El asma es la cuarta causa de absentismo laboral y la primera de ausencia escolar, por delante de cualquier otra enfermedad crónica, además, desde la SEPAR se advierte que casi el 50 por ciento de los pacientes asmáticos están insuficientemente controlados. De ahí, y con motivo de su adhesión al Día Mundial del Asma, esta Sociedad Científica incide en la importancia de tomar en serio la enfermedad y de la correcta adherencia al tratamiento
Madrid, 5 de mayo 2015 (medicosypacientes.com)
El asma es una enfermedad crónica que afecta a unos dos millones y medio de personas en España. La padecen el 5% de los adultos y es más prevalente en mujeres que en hombres (dos de cada tres asmáticos son mujeres y uno de cada tres son hombres). Esta cifra se incrementa en el caso de los niños, llegando a afectar hasta a un 12% de la población infantil. Algunos factores de riesgo facilitan la persistencia de la enfermedad en la adolescencia y en el periodo adulto, como tener antecedentes familiares de asma, ser alérgico y presentar la enfermedad asmática antes de los 2 años, según datos aportados por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo del Día Mundial del Asma, que se celebra hoy
Desde esta Sociedad Científica se advierte, además que del 30% al 50% de los pacientes asmáticos están insuficientemente controlados. “De ahí la importancia de tomar en serio esta enfermedad y sensibilizar sobre la correcta adherencia al tratamiento y su control como modo de garantizar una mejor calidad de vida a nuestros pacientes”, según recomienda
El asma es la cuarta causa de absentismo laboral y la primera de ausencia escolar, por delante de cualquier otra enfermedad crónica. “El asma es una enfermedad prioritaria para la neumología ya que requiere especial implicación por parte de los profesionales sanitarios”, explica la Dra. Eva Martínez Moragón, coordinadora del Área de Asma de SEPAR. A los datos de prevalencia como que en Europa occidental, los casos de asma se ha duplicado en diez años, hay que añadir los económicos. Por ejemplo, cabe destacar que al gasto sanitario directo del asma como enfermedad laboral se le atribuyen unos 170 millones de euros al año, de los que algo más de 18 millones corresponderían al tratamiento sanitario de los casos que requieren atención especializada.
Aunque el coste del control del asma es muy elevado, la existencia del infra diagnóstico y el mal control de la enfermedad suponen un gasto mayor. Aunque la enfermedad aparentemente es fácil de diagnosticar, existen pacientes con asma que no están identificados y otros diagnosticados de asma que no padecen esta enfermedad. Estos dos hechos son consecuencia de varios factores, entre los que se pueden citar, que los síntomas pueden llegar a confundirse con otras enfermedades “y para esto no ocurra es necesario hacer espirometrías de forma sistemática en atención primaria y remitir a los pacientes sospechosos que no hayan podido diagnosticarse solo con la espirometría a los especialistas”, explica la Dra. Moragón. Cerca de un 2% de los ingresos en hospitales españoles es producido por crisis asmáticas y un 80% de éstos son evitables con un tratamiento adecuado. El asma mal controlado resulta caro; en los países desarrollados se podría ahorrar hasta un 2% de la inversión sanitaria total.
Con la llegada de la primavera, además, se incrementa el número de casos de asma alérgica, debido a alérgenos ambientales como el polen. Entre los factores externos que pueden desencadenar los síntomas del asma se encuentran alérgenos como el polvo, los hongos, el pelo de los animales y los pólenes. Otros inductores de la enfermedad son irritantes como el humo del tabaco, los altos índices de contaminación atmosférica, los barnices, aerosoles y productos de limpieza. Por último, los cambios climáticos, las tormentas eléctricas, las emociones y el estrés también pueden inducir al asma.
Según la Dra. Moragón “el primer paso es hacer un diagnóstico correcto ya que hay muchos asmáticos que desconocen que padecen esta enfermedad y relacionan sus síntomas con otras muchas causas como alergia, catarros o la ansiedad. Y si el paciente no está diagnosticado no puede llevar un tratamiento adecuado ni es capaz de reconocer ni tratar sus desencadenantes”. Para la especialista “es necesario concienciar a los pacientes de que el asma es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento continuado, ya que, en la mayoría de los casos, el asma se puede controlar totalmente y debe permitir que el paciente lleve una vida normal”.
La Dra. Pilar de Lucas, presidenta de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) explica que “esta Sociedad Científica lidera la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA4.0), que este año publica su cuarta edición. El objetivo de GEMA es el de mejorar el control y la calidad de vida de los pacientes con asma. GEMA es un consenso de 101 expertos en asma, representantes de 13 sociedades científicas (SEPAR, GRAP, SEAIC, SEFAC, SEFC, SEICAP, SEMERGEN, SEMES, semFYC, SEMG, SENP, SEORL, y SEPEAP) y la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Respiratorias (FENAER). “Con GEMA buscamos incrementar la formación de todos los profesionales sanitarios implicados en la atención de las personas afectadas por el asma”, añade esta neumóloga.
Asimismo, SEPAR colabora en una campaña del Instituto Mundipharma, junto con SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica), que bajo el lema Que el asma no te pare, se dirige a la población con el objetivo de concienciar a los pacientes sobre la importancia de tratar esta enfermedad respiratoria crónica. La Dra. Pilar de Lucas comenta que “datos científicos corroboran que los costes del asma dependen del nivel del control individual de cada paciente y del grado en que se eviten las exacerbaciones.