El Ministerio de Sanidad tiene previsto actualizar y desarrollar la estrategia nacional de Salud Sexual y Reproductiva tras una reunión celebrada ayer entre la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo junto a grupos de expertos y Comités Técnicos e Institucionales. En el encuentro también se acordó retomar la Encuesta de Salud Sexual, inactiva desde 2009
Según se recuerda desde el Ministerio de Sanidad, en octubre de 2010, se diseñó la estrategia, como parte del desarrollo de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, consensuada con las sociedades científicas y profesionales, con organizaciones sociales, personas expertas y las comunidades autónomas. Pero, según indicó Carcedo, su aplicación “ha sido prácticamente nula en salud sexual y existen deficiencias en su implantación”. La ministra defendió la estrategia como“una herramienta fundamental” para avanzar en los derechos sexuales y reproductivos para la ciudadanía, una de las prioridades del Gobierno de España.
En el marco de la estrategia, el Ministerio también tiene previsto reactivar la Encuesta Nacional de Salud Sexual, que se realizó por última vez en 2009. Su objetivo es recabar información relevante sobre distintos aspectos de la salud sexual de la población en España, de cara a identificar las necesidades de información y atención sanitaria existente. Se recogerán datos de la población de 16 años en adelante y, como ya se hizo en 2009, planteará cuestiones como el tipo de información sexual de que se dispone, las necesidades que se tienen a este respecto o cómo se accede a ella. También se obtendrá información de las experiencias sexuales, los métodos de prevención, o el acceso a los recursos, entre otros aspectos.
Además, se hará especial hincapié en la población más joven para identificar y analizar la aceptación de discursos en torno a fenómenos como las violencias sexuales, el consumo de pornografía en internet y la prostitución.
En esta primera reunión, Carcedo defendió el abordaje de la salud sexual desde una perspectiva social y cultural, de derechos y de equidad, incluyendo el enfoque de género”. En este sentido, según indicó, el Ministerio ya está en contacto con el Ministerio de Educación y FP para impulsar de manera transversal y efectiva la educación afectivo-sexual en el entorno escolar. También puso el foco en la necesidad de abordar el impacto de enfermedades crónicas y las discapacidades en la salud sexual, “una asignatura pendiente”, señaló.
Respecto a la salud reproductiva, la estrategia buscará, entre otros aspectos, evitar la instrumentalización excesiva del parto, con altas tasas de cesáreas y episiotomías. Además, las mujeres lesbianas y mujeres sin pareja podrán volver a acceder a programas de reproducción asistida a través de la sanidad pública. Esta medida se encuentra en trámite de consulta pública y en revisión por las comunidades autónomas y se prevé que entre en vigor en el primer trimestre de 2019.
El grupo encargado de actualizar la estrategia está formado por expertos y expertas de los campos de la sexología, la ginecología, la enfermería y en promoción de la salud. Se han convocado para el mes de enero los diversos Comités que rediseñarán la estrategia. El Comité Técnico (sociedades científicas y sociedad civil) y el Institucional (comunidades autónomas), que avanzarán en el desarrollo de la salud sexual, así como el Comité de Seguimiento y Evaluación de Salud Reproductiva.
Tendencia a la estabilización
en Interrupciones Voluntarias del embarazo
en Interrupciones Voluntarias del embarazo
En la reunión se manejaron, además, los últimos datos de interrupciones voluntarias del embarazo, tras el informe de 2017 publicado ayer mismo (https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/prevPromocion/embarazo/docs/IVE_2017.pdf) y muestra una tendencia a la estabilización.
Datos desprendidos de dicho estudio reflejan que el año pasado se practicaron 94.123 abortos, lo que supone una tasa de 10,51 interrupciones por cada 1.000 mujeres. Respecto a 2016, se ha producido un incremento del 1%. El descenso es acentuado, del 16,71%, si se compara con 2010. En julio de ese año entró en vigor la ley del aborto. Un año antes, se había aprobado la dispensación gratuita de la píldora del día después.
En el caso de las menores de 20 años, se observa en el documento un ligero descenso, del 0,2%, respecto a 2016. En 2017, se realizaron 9.755 interrupciones, 8,84 por cada 1.000 mujeres de esa franja de edad. También en esta franja de edad, si se comparan los datos con 2010, se observa una variación a la baja considerable, del 30,92% menos.
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