El programa DNA-Prokids y DNA-pro-organ se ha reconocido con el premio ‘Entrega y compromiso’ en la sexta edición de los Premios Médicos y Pacientes.
El Dr. José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada y fundador del programa, explica en esta entrevista a Médicos y Pacientes que el objetivo de DNA-Prokids es “hacer un mundo más seguro para la infancia”. Por su parte, DNA-ProOrgan “pretende ayudar a los profesionales implicados en el proceso del trasplante”.
Se ha reconocido a DNA-Prokids y DNA-ProOrgan con el premio ‘Entrega y compromiso’ en la VI edición de los Premios Médicos y Pacientes, ¿qué significa recibir este premio?
Significa mucho, porque el hecho de provenir de “Médicos y Pacientes” implica que hay una sensibilidad hacia estos temas por parte de los profesionales médicos y del conjunto de la sociedad, y eso es muy importante porque es la clave de su éxito.
¿Cómo surgió el proyecto?
DNA-PROKIDS surgió en 2004, al observar que en las calles de muchas ciudades de países de diversas regiones del mundo había niños muy pequeños sin sus padres. Tras preguntar me decían que la mayoría de los padres estaban no muy lejos, pero que había casos en los que no se sabía quienes eran los padres, y que del mismo modo en los orfanatos había niños sin identificar (obviamente nos centramos en menores que no saben hablar o que no recuerdan cómo identificar a su familia). A partir de ahí nació este programa, que realiza bases de datos de ADN de niñas y niños sin identificar para compararlo con el de familiares de menores robados o desaparecidos.
DNA-ProORGAN nació en 2016 como intento de controlar el tráfico de órganos, problema creciente en todo el mundo. En España, gracias al impecable funcionamiento de la ONT, no somos conscientes de la magnitud del problema. Este programa es capaz de detectar ADN del órgano que ha sido trasplantado, garantizando así su trazabilidad, lo cual permite verificar el procedimiento en su conjunto.
¿Cuál ha sido su evolución y principales logros desde su inicio hasta hoy?
DNA-PROKIDS ha conseguido identificar a más de 3200 niñas y niños en diversos países del mundo, menores que han sido devueltos a sus padres y que de otro modo nunca podrían haber sido identificados. Del mismo modo, se ha conseguido limitar el número de adopciones ilegales. Guatemala (a través del INACIF), y Tailandia (a través de la Policía Real Tailandesa) son perfectos ejemplos del funcionamiento del mismo.
DNA-ProORGAN, por su parte, está en fase de desarrollo y pilotaje. Estamos trabajando de la mano con la asociación médica de China y su organización de trasplantes, así como con la Federación Iberoamericana de Entidades Médicas (FIEM) y con la CONFEMEL de la mano de la OMC, para centrar esfuerzos coordinados en Latinoamérica.
¿Cuáles son los principales objetivos de este proyecto para el futuro?
El principal objetivo de DNA-PROKIDS es hacer un mundo más seguro para la infancia, garantizando que cada vez que haya un menor sin identificar o sospechas de que un menor está fuera del contexto familiar, se le pueda identificar y enviar de regreso con su familia; esto incluye los casos de adopciones internacionales en los que haya algún tipo de duda.
DNA-ProORGAN pretende ayudar a los profesionales implicados en el proceso del trasplante (desde la extracción hasta la implantación del injerto) a demostrar que todo el proceso ha sido hecho de modo legal, incluyendo consentimientos válidos, al poder realizar una trazabilidad objetiva nacional e internacional.
¿Cómo valora el papel de la comunicación sanitaria y científica y su impacto en la sociedad?
Es clave, es imprescindible y necesaria una comunicación sanitaria y científica seria, de la mejor calidad, para que la sociedad sea consciente de lo que está pasando y tenga unas expectativas reales. No todos, pero la mayoría de los fondos en el sector sanitario tienen un origen público, en los impuestos que pagamos los ciudadanos que conformamos la sociedad, y a todos se les debe (se nos debe) una comunicación eficiente y seria que permita tomar decisiones en un sentido u otro, a través de asociaciones o a través de ejercicio democrático al votar.