El neurólogo colombiano Rodolfo llinás, que ha sido propuesto como candidato al premio Príncipe de Asturias, asegura que comprender cómo funciona es «el primer paso» para abordar problemas neurológicos
Santander, 7 de mayo 2009 (Europa Press)
El neurólogo colombiano Rodolfo Llinás ha destacado que se está «empezando a entender» cómo funciona el cerebro, lo que constituye el «primer paso» para abordar problemas y enfermedades relacionadas con el sistema neurológico. Así, ha detallado que el conocimiento vinculado al cerebro y el movimiento está «muy maduro», mientras que el campo de las emociones es «muy complejo», aunque también «se empieza a entender». Por su parte, el área de la subjetividad es el «problema básico» en la aproximación y conocimiento del cerebro. En cualquier caso, resaltó que se está en un «momento sumamente interesante».
Llinás, que ha sido propuesto como candidato al Premio Príncipe de Asturias 2009 en la categoría de Investigación Científica y Técnica, explicó en este sentido que se puede crear un robot y ordenarle que se «mueva», pero no se le puede pedir que «sienta», por ejemplo, dolor o miedo. Sobre este último aspecto, diferenció que el miedo no está localizado mientras que el dolor es una emoción localizada, es decir, que se puede sentir en una zona concreta (un dedo, un brazo, etc.), algo en lo que interviene el cerebro, que «liga las cosas».
El catedrático de Neurociencia en la cátedra ‘Thomas y Suzanne Murphy’ en el centro médico de la Universidad de Nueva York, hizo estas reflexiones en una rueda de prensa que ofreció ayer en Santander con motivo de la conferencia que impartía por la tarde en la Fundación Marcelino Botín sobre las ‘Bases neurobiológicas de percepción de la realidad’. Con esta charla se cierra el ciclo de conferencias sobre el estudio del cerebro organizado por la Fundación.
«Se están empezando a entender muchas cosas», insistió Llinás, al referirse al funcionamiento del sistema neurológico y psiquiátrico de los hombres, una especie que tiene un cerebro «casi exactamente igual» al del resto de animales ya que está compuesto del mismo tipo de células (neuronas). «No venimos del mono, somos mono», señaló.
Según explicó, en la actualidad no sólo se acumulan datos, sino que empieza a haber «hipótesis serias» de cómo funciona el cerebro. A este respecto, indicó que el «saber» es «casi infinito», a diferencia del «entender».
Se trata de algo muy importante, si se tiene en cuenta que el cerebro, con el paso del tiempo, se desgasta. Así, entender cómo funciona unido a los avances en la medicina permite que las personas puedan vivir más años y, además, que su calidad de vida sea «más alta». En este punto, mencionó enfermedades que afectan al sistema neurológico como el alzheimer y apuntó avances y mejoras de esta patología gracias al desarrollo del conocimiento y de la ciencia.
El también director del departamento de Physiology & Neuroscience en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York destacó que, aproximadamente, a partir de los 35 años se empieza a deteriorar el cerebro, aunque «muy lentamente». Según afirmó, una persona puede vivir hasta los 70 u 80 años sin un «deterioro total» del cerebro. Además, precisó que a veces dicho deterioro no es «obvio» ni se manifiesta hasta que alcanza un grado cercano al 20%.
El neurólogo rechazó por otro lado, y al ser preguntado sobre esta cuestión, que exista la telepatía. «Si uno no dice lo que está pensando, (los demás) no lo pueden saber», aseguró, al tiempo que explicó que si bien se han anunciado casos de telepatía es algo que «nunca se ha podido comprobar».
Bajo su punto de vista y en el supuesto de que la telepatía existiera, «sería imposible» una sociedad tal y como «conocemos» en la actualidad, ya que este fenómeno afectaría a las relaciones personales, así como también a la política o los negocios, entre otras muchas cosas. Es una «bestialidad» y «ridículo» afirmar que existe la telepatía, aseveró, y comparó que es lo mismo si él dijera que puede «salir» de su propio cuerpo.
Propuesto como candidato al premio Príncipe de Asturias
Llinás se graduó como médico cirujano de la Pontificia Universidad Javeriana. En la actualidad es catedrático de Neurociencia en la Cátedra ‘Thomas y Suzanne Murphy’ en el centro médico de la Universidad de Nueva York y director del departamento de Physiology & Neuroscience en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York.
También dirigió el programa del grupo de trabajo científico Neurolab de la National Aeronautics and Space Administration (NASA). Es muy conocido por sus trabajos sobre fisiología comparada del cerebro y sobre la relación entre la actividad cerebral y la conciencia. ‘El cerebro y el mito del yo’ es su principal libro de divulgación científica y el más conocido.
A principios de este año fue propuesto para el Premio Príncipe de Asturias 2009 en la categoría de Investigación Científica y Técnica. Ha sido propuesto de forma individual por especialistas españoles del área de la Neurología y de Ciencias de la Computación y por la Universidad de Salamanca.