En la práctica clínica es común presenciar que muchos enfermos no reciben la información precisa, sobre todo en los casos de pacientes que presentan una enfermedad grave o irreversible
La familia oculta información al paciente para evitar daño, el paciente, a su vez, no muestra sus inquietudes o miedos a sus familiares, para no aportar sufrimiento, es frecuente observar a hospitalizados conscientes de su realidad antes de ser informados de ésta, y el personal sanitario se encuentra así, a menudo, sin saber cómo actuar.
Por ello, lo comentado contribuye a la creación de un ambiente de desconfianza que no ayuda al enfermo. No podemos olvidar que el informar al paciente no sólo es un acto puntual, ya que es nuestro deber tener un trato cercano con el enfermo y su familia, sólo así hacemos de la comunicación un proceso, esto es, un acto continuo, en el cual la relación de ayuda se cumpla de forma afectiva ante circunstancias adversas.
En definitiva, los profesionales médicos que conocen los entresijos que acontecen en cualquier Centro Hospitalario podrían redactar un amplio texto demostrativo de los problemas individuales que pueden aparecer en cada caso clínico de perspectivas crónicas o terminales.
Por lo tanto, podría ser positivo plantear un debate, posiblemente utópico, entre todos los profesionales de la sanidad y las distintas asociaciones de enfermos o familiares de enfermos para poder conseguir un planteamiento objetivo y lógico en este tipo de situaciones.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com