El premio por la labor de una asociación de pacientes de la VI edición de los premios Médicos y Pacientes es para la Asociación Española Contra el Cáncer.
Ramón Reyes, presidente de la AECC, responde esta entrevista a Médicos y Pacientes, en la que destaca la necesidad de una comunicación efectiva para “asegurar que la persona con cáncer no acude a las pseudoterapias con la esperanza de promesas sin base ni fundamento”.
Se ha reconocido a la Asociación Española Contra el Cáncer por la labor de una asociación de pacientes en la VI edición de los Premios Médicos y Pacientes, ¿qué significa recibir este premio?
Para nosotros este reconocimiento de la profesión médica a nuestro esfuerzo para lograr una atención integral de las necesidades de los pacientes es un orgullo y también una prueba de que colaborando podemos fomentar la humanización en la atención, garantizando que se atiendan las necesidades terapéuticas, además de las emocionales, sociales, económicas y de cualquier índole que produce el cáncer en quienes lo padecen y en sus familias.
Además, este premio no solo reconoce la labor de la Asociación Española Contra el Cáncer, sino también la generosidad de la sociedad para hacerla posible. Este reconocimiento es también una gran oportunidad de seguir difundiendo nuestros servicios gratuitos entre los profesionales sanitarios, para que con su ayuda podamos llegar a más personas que nos puedan necesitar, pero que desconocen que estamos aquí para ayudarles.
¿Qué valor le dan a la comunicación en el ámbito sanitario y especialmente de cara a los pacientes?
La comunicación es fundamental en la atención de los pacientes por diversas razones, ya que facilita un diagnóstico preciso, porque cuando los pacientes pueden expresar claramente sus síntomas y preocupaciones, los profesionales de la salud tienen más información para hacer un diagnóstico adecuado. También mejora la adherencia al tratamiento, a través de una mayor comprensión del mismo. A su vez, contribuye a reducir la ansiedad y el miedo, generando confianza y reduciendo el estrés.
La comunicación también promueve el bienestar emocional, haciendo que los pacientes se sientan apoyados. Y no menos importante es el hecho de que a través de una buena comunicación se reduce el riesgo de confusión o incluso se evita la posibilidad de caer en pseudoterapias, que en ocasiones pueden provocar que los pacientes incluso abandonen el tratamiento para someterse a estas prácticas.
En la Asociación estamos convencidos de que una comunicación efectiva entre los profesionales de la salud y los pacientes puede llegar a mejorar tanto el cuidado médico como la experiencia del paciente, además de asegurar que la persona con cáncer no acude a las pseudoterapias con la esperanza de promesas sin base ni fundamento.
Los pacientes de cáncer son un colectivo especialmente vulnerable ante el fenómeno de los bulos y la desinformación, ¿cómo trabajan desde la AECC en este sentido?
La desinformación es una amenaza para nuestra sociedad, cada día se genera gran cantidad de bulos en torno al cáncer que en muchos casos responden a intereses creados. Por ese motivo, en la Asociación tenemos el objetivo de combatir información falsa que puede llegar a poner en peligro la salud de la población basándonos en datos contrastados siempre de fuentes fiables que se apoyen en la ciencia.
Para ello desarrollamos campañas en redes sociales, la misma fuente en la que se difunde la gran mayoría de bulos, con el objetivo de promover un diálogo abierto con canales accesibles en los que los pacientes puedan aclarar sus dudas, como es nuestro teléfono de atención infocáncer 900 100 036. Además, colaboramos con medios y plataformas dedicadas a corregir bulos en salud y cáncer.
¿Qué papel deben de jugar los pacientes dentro del Sistema Nacional de Salud?
Los pacientes reclaman cada vez más un rol más activo en el proceso de su enfermedad, lo que significa que quieren involucrarse en la toma de decisiones sobre su tratamiento, colaborando con los profesionales de la salud para encontrar la mejor solución para su situación y compartiendo la responsabilidad de su propio cuidado. La participación de los pacientes contribuye a su vez a mejorar el sistema, aportando su experiencia directa para mejorar la calidad y accesibilidad de los servicios, para lograr que las políticas de salud se alineen mejor con las necesidades reales de los pacientes, que son los usuarios de estos servicios.
Esto se puede lograr gracias a la retroalimentación que supone la evaluación de los servicios por parte de los pacientes, impulsando la innovación para adaptar el sistema a las necesidades actuales y reales de los pacientes, que garantices una atención integral de sus necesidades.
¿Cuáles son las principales líneas de actuación y preocupación de la AECC tras la pandemia?
La pandemia ha posicionado la salud como una de las principales prioridades de nuestra sociedad, siendo una cuestión que debe atenderse con una estrategia eficaz y con los recursos adecuados. En el caso del cáncer nos encontramos un reto enorme, ya que es una enfermedad que afecta a 1 de cada 2 hombres y 1 de cada 3 mujeres, con una incidencia en aumento especialmente entre población cada vez más joven.
Es por ello que actuamos en 3 ámbitos: reduciendo el número de casos de cáncer, haciendo frente al tabaquismo, que causa 1 de cada 3 casos, trabajando para evitar que los jóvenes se inicien en el consumo del tabaco o derivados, como los vapeadores y alcanzar la primera Generación Sin Tabaco en el 2030. Otra línea de actuación es el aumento de la supervivencia, por una parte a través de la detección precoz, movilizando a la población para participar en los cribados poblacionales y por otra parte impulsando la investigación para lograr cada vez mejores tratamientos y diagnósticos.
Y por último, tenemos el reto de apoyar la humanización en la atención de los pacientes, garantizando que se responde a las necesidades bio-psico-sociales de las personas con cáncer con una atención integral. Objetivos que tienen que estar guiados por la equidad, haciendo posible que todas las personas tengan las mismas posibilidades ante el cáncer, vivan donde vivan y cualesquiera que sean sus circunstancias socioeconómicas.