Madrid, 16 de junio de 2009 (medicosypacientes.com)
El presidente de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Julián Conejo-Mir, destacó que los profesionales del ramo están empezando a realizar, “cada vez de forma más usual”, screening genéticos para detectar el melanoma en aquellas personas que, a priori, “no cumplen con el patrón común de los pacientes que se exponen al sol de forma prolongada y sin una adecuada protección solar”.
Según Julián Conejo-Mir , los dermatólogos están empezando a desarrollar “de forma cada vez más habitual en sus consultas”, test genéticos en personas cuyo perfil familiar tiene antecedentes de haber desarrollado este tumor de piel.
De hecho, advirtió de que la presencia del gen P16/CDKN2A, una mutación del gen P16, “es un indicador que revela una más que probable aparición del melanoma a lo largo de la vida de una persona”.
Así, detalló que tres de cada diez personas que han desarrollado un melanoma portaban esta mutación del gen P16, toda vez que admitió que las personas que tienen dicha mutación, pero que aún no han desarrollado el cáncer de piel, “tienen hasta un 80 por ciento más de probabilidades de desarrollarlo que una persona sin esa mutación”.
De igual modo, aludió al incremento de consultas en las que se llevan a cabo screening en la piel de personas “con más de cien lunares”, ya que la cantidad también puede ser un indicador en la aparición de este tumor.
Según explicó, esta prueba permite obtener un ‘mapa de lunares’ de la persona y analizar con más detalle si portan algún lunar con asimetría, bordes irregulares, un color no homogéneo, un diámetro mayor de seis milímetros y en el que además se constate una evolución del mismo.
Por otra parte, se refirió a la existencia de algunos estudios que hablan de otros factores ajenos al sol que pueden estar detrás del melanoma.
“El melanoma no es sólo un tumor que potencia el sol; en esta patología hay un 30 por ciento de personas que toman mucha protección solar y no se exponen apenas al sol, pero que aún así lo desarrollan”, reconoció este especialista.
En este sentido, señaló que en países como Suecia “ya han advertido de que estos casos pueden deberse a otros factores medioambientales, como la frecuencia modulada que emite la telefonía móvil o la propia dieta”. Con todo, admitió que aún es pronto para conocer qué de cierto puede haber en estos estudios.
Sea como fuere, los principales factores de riesgo a la hora de padecer un melanoma son la aparición de quemaduras esporádicas e intensas, con mayor trascendencia en la infancia, la cantidad de lunares, el fototipo de piel y los antecedentes familiares y personales.