La crisis económica y los recortes en políticas sociales han aumentado el índice de pobreza y los casos de malnutrición infantil en España, algo que según representantes de padres y madres, de varias ONG de la infancia y de la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que es una responsabilidad de la Administración Pública a nivel europeo, nacional y en las comunidades autónomas y ayuntamientos
Madrid, 30 de junio de 2015 (medicosypacientes.com/E.P.)
Representantes de la Plataforma del Tercer Sector, de la Asociación Española de Pediatría (AEP), de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres (CEAPA), de Educo y de Ayuda En Acción Esto se reunieron para discutir entre sobre el impacto de la pobreza en la nutrición infantil.
“La responsabilidad de terminar con la pobreza no es de las entidades sociales. Es de la Administración Pública, a nivel europeo, nacional y en las comunidades autónomas y ayuntamientos. Las comunidades autónomas tienen la mayor parte de responsabilidad porque tienen las competencias”, ha afirmado el presidente en España de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) y vicepresidente de asuntos sociales de la Plataforma del Tercer Sector, Carlos Susías.
La crisis económica y los recortes en políticas sociales han aumentado el índice de pobreza y los casos de malnutrición infantil en España, algo que, según el coordinador del Comité de Nutrición de la AEP, José Manuel Moreno, se hace visible en “la calidad de la dieta, ya que consumir alimentos saludables es más caro que consumir productos no saludables. Paradójicamente, estos problemas de nutrición tienen más que ver con el exceso. Es más barato comer aquello que tiene mucha energía y no muchos nutrientes que lo que es más saludable”.
La responsable de campañas de Educo, Macarena Céspedes, ha señalado que es un problema que viene de lejos, ya que “en 2007, antes de la crisis económica, ya existían en España 2.000.000 de niños y niñas en riesgo de pobreza y exclusión, y las políticas de austeridad no han ayudado a solucionar el problema”.
La malnutrición no es un problema aislado, sino que afecta a la salud pública a largo plazo, como ha señalado Moreno, que ha afirmado que “a más pobreza, más sobrepeso, lo que a la larga es una inversión, ya que eso significa que la salud pública del país empeorará de aquí a 40 años. Las repercursiones no las vamos a ver ahora, por lo que este problema hay que tratarlo con amplitud de miras”.
El portavoz de CEAPA, José Luis Pazos, ha destacado que “se debe atender a la familia de manera integral, algo que es difícil que hagamos las entidades sociales”, y ha señalado que es un problema de las políticas sociales de las administraciones públicas que “se pueden revertir, es una cuestión de voluntad y presupuesto, aplicando los presupuestos donde se necesite”.
Una solución compleja
José Manuel Moreno ha destacado que la solución tiene que surgir de la confluencia de varios sectores de la sociedad, y ha propuesto alternativas como “la elaboración “menús de crisis” y enseñar a la gente que con pocos recursos se puede tener una alimentación saludable, además de hacer accesibles aquellos alimentos más saludables”.
“En el sector de la salud hay que promocionar las herramientas de prevención, que son básicas en los temas de salud, y el pediatra de atención primaria tiene una tarea fundamental para detectar y dar soluciones a este problema”, ha señalado José Manuel Moreno.
Por su parte, el portavoz de CEAPA ha asegurado que toda la sociedad es responsable del problema de la malnutrición y la pobreza infantil “por acción o por omisión”, y que el principal objetivo es “cambiar las políticas para que los niveles mínimos de subsistencia estén garantizados, algo que supone una inversión económica”.
Macarena Céspedes ha explicado que varias organizaciones de la infancia, entre las que se encuentran EAPN y CEAPA, están “trabajando para que se haga un pacto de estado por la infancia, en el que el niño y la niña no sean considerados como un ente solitario, porque es cierto que forma parte de un núcleo familiar, y se tomen medidas que les protejan, como por ejemplo, una prestación universal por cada hijo a cargo”.
La exclusión también afecta al desarrollo psicosocial
La situación de pobreza y exclusión social afecta profundamente a los niños y niñas, produciendo problemas en su desarrollo y en sus formas de socializar. Céspedes ha señalado que “la pobreza es un tema económico y se puede solucionar con dinero. Lo que viene después de la pobreza es la exclusión social, una desafección completa del entorno en el que vive y de la sociedad que le rodea. Eso cuesta mucho más solucionarlo. En niños no solo hay que conseguir que se desarrolle físicamente, están en edades en las que su desarrollo psicosocial es importantísimo”.
“La pobreza infantil va más allá de no tener una alimentación adecuada, sino que los niños también tienen que tener un entorno saludable, una vivienda saludable y tener la capacidad de desarrollarse, para lo que hace falta la capacidad de juego, de relación, de integración y un entorno familiar estabilizado”, ha añadido Carlos Susías.