«Es evidente que la mejor manera de prevenir este tipo de inflamación del colon se puede lograr evitando el empleo indiscriminado de los antibióticos»
Es una enfermedad inflamatoria que puede aparecer como complicación del uso de antibióticos, con presencia de un edema mínimo de la mucosa o, en casos más complicados, de exudados nodulares o difusos, de hasta 5 mm., que pueden provocar una cierta adherencia, la unión de estas placas genera la visualización en la endoscopia de una imagen amarillenta de revestimiento.
El antibiótico puede descontrolar la flora normal del intestino permitiendo el crecimiento excesivo de una bacteria en concreto, que generará un aumento de toxinas que, dependiendo del tipo, provocarán en el intestino grueso hipersecreción de líquido o destrucción celular, de las membranas y de los microfilamentos.
Los síntomas pueden aparecer semanas después de haber dejado de tomar el antibiótico, hablamos de fiebre, náuseas, vómitos y, en casos extremos, oclusión intestinal o perforación del colon.
Sin embargo, en la mayoría de los casos los problemas empiezan entre el tercer y noveno día de la toma de los antibióticos.
En los casos moderados, la eliminación del antibiótico, evitando estupefacientes y agentes antidiarreicos, manteniendo la toma de líquido y de electrolitos más el aislamiento entérico provocará una recuperación casi completa en un plazo de 10 días.
Sin embargo, en situaciones complicadas será necesaria la hospitalización.
La reacción en cadena de la polimerasa es un método específico de diagnóstico no usado en la actualidad y la inmunización pasiva podría ser útil en personas con riesgo alto de adquirir la enfermedad, anticuerpos que podrían usarse para crear una vacuna efectiva para esta concreta enfermedad.
Fuente: Dr. Juan Carlos Moreno
para medicosypacientes.com