El vicepresidente de la OMC, Dr. Serafín Romero, expresó su preocupación ante la Asamblea General de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL) por la atomización de la representación de la profesión médica en Europa, ya que, a su juicio, "hace perder fuerza ante las grandes decisiones en política sanitaria"
La Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe (CONFEMEL), en la que están integradas 19 organizaciones médicas de países Iberoamericanos, y de la que, a partir de ahora, ya forman parte activa las corporaciones española y portuguesa, celebró el pasado fin de semana su Asamblea general ordinaria en Santiago de Chile.
Los desafíos y amenazas gremiales en Latinoamérica, el aseguramiento en la práctica médica, aspectos del ámbito laboral, la situación de los sistemas públicos de salud, así como otros aspectos relacionados con la coyuntura internacional son algunos de los principales temas abordados en el encuentro.
En representación de la Organización Médica Colegial, asistió una delegación encabezada por su vicepresidente, el Dr. Serafín Romero, acompañado de los Dres. José María Rodríguez Vicente, tesorero y José Ramón Huerta, responsable del área internacional de la OMC.
El Dr. Romero intervino con una ponencia sobre modelos asistenciales y financiación, en la que bajo el título, “Salud en el mundo. Modelos asistenciales y financiamiento. Nuestro papel”, hizo un repaso a los principales modelos asistenciales que predominan: liberal, socialista o estadista, y mixto. Se detuvo en el modelo segmentado que es el que predomina en estos momentos en Latinoamérica, donde coexisten tres sectores: público, Seguridad Social, y privado.
En su intervención, aludió al escenario sanitario predominante, caracterizado, a su juicio, “por la creciente barrera o fractura social que se está produciendo en la accesibilidad de los ciudadanos a los servicios sanitarios”. Y es que, según remarcó, ” la disminución del acceso a la atención sanitaria (no equidad) produce desigualdad social que conlleva dolor, ansiedad y muerte. Esta situación, añadió, produce, a su vez, “reacción intelectual afectiva que genera marginalidad y por tanto más desigualdad así como menos tolerancia con el consiguiente riesgo de violencia y a su vez está más marginalidad. Y es, precisamente, en dicho escenario, según remarcó el Dr. Romero, “donde la profesión médica debemos liderar nuestra autoridad moral”.
El vicepresidente de la OMC compartió, además, algunas otras preocupaciones que afectan actualmente a los modelos sanitarios, a los sistemas de salud, a la profesión médica, a sus organizaciones profesionales y a los ciudadanos en general. Entre ellas, aludió a la atomización de la representación de la profesión médica en Europa que, como indicó, “nos hace perder tiempo, perder energía, perder dinero y particularmente perder fuerza ante las grandes decisiones en política sanitaria”, advirtiendo que “se debería tener en cuenta en nuestro ámbito de CONFEMEL”.
Por otra parte, se refirió a los riesgos derivados de los Tratados de Libre Comercio y su repercusión en el ámbito sanitario. Desde su punto de vista, una de las parcelas en riesgo es la salud pública, en el sentido de que las regulaciones europeas en materia de salud pública pueden ser entendidas como barreras para la comercialización de productos y servicios. Esto, como dijo, “podría producir una disminución de los estándares de protección de la salud, especialmente en sectores como el tabaco (fabricación, presentación y venta) seguridad alimentaria (productos químicos en la carne y otros alimentos) y protección medio ambiental (fracking)”.
Además, como señaló, los referidos Tratados podrían afectar “a las políticas de regulación precios de los medicamentos, a la autorización de productos y a la regulación del tiempo de las patentes. También a la información del fármaco, a pacientes y asociaciones de enfermos”.
Respecto a los servicios sanitarios, teme “la deriva hacia una privatización progresiva del SNS. “La entrada de fondos de inversión y de grupos aseguradores norteamericanos en hospitales, centros de salud, farmacias y otros servicios sanitarios implicaría un aumento de costes para los ciudadanos y mayor desigualdad”, indicó.
Finalmente, recordó la principal misión de CONFEMEL, como es “la búsqueda de los más altos estándares de calidad en la práctica profesional con el objetivo de ofrecer a los pacientes una atención digna garantizando a los médicos las más amplias garantías en su proceder”.
La Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe es una entidad privada no gubernamental constituida por instituciones médicas con representación nacional de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Costa Rica, Guatemala, Haití, Honduras, El Salvador, República Dominicana, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Además, a partir de esta Asamblea también forman parte de la misma España y Portugal.
Entre sus objetivos cabe destacar: la representación de las instituciones médicas miembros, en todas las instancias, propendiendo a la unidad idearia y accionaria; la actuación humana, científica, tecnológica y políticamente a favor de la salud de los pueblos, teniendo como premisa que la atención médica debe ser universal, integral, de acceso igualitario, con equidad, oportunidad, calidad y calidez; y la colaboración con los Estados, Gobiernos, Universidades e instituciones afines de América Latina y del Caribe en el desarrollo científico, tecnológico y social de la Medicina y el bienestar del profesional que la ejerce, su familia y el entorno en que labora, con especial interés docente, gremial, ético y social.
Otros de los fines de la Confederación Médica Latinoamericana y del Caribe pasan por fortalecer las organizaciones médicas del continente e intercambiar información; velar por el prestigio y la dignidad de la profesión médica difundiendo el cumplimiento de las normas ético-profesionales; apoyar a las instituciones médicas o de salud con problemas políticos o institucionales; defender el prestigio y la dignidad de la profesión médica difundiendo el cumplimiento de las normas ético-profesionales; y crear y fomentar instancias que permitan realizar acciones y elaborar análisis en procura de mejorar el conocimiento del médico latinoamericano y sus instituciones.