La etiología específica del edema agudo hemorrágico del lactante es todavía desconocida, es probablemente un trastorno inmune, sin embargo, esto sólo ha podido ser demostrado en algunos casos
El 80% de los casos reportados fueron precedidos por infecciones virales (infección aguda del tracto respiratorio, gastroenteritis), el uso de medicamentos (por ejemplo, antibióticos), y las vacunas.
Afortunadamente esta enfermedad es generalmente benigna y sin secuelas, con una recuperación espontánea que ocurre dentro de 1-3 semanas (la mayoría de los casos ocurren en los meses de invierno).
En raras ocasiones se han descrito complicaciones como la artritis, nefritis, dolor abdominal, hemorragia gastrointestinal, la invaginación intestinal, dolor escrotal o torsión testicular, y las recidivas son poco frecuentes.
La edad de inicio del edema agudo hemorrágico del lactante es, por lo general, entre los 20-60 meses, aunque existe descrito un caso congénito.
Suelen aparecer un enrojecimiento semejante al hematoma, generalmente en cara, orejas y extremidades, aunque puede afectar al escroto o al ombligo (en este caso hay que descartar el signo de Cullen que aparece ante procesos mucho más complicados).
Los análisis de orina, el hemograma, las pruebas de la función hepática, la serología,?etc., suelen ser normales.
En definitiva, esta vasculitis mediada por complejos inmunes y que se limita a los pequeños vasos sanguíneos de la dermis provoca esa extravasación de hematíes que provoca el aspecto típico en la piel, en algunos casos tremendamente impactante, pero que no deja de ser una lesión cutánea, benigna y autolimitada, caracterizada por los edemas y las lesiones ?purpúricas? profusas.
El tratamiento es sintomático, ya que será el propio organismo del pequeño el que consiga recuperar la normalidad cutánea,?, los ingresos hospitalarios no suelen ser necesarios, salvo que existan dudas sobre el diagnóstico.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com