La ONGD Anesvad, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) presentan hoy en Bangkok un estudio de víctimas de trata de seres humanos que revela la gravedad de los abusos y los complejos problemas de salud físicos y psíquicos en las personas abocadas a trabajos forzosos y la explotación en el sudeste asiático. El 61,2% de los encuestados reportan síntomas de depresión, según el estudio
Madrid, 27 de febrero de 2015 (medicosypacientes.com)
La ONGD Anesvad, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) presentan hoy en Bangkok un estudio de víctimas de trata de seres humanos con el objetivo de radiografiar con detalle las consecuencias sobre la salud en aquellas personas víctimas de la trata de seres humanos con fines de explotación laboral o sexual en esta región del planeta.
La muestra ha sido posible gracias a la colaboración de diversos centros de atención de víctimas en Tailandia, Camboya y Vietnam. Es el único estudio hasta la fecha de Asia con datos sobre el impacto que tiene en la salud de las personas víctimas de la trata y se publica hoy, 27 de febrero en Bangkok (Tailandia).
La trata de seres humanos es el tercer negocio más lucrativo del mundo tras el narcotráfico y la venta ilegal de armas. “Es vital concienciar a las autoridades, por ello nuestro estudio se formula como primer paso dentro de una estrategia de incidencia política que busca asegurar la realización del derecho a la salud de las víctimas de trata de seres humanos en la región del Mekong” aseguran los autores del estudio.
Entre los supervivientes de la trata encuestados se han encontrado altos niveles de abuso y daños graves asociados con la trata de seres humanos. Por primera vez, los resultados revelan problemas graves de salud física y mental que experimentan los hombres, mujeres y niños/as víctimas de trata que se ven abocados por mafias a trabajos forzosos y la explotación sexual en el sudeste asiático.
El estudio, que ha sido publicado en las principales revistas de divulgación científica en materia sanitaria como “The Lancet Global Health”; destacando el abuso físico y psicológico frecuente, así como las duras condiciones de trabajo de las víctimas en sectores como la agricultura, fábricas o la pesca.
Estimaciones recientes sugieren que en todo el mundo más de 18 millones de personas son víctimas de trabajos forzosos como consecuencia de la trata de seres humanos, a pesar de la naturaleza oculta de esta práctica y las dificultades en la definición que hacen que existan estimaciones inciertas.
El estudio busca la generación de información y conocimiento relativa a la trata de seres humanos y sus consecuencias sobre la salud, clave para la realización de estrategias de incidencia política así como el desarrollo de intervenciones más efectivas en el terreno, donde Anesvad lleva a cabo proyectos de desarrollo contra la trata y para abordar las secuelas físicas y psíquicas de víctimas en países como Laos, Camboya, Tailandia, Vietnam, Bangladesh o India.
Metodología del Estudio STEAM de víctimas de la trata en el Mekong
Investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHMT) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) realizaron entrevistas cara a cara con 1.015 supervivientes de la trata en centros de acogida y reinserción social de Tailandia, Camboya y Vietnam. Siendo los principales sectores de explotación: la trata con un fin sexual (32%), la pesca (27%), y las fábricas (13%).
Los investigadores preguntaron a los participantes acerca de su vida y de las condiciones de trabajo, las experiencias de violencia y las consecuencias sobre la salud física y mental. También se han medido los síntomas de ansiedad, depresión y trastorno de estrés post-traumático.
Casi la mitad de los participantes (48%) habían sido objeto de abusos físicos o sexuales (o ambos) y muchos sufrieron violencia en forma de arma blanca, y en otros casos golpes y asfixia. El 61,2% reportaron síntomas de depresión y aproximadamente las dos quintas partes presentó síntomas de ansiedad (42,8%) y/o trastorno de estrés post-traumático (38,9%).
Los participantes que experimentaron excesivas horas extraordinarias en el trabajo forzoso: con la libertad restringida, malas condiciones de vida, amenazas o violencia grave fueron más propensos a reportar problemas de salud mental.
La autora principal del estudio, la Dra. Ligia Beso, profesora de Epidemiología en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, afirma: “Nuestros resultados ponen de relieve que los supervivientes de la trata en el sudeste asiático necesitan urgentemente el acceso a la atención de salud (de inicio en la Atención Primaria y luego especializada) para hacer frente a una serie de necesidades, y que el cuidado de la salud mental debe ser un componente esencial de este. La investigación es necesaria para identificar formas eficaces de apoyo psicológico que se pueden implementar fácilmente en entornos de bajos recursos y en poblaciones multiculturales”.
Las principales conclusiones sobre los resultados de salud entre los participantes son:
– El 22% (222 de 983 participantes con datos disponibles) habían sufrido una lesión grave en el trabajo, tales como cortes profundos, lesiones en el cuello o espalda, lesiones en los ojos o incluso perder una extremidad.
– Sólo el 28% de ellos informó haber recibido atención médica por la lesión (62 de 222): dolores de cabeza, mareos y dolor de espalda fueron los problemas de salud física más frecuentes.
– El 61,2% de los participantes reportaron síntomas de depresión.
– El 42,8% reportó síntomas de ansiedad.
– El 38,9% reportó síntomas de trastorno de estrés postraumático.
– El 5,2% había intentado suicidarse en el último mes.
La Dr. Cathy Zimmerman, autora del estudio de la London señala: “Nuestro estudio muestra que no hay un perfil único de una víctima de trata. Hablamos con hombres, mujeres y niños de todas las edades, de diferentes países, y con una gama de experiencias de explotación distintas”.
“Creemos que la amplia variedad de sectores laborales en los que se produce el abuso, muestra claramente la necesidad de una mayor regulación gubernamental en estos países, más normas de salud y seguridad estrictas, y las inspecciones periódicas de los sectores que son susceptibles a la trata de personas”, afirma Zimmerman, miembro del Centro de Violencia de Género y Salud de la “London School”.
“La explotación de los seres humanos viene de lejos, aunque es desalentador ver que existe la trata de personas en tales proporciones en el siglo XXI: es la esclavitud moderna”, sentencia la doctora.