La Ciudad Autónoma de Ceuta, con su presidente Juan Jesús Vivas a la cabeza, y acompañado del presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Dr. Juan José Rodríguez Sendín; y el presidente del Colegio de Médicos de Ceuta, Dr. Enrique Roviralta, entre otras autoridades, rindió un homenaje al que fuera su alcalde, el médico Dr. Antonio López Sánchez-Prado
El Dr. Sánchez-Prados, sevillano de nacimiento, pero afincado en Ceuta, realizó una gran labor asistencial y también política durante la Segunda República y diputado en las Cortes Generales Constituyentes en España. Estuvo al frente de la Clínica de Partos y Ginecología del Hospital de Cruz Roja y trabajó como Tocólogo en la beneficencia municipal. Muy querido por la mayoría de ceutíes, fue distinguido por su labor con los más necesitados.
Fue fusilado en 1936, durante las primeras horas de la Guerra Civil, tras una gran labor con los enfermos más vulnerables a los que, según relatan personas mayores, no sólo no les cobraba la visita, sino que les compraba las medicinas o les dejada dinero de bajo de la almohada para ayudarles en sus necesidades más elementales.
El Dr. Roviralta destacó que «sigue siendo venerado por muchos ceutíes, le dejan flores continuamente en su estatua y en su mausoleo del cementerio de Santa Catalina. Incluso en la UCI los familiares dejan estampitas en la cabecera de los pacientes y hay dos que nunca faltan: la de Fray Leopoldo y la del Dr. Sánchez-Prado».
El presidente del Colegio de Médicos de Ceuta comento que «hoy, 80 años después de su muerte estamos aquí reunidos la representación de la profesión médica de nuestro país al completo para rendir un merecido homenaje al Dr. Sánchez-Prado, al médico que vino a Ceuta y cuyos restos reposan en nuestra querida tierra, por los valores médicos deontológicos que representa de entrega a los demás y especialmente a los más necesitados, abnegación , de responsabilidad social, como ejemplo para nosotros. Estamos convencidos que después del reconocimiento del pueblo de Ceuta éste es el que más le hubiera gustado, el de sus compañeros».
El Dr. Roviralta aprovechó la ocasión para reclamar de los poderes públicos competentes que la placa que recoge su nombre de Alcalde Sánchez-Prado «se añadiera el de la profesión que él amó y se llamara Alcalde Dr. Sánchez Prado». Propuesta que fue recibida de buen grado por Juan Jesús Vivas.
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Dr. Juan José Rodríguez Sendín, expresó que una de las grandezas de la Medicina es que sirve de puente entre la ciencia y la sociedad, “por este motivo no será nunca exclusivamente tecnología, ni resolución de diagnósticos, ni competencias, porque precisa otros componentes para poner a disposición de la gente todos los avances de la ciencia”. De este modo, aseguró que “los médicos podemos diseñar pero son los políticos los que nos tienen que permitir poder implementar”.
Con este argumento, el Dr. Rodríguez Sendín consideró que “la política es Medicina a gran escala, para intentar mejorar la vida de las personas con las mejores condiciones posibles y una lucha permanente con las fracturas y desigualdades sociales, como el hambre y la pobreza”.
En este punto, el presidente de la OMC ensalzó la figura de Sánchez-Prado que “supo combinar adecuadamente las labores asistenciales con las sociales, porque ambas son inseparables”. Asimismo, resaltó que para llevar a cabo las iniciativas necesarias hay que tener en cuenta la dimensión económica de los proyectos, algo que Sánchez-Prado tenía claro, “por eso cuando sus pacientes no podían pagar sus Medicinas, les dejaba una moneda debajo de la almohada”.
La ética es otro elemento clave del que el homenajeado hizo gala. El Dr. Rodríguez Sendín afirmó que “es imposible una ciencia sin ética en Medicina, al igual que no hay ética sin ciencia, porque toda la ética que se soporte sin ciencia probablemente sea un cuento”. Sánchez-Prado introdujo en su labor elementos éticos, “lo que nosotros llamamos profesionalismo”. El Dr. Rodríguez Sendín hizo hincapié en que “el homenaje que le hacemos es a lo que encarna que son los valores de la profesión médica”. En palabras del presidente de la OMC “las muecas esperpénticas de la historia, que tanto dolor causó a España, se lo llevó por delante por combinar los principios de la gran política con los de la gran Medicina”.