Aparecen en niños sanos que padecen de una gastroenteritis aguda, preferentemente de origen viral, pero sin signos aparentes de, fiebre, deshidratación ni alteraciones bioquímicas o hidroelectrolíticas
En la actualidad se están comprobando en algunos niños convulsiones que no pueden marcarse como clara epilepsia.
Estas convulsiones infantiles asociadas a gastroenteritis podría crear confusión en la pediatría general porque al tratarse de crisis afebriles y recurrentes, se tiene la predisposición a realizar múltiples pruebas complementarias para determinar su causa, siendo frecuente la prescripción de antiepilépticos.
El intervalo entre el comienzo de la gastroenteritis y la primera crisis fue puede rondar los cuatro días aunque ha existido algún caso en el que la crisis convulsiva precedió a la diarrea.
Parece demostrado que en la mayoría de casos las convulsiones fueron generalizadas con una duración de unos dos minutos, con las excepciones típicas de todos los procesos patológicos.
Afortunadamente en la mayoría de los casos, incluso los que presentaban alteraciones en el electroencefalograma, el seguimiento medio demostró que en los siguientes tres años ninguno de estos pequeños sufrió más crisis.
Existen diversas opiniones, alguna la cataloga como una nueva forma de epilepsia benigna infantil, otras como síndrome particular y las restantes como apariciones epilépticas a las que no se les puede etiquetar de epilepsia.
Sería prioritario el realizar una valoración de la historia neonatal y del desarrollo psicomotor ya que, aunque, en la mayoría se obtienen resultados de normalidad con algún antecedente familiar.
En definitiva, las convulsiones infantiles asociadas a gastroenteritis leve serían una manifestación epiléptica bien diferenciada que habría que tener en cuenta ante niños que presenten varias crisis sin fiebre repetidas, sin antecedentes personales o familiares de epilepsia o enfermedad neurológica, valorando de forma precisa el cuadro diarreico.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com