Alrededor de 663 millones de personas en el mundo carecen de agua potable procedente de fuentes mejoradas, en tanto que unos 1.800 millones podrían estar bebiendo agua contaminada por la bacteria 'Escherichia coli' (E. coli), según ha subrayado Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, que tiene lugar hoy, 22 de marzo
Unicef ha destacado que el esfuerzo para llevar agua potable a millones de personas en todo el mundo va a ser aún más problemático por el cambio climático, que amenaza el abastecimiento y la seguridad de agua para millones de niños que viven en zonas propensas a sequías o inundaciones.
En 2015, al final de la época de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cerca de 663 millones de personas en el mundo carecían de agua potable de fuentes mejoradas, que se supone que separan el agua del contacto con la excreta.
Los datos procedentes de la nueva tecnología disponible para hacer pruebas indican que unos 1.800 millones de personas podrían estar bebiendo agua contaminada por la bacteria E. coli, incluso de algunas fuentes mejoradas, lo que revela la existencia de materia fecal en el agua.
Uno de los principales factores que contribuyen a la contaminación fecal del agua es un saneamiento deficiente. A escala mundial, unos 2.400 millones de personas carecen de retretes adecuados y casi 1.000 millones defecan al aire libre, lo que, según Unicef, “significa que las heces pueden estar tan omnipresentes en muchos países y comunidades que incluso algunas fuentes de agua mejoradas se contaminan”.
Además, esta agencia de la ONU indicó que, “cuando el agua escasea durante las sequías, las poblaciones recurren a agua superficial contaminada”, en tanto que las inundaciones dañan las instalaciones de tratamiento y depuración del agua y propagan las heces, lo que muy a menudo genera un aumento de enfermedades como el cólera y la diarrea.
Las altas temperaturas causadas por el cambio climático aumentan también la incidencia de enfermedades relacionadas con el agua como el paludismo, el dengue y ahora el zika, a medida que se incrementan las poblaciones de mosquitos y se amplía su alcance geográfico.
Según Unicef, los más vulnerables son los casi 160 millones de niños menores de cinco años que viven en zonas de alto riesgo de sequía y los 500 millones que habitan en zonas de inundaciones, la gran mayoría en el África subsahariana y en Asia.
Cada día mueren 4.000 niños por enfermedades ante la falta de agua potable
Alrededor de 4.000 niños mueren cada día por enfermedades relacionadas con la falta de acceso a agua potable, como la diarrea, el cólera, la disentería y el tifus, según ha señalado Plan Internacional.
Esta ONG indicó que el acceso al agua es un derecho y un servicio básico recogido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que buscan lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para 2030, si bien actualmente cerca de 663 millones de personas (una de cada nueve en todo el mundo) no tienen disponibilidad a este recurso vital.
Plan Internacional señaló en un comunicado que mujeres y niñas cargan con el peso de recoger el agua para sus familias en algunos países, lo que en muchas ocasiones las aparta de la educación y de la actividad económica. Así, recalcó que mujeres y niñas de todo el mundo pasan diariamente 125 millones de horas recogiendo y portando agua, y que en África y Asia caminan seis kilómetros de media al día cargando con bidones de más de 20 kilos.
“El acceso al agua potable en una comunidad mejora de manera decisiva aspectos como la educación y la igualdad de género. Contar con un punto de agua cercano al hogar mejora los índices de asistencia al escolar, lo que además contribuye al cumplimiento de otro Objetivo de Desarrollo Sostenible, garantizar que todas las niñas y niños terminen la enseñanza primaria y secundaria”, subrayó Concha López, directora general de Plan Internacional.
El impacto del fenómeno de ‘El Niño’, que ha provocado graves sequías en la región del Cuerno de África, ha agravado la situación para miles de familias que se encuentran en situación de emergencia y no disponen de alimento ni acceso al agua potable.