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Asma, información básica

El asma varía desde una enfermedad leve e intermitente a un trastorno crónico, intenso y debilitante en el que los pacientes tienen dificultades para respirar de forma diaria y casi continua. La inflamación de las vías aéreas no sólo produce dificultades para respirar, sino que también causa un aumento de la sensibilidad de las vías aéreas ante diversos estímulos como, por ejemplo, el ejercicio, el aire frío o el polen

Madrid, 30 de mayo 2009 (medicosypacientes.com)

Se calcula que en todo el mundo hay aproximadamente 300 millones de personas con asma, lo que sitúa a esta enfermedad crónica como una de las más frecuentes, con una incidencia que va aumentando año en año, con especial incidencia en los niños y en las personas que viven en grandes ciudades.

?Médicos y Pacientes? les ofrece el presente reportaje de carácter general divulgativo, a fin de contribuir al mejor conocimiento de esta enfermedad de la que se ha estimado que para el año 2025 serán más de 100 millones de personas los que la padezcan en todo el mundo.

ASMA, INFORMACION BASICA

¿Qué es el asma?

El asma es un trastorno inflamatorio crónico de las vías aéreas, que se caracteriza por la dificultad para respirar. La inflamación y la broncoconstricción son las dos causas principales de los síntomas del asma, que incluyen disnea, sibilancias, sensación de opresión en el pecho y tos. (3)

  • La inflamación hace que los tejidos de las vías aéreas se irriten, enrojezcan y se hinchen. Puede haber inflamación persistente de las vías aéreas en alguna medida en cualquier momento, incluso cuando no hay síntomas.
  • La broncoconstricción se refiere a la contracción de los músculos que rodean a las vías aéreas. Esto hace que se estrechen.

Durante un ataque de asma, el tapizamiento interno de las vías aéreas se hincha, las vías aéreas se atascan con moco y los músculos circundantes se contraen, dificultando la respiración.

El asma es, por naturaleza, una enfermedad variable que, para cada individuo afectado, puede cambiar tanto cada día como estacionalmente. (3)

El asma varía desde una enfermedad leve e intermitente a un trastorno crónico, intenso y debilitante en el que los pacientes tienen dificultades para respirar de forma diaria y casi continua. La clasificación se basa en la frecuencia de los síntomas, la aparición de síntomas por la noche y las mediciones del FEM (flujo espiratorio máximo).

Desencadenantes e inductores

La inflamación de las vías aéreas no sólo produce dificultades para respirar, sino que también causa un aumento de la sensibilidad (hiperreactividad) de las vías aéreas ante diversos estímulos (desencadenantes) como, por ejemplo, el ejercicio, el aire frío o el polen. Los desencadenantes pueden producir contracción de la pared de las vías aéreas (broncoconstricción).

Entre los inductores del asma están las influencias tanto ambientales como genéticas. Actúan fundamentalmente provocando la inflamación de las vías aéreas, en lugar de estimular directamente la hiperreactividad de las mismas. Los alergenos pueden actuar como inductores y como desencadenantes.

¿Cómo se trata el asma?

Como el asma es un trastorno crónico, generalmente requiere una asistencia médica continuada. Para tratar el asma se usan diversos tipos de medicamentos; las dos clases principales son los medicamentos para prevenir la enfermedad y para aliviarla.

  • Muchos pacientes con asma toman medicación de mantenimiento diariamente de forma habitual para conseguir un control a largo plazo de su enfermedad. Actualmente, los corticosteroides inhalados (CI), que suprimen la inflamación subyacente, son el tratamiento de mantenimiento más eficaz para la mayoría de los pacientes. Los broncodilatadores de acción prolongada (LABA, en sus siglas en inglés) se usan como tratamiento añadido al tratamiento de mantenimiento con corticosteroides inhalados para aumentar el control diario del asma y reducir las exacerbaciones, cuando el tratamiento con dosis bajas a moderadas de corticosteroides inhalados no es suficiente.
  • Los medicamentos de uso a demanda en general son eficaces sólo contra los síntomas y no contra la inflamación subyacente de las vías aéreas. Se toman siempre que un paciente tiene dificultad para respirar y los que más se usan son los broncodilatadores de acción corta (SABA, en su siglas en inglés). Estos medicamentos relajan las vías aéreas cuando se produce broncoconstricción, proporcionando un alivio rápido de los síntomas.

El impacto del asma sobre la calidad de vida de los pacientes

El asma tiene un impacto importante sobre la calidad de vida de los pacientes. Los pacientes con asma reconocen que su enfermedad repercute sobre su capacidad para el ejercicio y para llevar a cabo actividades físicas (56%), su capacidad para llevar a cabo las actividades de la vida diaria (39%) y su bienestar emocional (36%). (5) Los datos también demuestran que 1 de cada 4 pacientes evita los compromisos sociales y la intimidad con sus parejas cuando los síntomas asmáticos empeoran. (5)

Para las personas que padecen asma intensa, el trastorno puede incluir disnea incapacitante y ataques que limitan su capacidad para hablar, y los pacientes con asma intensa a menudo viven con el temor de morir a consecuencia de su siguiente ataque. (1)

¿Qué le piden los pacientes con asma a su tratamiento?

