Veintisiete años después del seísmo que asoló la ciudad armenia de Spitak, una madre busca a las 3 médicos españolas que salvaron la vida de su hijo para darles las gracias. Solo conoce sus nombres de pila y sus lugares de origen: Blanca y Amaya, de Pamplona, y Marga, de Alicante, pero confía en localizar, a través de las organizaciones médicas españolas, a estas tres médicos españolas a las que considera “parte de su familia” por salvar la vida de su hijo
Al parecer, estas doctoras fueron enviadas por Cruz Roja Española para atender a las víctimas del peor seísmo que sacudió a la República de Armenia en 1988 –por aquel entonces República Socialista de la Unión Soviética- que con 6,9 en la escala de Richeter asoló la ciudad de Spitak y causó más de 50.000 muertes en la zona.
Por ello, ha acudido a la Organización Médica Colegial para pedir una búsqueda de estas 3 médicos de los Colegios de Navarra y Alicante e intentar averiguar su paradero actual y si fueron ellas las que atendieron a las víctimas del terremoto de Spitak y, concretamente, a Gor.
Saakyan Narine Zarmailovna, la madre de Gor, el niño salvado por las doctoras españolas, ha hecho esta petición de búsqueda a través de la Cruz Roja Ucraniana quien, a su vez, ha enviado la petición de ayuda a la Cruz Roja Española.
“Es emocionante ver como alguien, 27 años después, intenta agradecer un gesto médico”, asegura la Dra. Manuela Cabero Morán, actual vicepresidenta Nacional de Cruz Roja Española, quien añade que “a bien seguro, a sus protagonistas les encantaría saber que una madre las busca, agradecida después de tanto tiempo”.
La Dra. Cabero, médico de Toledo, jubilada del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Virgen de la Salud, vive con emoción esta historia en la que se ha implicado buscando en los archivos de Cruz Roja, donde no figura nada de esa operación.
Por ello, ha acudido a la Organización Médica Colegial para pedir una búsqueda de estas 3 médicos de los Colegios de Navarra y Alicante e intentar averiguar su paradero actual y si fueron ellas las que atendieron a las víctimas del terremoto de Spitak y, concretamente, a Gor. “Aun considerando que cuando fueran a esa misión tuvieran solo 25 o 26 años, hoy en día pueden tener 53 años como mínimo”, asegura esperanzada la Dra. Cabero.
Cruz Roja Española ha recibido una carta del Director General de Cruz Roja Ucraniana, Mrs. Iolanta Mikhailova, en la que pide colaboración para que, a través de las organizaciones médicas españolas, poder localizar a estas doctoras de las que la madre de Gor “desafortunadamente, solo conoce sus nombres: Blanca y Amaya, de Pamplona, y Marga, de Alicante” y expresa su confianza en que figuren en las listas de especialistas que formaron parte del contingente de Cruz Roja que fue a ayudar a las víctimas del terremoto, junto con cientos de médicos militares y equipos sanitarios de la entonces República Socialista de la Unión Soviética.
El seísmo provocó la práctica desaparición de Spitak, donde se ubicó el epicentro de uno de los terremotos más letales que devastó el área fronteriza con Turquía y la entonces República Socialista de Georgia. La Comunidad Europea ofreció apoyo y ayuda al Gobierno de la entonces Unión Soviética, presidida por por Mijail Gorvachov.
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