El Colegio de Médicos de Salamanca ha celebrado tres actos de homenaje previstos a 130 facultativos jubilados en los que ha hecho un reconocimiento a la labor “esencial” de las Fuerzas de Seguridad. En el último ha acto ha estado presente el Dr. José María Rodríguez Vicente, secretario general del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM)
El Colegio de Médicos de Salamanca ha culminado los tres días de homenaje a los casi 130 facultativos que se han jubilado entre julio de 2019 y junio de 2022, jornadas en las que también se han entregado las Medallas de Oro de la institución a la exministra de Sanidad, Ana Pastor, y a las Fuerzas de Seguridad de la provincia.
Esta última sesión festiva celebrada el 1 de julio empezó, al igual que las anteriores, con una misa en la iglesia de San Marcos en honor a la patrona de los médicos, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Posteriormente, ya en el salón de actos del Colegio, el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, recogía la distinción a la Policía Local por su implicación y su ímprobo trabajo durante la pandemia por covid-19, no “solo para hacer cumplir la normativa, sino también en pro de la salud y la vida de los ciudadanos”, como resaltó el presidente del Colegio, el Dr. Santiago Santa Cruz.
En su discurso de agradecimiento, el alcalde mostró su orgullo por los profesionales sanitarios y la sanidad salmantina, porque “se han dejado la piel” durante la covid-19, pero también porque, con su trabajo, han situado a Salamanca como una de las mejores provincias en asistencia sanitaria de todo el país. Alabó también el trabajo de los todos los empleados púbicos durante la pandemia, y en concreto el de la Policía Local, reconocida con la Medalla de Oro del Colegio, por una implicación “innegable” en acciones en las que han tenido un especial protagonismo, como la vacunación masiva, el control de las personas confinadas durante las primeras olas pandémicas o ayudando a los colectivos más vulnerables. A los jubilados les animó a disfrutar de su merecido descanso y les dio las gracias, porque, como dijo, “la vida, debido a su trabajo, es hoy más larga”.
Posteriormente, recibieron la insignia y el diploma como colegiados honoríficos los médicos que han alcanzado la edad de jubilación presentes en el salón de actos, a quienes el vocal de Jubilados, el Dr. Victoriano Guinaldo Sanz, les mostró el “agradecimiento infinitivo” por su entrega a lo largo de estos más de 40 años, de forma especial durante la pandemia, a la que tuvieron que hacer frente incluso “sin protección” en los primeros meses. Hizo, además, un repaso por la revolución tecnológica de la medicina en estas décadas, para resaltar, sin embargo, que la base debe estar siempre en la relación médico-paciente, nominada para ser Patrimonio de la Humanidad, y que en la actualidad está especialmente amenaza por la falta de inversión en recursos humanos.
Sobre este cambio exponencial en la forma de ejercer la profesión indagó también el Dr. Juan Jesús Cruz, quien, en nombre de los honoríficos, dio “gracias a Dios” por haberle permitido ejercer “algo más que una profesión, una forma de vida hasta el final de nuestros días”. Aunque los métodos diagnósticos, los tratamientos y las nuevas tecnologías han supuesto un cambio total de paradigma en la forma de hacer Medicina, el doctor apostó por seguir contando con médicos que, por supuesto, “estén formados” en estos métodos de vanguardia, “en el saber”, pero que también mantengan “las virtudes morales que les permitan saber actuar y proteger la relación médico-paciente”.
Para terminar, el presidente del Colegio de Médicos, el Dr. Santiago Santa Cruz, quiso rendir un emotivo homenaje a todos los profesionales que se han dejado la piel, y algunos la vida, durante la pandemia con la proyección del vídeo creado por la institución colegial con la colaboración de la Escuela DaCapo, la voz de la pediatra y soprano Amparo Mateos y las fotografías de Vicente Sierra Puparelli. Además, ante el alcalde, pidió que la ciudad de Salamanca cuente con un monumento que “sirva de memoria histórica” para que nadie olvide el trabajo y la implicación de los médicos en esta crisis sanitaria, como ya han hecho otras ciudades como Madrid, León, La Rioja o Córdoba.
Concluido el acto, la fiesta se trasladó al Casino de Salamanca para celebrar la tradicional comida de homenaje y confraternidad.