Teona Dumitru obtiene una beca de fomento a la investigación y el doctorado y participación en congresos del COM Murcia

 

 

Mi proyecto de investigación para el doctorado se titula “Biomarcadores y características anatomopatológicas del cáncer colorrectal metastásico asociados al desarrollo de enfermedad tromboembólica venosa”.  Está siendo desarrollado en el seno de la Universidad Católica de Murcia y del Hospital Santa Lucía, gracias a la colaboración de varios servicios, principalmente los servicios de Anatomía Patológica, Biología Molecular y Medicina Interna. 

 

 

Empecé a trabajar en el proyecto actual en otoño de 2020 y,actualmente, se van a cumplir ya casi 3 años desde el inicio, pero mi interés por la investigación venía de antes. 

 

Participé en mi primer proyecto de investigación para el TFG de la carrera y, desde entonces, siempre he sabido que quería dedicar parte de mi actividad médica a la investigación.

 

Al entrar a la residencia, completé el Máster en Investigación Biomédica de la UMH que me permitió adquirir las bases metodológicas para el desarrollo de proyectos científicos.

 

Posteriormente, me fui interesando en varias líneas de investigación que son puntos fuertes en mi hospital y finalmente decidí dar el paso para el doctorado en el campo de la enfermedad tromboembólica venosa.

 

Gracias al apoyo de mi jefe de servicio y profesor universitario, el Dr. Trujillo Santos y -más tarde- también del experto en biología molecular y tambiénprofesor universitario el Dr. Luengo Gil, como directores de tesis, se dio lugar a un proyecto que es a la vez de investigación básica y de aplicación clínica.

 

 

El desarrollo de una actividad investigadora en general, pero en particular durante la residencia, supone un coste de tiempo, esfuerzo económico y emocional que el residente y sus colaboradores sacrifican a nivel personal, fuera de sus obligaciones y responsabilidades profesionales habituales. Optar a una beca como la ofrecida por el Colegio de Médicos, no sólo es una ayuda para seguir implicándose en investigación, sino que también supone un reconocimiento externo del trabajo realizado. 

 

 

No solo no existen los apoyos necesarios, sino que además es fácil encontrar obstáculos. La realización del doctorado es de las pocas formaciones oficiales contempladas dentro de las normativas que regulan el funcionamiento de las formaciones especializadas en España. A pesar de ello, y de que anualmente somos evaluados en función de participación en proyectos de investigación, publicaciones científicas y comunicaciones a congresos entre otros, los residentes no contamos con un tiempo dentro del horario laboral asignado a formación o investigación. Se nos exige y se nos evalúa, pero corre a cargo de sacrificios, tiempo y otros costes personales. Además, los MIR estamos especialmente “desamparados” porque no podemos optar a muchos formatos de becas pre-doctorales y post-doctorales por ser consideradas incompatibles con la actividad MIR.

 

 

A nivel económico, son excelentes las medidas como las becas del Colegio de Médicos. También se podrían considerar fórmulas de becas pre-doctorales compatibles para MIR, ayudas para la publicación, para estancias científicas y de investigación, pero, sobre todo, lo que es vital es el tiempo: tiempo previsto dentro de nuestro horario laboral para formarnos y para investigar, que no son sino parte de nuestras obligaciones y parte de las expectativas que tenemos que cumplir como MIR y que se nos exigen cada año.

 

 

Es una consecuencia directa de las situaciones que hemos estado comentando previamente en cuanto a investigación, pero también de otros factores. Se suman las condiciones laborales que se les ofrecen a los sanitarios (contratos de corta duración, sobrecarga asistencial, horas de guardia que no se contabilizan para la jubilación…) y un progresivo empeoramiento del clima social que se traduce en un preocupante incremento del número de agresiones hacia profesionales sanitarios durante el desempeño de su trabajo.

 

 

Me encantaría aportar mi grano de arena en la mejora de la valoración del riesgo tromboembólico venoso de los pacientes con cáncer colorrectal. Además, me encantaría generar evidencia que apoye el desarrollo de una medicina moderna individualizada y ajustada a las características específicas de cada paciente, que creo es el futuro.

 

 

Presenté un trabajo titulado “Características de los pacientes oncológicos con bacteriemia: experiencia de 2 años en el Hospital Santa Lucía de Cartagena” en el 43 Congreso Nacional de la SEMI – 8 Congreso de la SAMIN – 8 Congreso Ibérico de Medicina Interna celebrado en Gijón en noviembre de 2022.

 

Las patologías infecciosas, en específico las bacteriemias y las infecciones nosocomiales son otro área que me despiertan alto interés. En este trabajo se realiza un descriptivo sobre la experiencia recogida en nuestro hospital desde la instauración de un registro sistematizado de todas las bacteriemias detectadas.  Esta revisión centrada en población oncológica, ha servido además para posteriormente realizar otros trabajos comparativos con respecto a la población general.

 

 

El poder detectar los riesgos específicos de poblaciones diferenciadas y particularmente vulnerables, como pueden ser los pacientes oncológicos, permite mejorar nuestro manejo de las mismas. Nos permite dirigir mejor nuestras sospechas diagnósticas a focos más probables, adecuar nuestros tratamientos antibióticos empíricos en función de las resistencias y microorganismos más frecuentes en nuestro ambiente epidemiológico y recordar que la misma patología puede suponer una gravedad incrementada según las comprobadas de nuestro paciente. Además, refuerza la necesidad de programas de uso racional y optimizado de antibióticos, como el PROA, en nuestros hospitales.