El número de desfibriladores de uso público se ha duplicado en los dos últimos años en España. Estos aparatos pueden llegar a incrementar en más de un 70 por ciento las probabilidades de recuperación tras un paro cardiaco, según calculan expertos
“Si al lado de cada extintor hubiera un desfibrilador y personal con conocimientos mínimos en reanimación, podrían salvarse más de 4.500 vidas al año”, según el fundador del Proyecto Salvavidas, Rubén Campos.
“La cardioprotección hoy en día está al alcance de cualquier empresa, entidad o comunidad de vecinos, el coste de un servicio completo con mantenimiento, formación y la certificación que otorga la Sociedad Española de Medicina de ‘Espacio Cardioprotegido’ tiene un coste inferior a los 90 euros mensuales”, explicó.
Campos recordó que, incluso, ya hay comunidades de vecinos que han instalado este equipamiento y, además, “muchas lo harán” durante los próximos años. Un hecho que, a su juicio, es “fundamental” ya que el mayor número de paradas cardiacas son domiciliarias y solo hay 5 minutos para actuar, tiempo “insuficiente” para que lleguen los equipos de emergencias.