Desde la Organización Médica Colegial se trabaja desde hace ya un tiempo sobre el nuevo profesionalismo del siglo XXI. En este sentido, se ha ido avanzando en todo el proceso ligado a la regulación de la profesión con el objetivo final de aumentar su legitimidad y la de sus instituciones, los Colegios de Médicos, frente a la sociedad. En este marco de la regulación es donde se instaura la validación periódica de la colegiación, cuya razón de ser radica en garantizar que los profesionales médicos que velan por la salud de los ciudadanos mantienen un nivel de competencia adecuado y que reúnen los requisitos necesarios para el ejercicio de su profesión. Con el fin de establecer sinergias y acciones conjuntas en torno a este nuevo escenario, representantes de diversas Sociedades Científicas acudieron, recientemente, a la sede de la OMC, donde discutieron junto a los miembros de la Comisión Permanente del CGCOM distintos aspectos concernientes a esta iniciativa
Madrid, 19 de febrero 2010 (medicosypacientes.com)
De acuerdo con los actuales estatutos del Consejo General de Colegios de Médicos, el CGCOM debe ?actualizar la competencia profesional de los médicos, ejerciendo las funciones de acreditación y registro oficial? con el fin de mejorar la confianza social y la satisfacción profesional, así como garantizar la mejor asistencia posible al ciudadano.
Alrededor de una veintena de Sociedades
Científicas intercambiaron impresiones con la
OMC sobre la validación de la colegiación.
Desde la Organización Médica Colegial se trabaja desde hace ya un tiempo sobre el nuevo profesionalismo del siglo XXI. En este sentido, se ha ido avanzando en todo el proceso concerniente a la regulación de la profesión con el objetivo final de aumentar su legitimidad y la de sus instituciones, los Colegios de Médicos, frente a la sociedad. Así se lo han expuesto los miembros de la Comisión Permanente de la OMC a representantes de cerca de una veintena de Sociedades Científicas con las que se han reunido en la sede de la OMC para establecer sinergias y acciones conjuntas en un nuevo concepto enlazado al profesionalismo del siglo XXI como es la validación periódica de la colegiación.
La razón de ser de dicha validación radica en garantizar al conjunto de la sociedad que los profesionales médicos que se ocupan de la salud de los ciudadanos mantienen un nivel de competencia adecuado y que reúnen los requisitos necesarios para el ejercicio de su profesión.
Dicha validación está relacionada, a su vez, con la regulación por una parte del licenciado que entra a formar parte del conjunto de la profesión y de los Colegios Profesionales, y que en ello se trabaja conjuntamente con la Conferencia de Decanos y con el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina. Pero, por otro lado, también está enlazada con la recertificación o la acreditación de competencias tanto transversales como específicas de cada una de las especialidades médicas, en las que intervienen las Sociedades Científicas.
En una primera fase de implantación, la validación periódica de la colegiación se centra básicamente, en tres elementos. En primer lugar, la buena praxis, o la certificación expedida por cada Colegio correspondiente en la que constará la falta o existencia de reclamación, queja o renuncia de competencia del médico colegiado.
De izda. a dcha. los doctores Gual, Romero,
Sendín y Gutiérrez, promotores de la reunión.
En segundo lugar, la posible certificación de indicio o existencia de enfermedad física o mental. Y, por último, un certificado profesional-laboral, en el que entraría el empleador. Una certificación expedida por el empleador en el que constarán las fechas trabajadas en el período solicitado y la falta o existencia en su caso de reclamación, queja o denuncia del médico colegiado.
Como se ha especificado en la reunión mantenida con las Sociedades Científicas, se trata de una validación siempre voluntaria y de mínimos, se comienzan con unos objetivos asumibles y conseguibles a corto plazo. Respecto a la periodicidad con la que se llevaría a cabo dicha validación se ha establecido, en principio, que sea de seis en seis años, equivalente a la duración de los estudios de grado de Medicina. Según se señaló, todos estos requisitos ya han sido aprobados por la Asamblea General de la OMC.
Los responsables de llevar a cabo este proceso deberían ser en un principio los Colegios de Médicos coordinados por el Consejo General de Colegios de Médicos. Los Colegios deberían ser los que instrumenten este conjunto de acciones, a propuesta de cada Colegio provincial, el CGCOM certificaría el mantenimiento de la ?licencia? para proseguir con la actividad asistencial y mantendría el registro unificado de profesionales a nivel de todo el Estado.
Después, y en función de los resultados, puede ir implementándose en otras áreas como la recertificación o certificación de la competencia, que se intentaría llevar adelante con instrumentos tales como: la certificación de la formación médica continuada; la valoración de las competencias transversales del médico, donde tienen un papel importante las Sociedades Científicas; y la valoración de las competencias específicas; aquí, el papel de las Sociedades Científicas sería predominante.
Por otra parte, la participación de los ciudadanos, pacientes y usuarios también es necesaria. Para ello, se ha pensado desde la OMC poner en marcha un Consejo social con la inclusión diversas organizaciones tanto de pacientes como de consumidores y usuarios.
Tres etapas
La implantación de todo este proceso se llevaría a cabo en tres fases:
- Primera fase (2010-2011). Durante la misma, se incorporarían los tres primeros instrumentos a nivel de todos los Colegios de Médicos: certificación de buena praxis; certificación de existencia de enfermedad física o mental cuando proceda; y certificación del empleador, con el análisis de la estructura que se precisaría.
- Segunda fase: (2011-2012). Se consolidaría el núcleo de la validación de la colegiación. Comenzarían a introducirse los certificados de formación médica continuada. Además, se iniciaría el trabajo con las Sociedades Científicas sobre competencias transversales y específicas.
- Tercera fase: (a partir de 2012). Se plantea como un período posterior, con la incorporación de la valoración de las competencias transversales y de las específicas. Tras lo cual se abordaría la certificación de la competencia o recertificación.
Durante este encuentro con las Sociedades Científicas, hubo unanimidad a la hora de pensar que ?tarde o temprano, la sociedad nos va a exigir que los profesionales garanticemos nuestra competencia por ello es mejor que comencemos el proceso desde la propia profesión médica a que se nos imponga desde afuera?.
