Durante una Jornada de la FADSP, dedicada a ?Inmigración y Salud?, se habló de la importancia de asegurar el acceso al sistema sanitario público de todos los inmigrantes independientemente de su situación legal en España. Se sugirió la fórmula adoptada en Andalucía, ?que otorga tarjeta sanitaria a todos los inmigrantes sin excepción?
Madrid, 10 de diciembre 2008 (medicosypacientes.com)
Con el objetivo de debatir sobre los problemas de salud que afectan a los inmigrantes, combatir prejuicios e informaciones sobre la repercusión de los inmigrantes en la sostenibilidad de los servicios de salud y realizar propuestas para mejorar el acceso y la utilización de los servicios colectivos por estos grupos poblacionales, se ha celebrado recientemente una Jornada sobre ?Inmigración y Salud?, a cargo de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), en colaboración con el Ministerio de Sanidad y Consumo, y la Escuela Gallega de Administración Sanitaria.
Como se dejó constancia en la Jornada, los resultados de todos los trabajos sobre población inmigrante han desmontado los tópicos más habituales: ?los inmigrantes han demostrado ser mayoritariamente sanos, que utilizan menos los servicios sanitarios y los hospitales que los españoles, tienen también tasas menores de cirugía electiva e, incluso, en las áreas obstétricas y pediátricas presentan una menor utilización que los españoles?.
También se aseguró que el porcentaje de ingresos por urgencias es menor, hacen el mismo uso de los españoles, acuden menos a los centros de AP y consumen un tercio menos de medicamentos.
El representante de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle comentó los resultados de una encuesta realizada entre 924 profesionales (médicos generales, pediatras y enfermería) en centros de salud de Cataluña y Madrid, según la cual, la atención a la población inmigrante se percibe frecuentemente como un problema por los/as profesionales de salud, lo que se evidencia en que el 56,27% considera que plantean más problemas en la consulta que el resto de su población atendida y el 63,3% señala que demandan mas atención sanitaria.
Esta percepción de problemas está relacionada con el porcentaje de población inmigrante atendida y se incrementa a más del doble cuando el numero de inmigrantes es superior al 10 por ciento de la población atendida. El problema mas frecuente que se detecta es el idioma, que como es obvio puede dificultar de una manera muy importante la relación en la consulta de Atención Primaria. La mayoría señala atender a inmigrantes sin regularizar y también piensa que la atención a los inmigrantes es la mayoría de las veces igual que la que recibe el resto de la población (95,44 por ciento).
Se destacó la evidente discrepancia que hay entre esta percepción de que los inmigrantes producen una mayor demanda con los datos empíricos que demuestran lo contrario, así como el hecho de que en las necesidades de formación destaque de manera muy relevante la que se refiere a las enfermedades mas prevalentes, cuando también la evidencia recoge que son las mismas que las de la población autóctona y que muy raramente presentan enfermedades importadas.
Asimismo, en el encuentro se hizo referencia a un estudio comparativo entre inmigrantes ecuatorianos y británicos realizado por miembros de la Universidad de Alicante en el que se pone de relieve, entre otros aspectos, que uno de los principales problemas de los inmigrantes es la ausencia de planificación por parte de las Administraciones Públicas para responder a sus problemas de salud.
Género e Inmigración
Una de las mesas incluidas en el programa de estas Jornadas, celebradas en Madrid, se dedicó a Género e Inmigración. Al respecto, Lucia Mazarrasa, miembro de la red de investigación en Salud y Género se refirió a un estudio sobre la salud de las mujeres inmigrantes que muestra que las mujeres soportan la discriminación de sus países de origen a las que se añaden las de nuestro país relacionadas con la división social del trabajo que hace que el mercado laboral de las mujeres sea de mayor precariedad y menor protección, muchas trabajan en servicio domestico que tiene menos derechos y menos remuneración.
Los problemas salud más prevalente son de salud mental, la discriminación de género, la ruptura con su medio familiar y social y la separación de sus hijos. Los problemas de salud mental en relación con la frustración, la baja autoestima depresión y somatizaciones en un 62% en mayor proporción que en las mujeres autóctonas. Los problemas de salud mental tienen que ver con la pobreza, nivel estudios, divorcio, tener hijos, cuidar personas dependientes, mientras que en los hombres influyen esencialmente el nivel de ingresos y la insatisfacción laboral.
En relación al maltrato, el 9 por ciento de las inmigrantes lo ha sufrido en el últimos años y este fenómeno está muy relacionado con el nivel de salud mental. Las inmigrantes tienen más abortos que las españolas en relación con una mayor tasa fecundidad, menor uso de anticonceptivos, tener hijos, problemas con parejas, dificultad de acceso a interrupción voluntaria del embarazo por ausencia de oferta pública (retrasa la realización y aumenta el sufrimiento).
