organizado por la Fundación del Colegio de Médicos, fue presentado por el presidente del mismo, José Antonio Herranz.
En su exposición abordó cómo se han perdido antiguas tradiciones en las que desde pequeño se convivía con la muerte como algo natural. «Eso se ha perdido y ahora se envía a los enfermos a los hospitales donde son tratados sin el calor de la familia». Algo que considera que se debe recuperar en aras a la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
El doctor Gómez Sancho consideró fundamental la formación específica de los profesionales médicos tanto el pregrado como en el postgrado para aprender a desenvolverse en situaciones tan difíciles como tratar con los pacientes terminales y sus familias.
De ahí que, pese a lo que incluye el Plan Bolonia, la asignatura de Cuidados Paliativos es la que tienen pendientes “nuestras facultades de Ciencias de la Salud, porque de las 41 existentes, tan sólo en 20 se imparte esta materia y de ellas, sólo en 7 es una asignatura obligatoria”. Y ello, a pesar de que es importante para el profesional tener los recursos, apuntó, para abordar esas situaciones.
Al margen de la universidad, recordó que en España no hay una Ley a nivel nacional que regule los cuidados paliativos, pese a que en 2011 e impulsada por el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero hubo un intento de establecer una norma reguladora, que se aprobó en Consejo de Ministros en mayo de ese año. El proyecto pretendía proteger la dignidad de las personas enfermas en fase terminal o en situación agonía, así como garantizar el “pleno respeto de su libre voluntad” en la toma de las decisiones sanitarias que afecten a dicho proceso. Sin embargo, tras remitirse en junio de ese mismo año al Congreso de los Diputados para iniciar su tramitación parlamentaria, quedó aparcada tras el adelanto de Elecciones Generales al mes de noviembre.
Desde la OMC, como se recordó finalmente, «se defienden los cuidados paliativos como la mejor alternativa y la sedación terminal como derecho cuando se cumplan los criterios para su aplicación».
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