Estudios recientes demuestran, por primera vez, que los pacientes con asma tienden a asumir la responsabilidad de su propia asma al reconocer y actuar (siguiendo las instrucciones de sus médicos) sobre los signos de advertencia que aparecen antes de que su asma empeore. (5)

Directrices recientes para el tratamiento del asma publicadas por la GINA (la Iniciativa Global para el Asma – Global Initiative for Asthma) recomiendan a los pacientes que asuman la responsabilidad en términos de colaboración con el médico para prevenir el empeoramiento de los síntomas. (3) Este ideal es claramente compartido por los pacientes asmáticos en la vida real, en donde 2 de cada 3 pacientes prefieren asumir más responsabilidad en el tratamiento de su asma. (5)

Los pacientes se sienten cómodos al ser capaces de ajustar la dosis de su inhalador y muchos ya lo están haciendo. (5) Los pacientes ajustan su medicación sistemáticamente en respuesta a las variaciones de su asma, pero el ajuste en el tratamiento de mantenimiento se retrasa en respuesta a un empeoramiento. El periodo que abarca desde los signos de advertencia hasta los síntomas máximos ofrece una ventana de oportunidad para mejorar el autocontrol entre los pacientes con asma. (5)

Existe una enorme desigualdad entre la calidad del control del asma, evaluada según el cuestionario de control del asma (ACQ), el estándar internacional de medida, y la propia percepción de los pacientes sobre cómo está su asma. Solamente 1 de cada 10 pacientes5 que no tienen un control óptimo reconoce realmente que tiene problemas con su asma. En efecto, esto significa que los pacientes subestiman sus síntomas de asma y toleran su falta de control.

El control del asma es subóptimo en la mayoría de los pacientes que padecen asma, a pesar del tratamiento de mantenimiento a largo plazo. Incluso los pacientes bien controlados sufren empeoramientos frecuentes. (5)

La mayoría de los pacientes con asma tienen un control subóptimo de su enfermedad y pueden no estar tomando su tratamiento de mantenimiento en la forma que se les ha prescrito. En su lugar confían en exceso en su mediación de uso a demanda de acción corta sin darse cuenta de que esta medicación no trata la inflamación subyacente. (5)

¿Cuáles son los objetivos internacionales de la asistencia del asma?

Según las directrices internacionales de tratamiento de la GINA (1), la Iniciativa Global para el Asma, los objetivos de la asistencia del asma son:

  • Conseguir y mantener el control de los síntomas.
  • Prevenir los episodios y ataques de asma, como: interrupción del sueño debida al asma, pérdidas de tiempo de escolarización o de trabajo debidas al asma e ingresos hospitalarios.
  • Mantener la función pulmonar lo más próxima posible a los niveles normales.
  • Mantener niveles normales de actividad, incluido el ejercicio.
  • Prevenir el desarrollo de una limitación irreversible del flujo aéreo.
  • Prevenir la mortalidad por asma.
  • Evitar los efectos adversos de los medicamentos contra el asma.

El impacto global del asma

  • Se calcula que hay hasta 300 millones de personas de todos los grupos de edad y origen étnico con asma. (1) Esto convierte el asma en una de las enfermedades crónicas más frecuentes a escala mundial y su prevalencia aumenta cada año, sobre todo entre los niños. (2) La frecuencia del asma aumenta cuando las comunidades adoptan el estilo de vida occidentalizado y se hacen urbanas. Se calcula que en 2025 habrá otros 100 millones de personas en todo el mundo que padezcan asma. (1)
  • El asma mal controlada es costosa; las economías desarrolladas destinan alrededor de un 1-2% de su gasto sanitario total al asma. (3)
  • La carga social y económica asociada al asma es importante. A escala mundial, se calcula que los costes económicos asociados al asma superan los del VIH/SIDA y la tuberculosis combinados. (2)
  • Se calcula que el asma representa alrededor de 1 de cada 250 muertes en todo el mundo. Entre los factores importantes que contribuyen a la morbilidad y mortalidad del asma figuran un diagnóstico insuficiente y un tratamiento poco apropiado. (1)

El impacto del asma en Europa

En Europa sola, casi 30 millones de personas padecen asma, y en la Europa occidental la prevalencia del asma se ha duplicado durante la última década. La media de prevalencia del asma clínica en la Europa occidental es 5,9%. (1)

  • La mayoría de las consultas relacionadas con el asma se observan en el Reino Unido con 32.800 casos por cada 100.000 personas, seguido de Grecia (19.400) y Alemania (16.200). El promedio de la Unión Europea es 13.000. (4)
  • Como el mal control del asma es responsable de un importante deterioro laboral, las pérdidas de productividad suman hasta 9.800 millones de euros por año. (4)

El coste total del asma en Europa es aproximadamente 17.700 millones de euros por año. (4)

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