Los factores favorecedores tienen que ver con múltiples factores falta recursos, ausencia papeles, falta parejea, precariedad laboral y problemas de acceso a los servicios. Hay una evidente dificultad para el acceso a anticonceptivos por problemas económicos, de información y problemas de las farmacias, mala información uso anticonceptivos, resistencia de los hombres. Existen diferencias en la demanda de información sobre anticonceptivos que tienen que ver con el país de origen, afectan más a las mujeres provenientes de países del Magreb y de la Europa del este.
Se han constatado, además, deficiencias en la información sobre anticonceptivos de los servicios de AP, como consecuencia, el 28% de la inmigrantes no saben a donde acudir para una interrupción voluntaria del embarazo, frente a un 7 por ciento de las españolas. Las inmigrantes soporten mayor riesgo de violencia que las españolas que tienen 2,21 por millón frente a 11,27 en inmigrantes.
El 32% que acuden a AP manifiestan malos tratos a lo largo de su vida, más que en las españolas. La actitud era más activa que las españolas para salir por su cuenta de este problema pero pedían menos ayuda para ello y tiene menos apoyo social.
Celina Pereda, representante de la ONG Médicos del Mundo, habló del trabajo de esta organización con prostitutas y enfermos de sida, muchas son inmigrantes. Esta organización busca al acercamiento de estos colectivos a los servicios de salud pública. Por nacionalidades la mayor parte de las personas que atienden proceden de Brasil, Rumania, Nigeria, España Colombia y Ecuador, aunque parece que con la crisis parece se están incrementando más mujeres españolas. Otra línea de su trabajo es el intercambio de jeringuillas donde constatan que se está incrementando la disminución consumo intravenoso pero aumenta el inhalado.
También se aludió al incremento en el consumo de drogas y la prostitución, lo que aumenta el problema, ya que muchas quedan enganchadas. Muchas mujeres usan los servicios sanitarios privados, que deben pagar, lo que incrementa la deuda con las organizaciones de traficantes. Entre los motivos por lo que no acuden a la salud pública por motivos culturales, barreas de acceso, vergüenza, desconocimiento de idioma y de los servicios de salud, actitud de los profesionales sanitarios. Parece necesario incrementar los esfuerzos para afrontar el problemas de la prostitución que tiene grandes repercusiones sobre la salud, las mujeres inmigrantes que es uno de mayores negocios del mundo, no está mal visto socialmente y está creciendo, incluso entre gente joven.
Impacto sobre el sistema de salud
En la jornada se contó con la participación de Francisco González Elena, director del Gabinete de Presidencia del Consejo Económico y Social (CES) que señaló la existencia de un consenso en los diferentes CES europeos sobre cuatro aspectos: la inmigración es un tema estratégico a largo plazo que hay que evaluar en su conjunto; es necesaria para las sociedades europeas que la precisan para mantener su desarrollo; debe valorarse su efecto sobre el mercado de trabajo y sobre todo considerar la necesidad de que haya igualdad laboral entre inmigrantes y autóctonos; y hay que evaluar su impacto sobre el sistema de salud y protección social, para lo que es preciso considerar sus costes y beneficios a medio y largo plazo.
Pedro Villagrán, portavoz de Sanidad del Grupo Socialista en el Senado recalcó que los inmigrantes juegan un papel social fundamental para nuestra economía y también que el aumento de la población no ha sido compensado por un aumento de los recursos de los servicios públicos aunque es patente que los recursos que aportan los inmigrantes a los servicios públicos son superiores al gasto que realizan (aportan 23.402 millones de euros y consumen 18.618 millones).
La directora de la Fundación Pública Escola Galega de Administración Sanitaria, Berta Rivera, resaltó las características de la población inmigrante en España: más joven, más saludable y de menor nivel socioeconómico, con muchas diferencias según procedencia y con perfiles de utilización de los servicios sanitarios en general menores que la población autóctona salvo en lo que respecta a la obstetricia-ginecología y a traumatología.
En el debate se resaltó la importancia de asegurar el acceso al sistema sanitario público de todos los inmigrantes independientemente de su situación legal en España con modelos similares a los existentes en Andalucía que otorga tarjeta sanitaria a todos los inmigrantes sin excepción.
Como resumen se constató que los inmigrantes además de hacer un uso sostenible del sistema, contribuyen a mejorar nuestro nivel de riqueza, contribuyen al sostenimiento del sistema sanitario y rejuvenecen la sociedad; y la necesidad de estudios más detallados sobres las necesidades de salud de estos colectivos, de garantizar la integración laboral de los mismos para garantizar su salud, mejorar el acceso a los servicios de salud y un modelo de financiación autonómica que adecue los recursos sanitarios de cada CC.AA. a los incrementos de población inmigrante.