El director de la Organización Nacional de Trasplantes, Dr. Rafael Matesanz, explicó en el Ministerio de Salud francés los beneficios del modelo español de trasplantes y se puso a disposición de las autoridades del país vecino para trasladar la experiencia española
Invitado por el gobierno galo, Matesanz participó en calidad de ‘experto internacional’ en un encuentro celebrado en la sede del Ministerio de Salud francés, en el que también estuvieron presentes representantes de los equipos de coordinación y trasplante galos, de las sociedades científicas implicadas, expertos en bioética, de las asociaciones de pacientes trasplantados y de las distintas religiones. En la reunión se debatió sobre un cambio normativo aprobado recientemente en Francia, que determina que si la persona fallecida no aparece en un registro de “no donantes”, se considera que en vida dio su aprobación a la donación de sus órganos.
El director de la ONT explicó las claves del modelo español de trasplantes, así como las mejoras introducidas en la organización del sistema en los últimos años (como la donación en asistolia o la colaboración de los médicos de urgencia con los coordinadores de trasplantes). “La mejora en la donación de órganos siempre es consecuencia de mejoras organizativas”, señaló.
En su intervención también subrayó la importancia de la formación de los coordinadores hospitalarios en comunicación de malas noticias (situaciones críticas) como forma de reducir las negativas familiares. España, líder mundial en donación y trasplantes con 39,7 donantes p.m.p, registró el pasado año un 15,3% de negativas familiares.
La ley española que regula la donación y el trasplante (que data de 1979) se inspiró en la Ley francesa Callaivet de 1976 e incluyo una ley de consentimiento ‘presunto’, es decir que presupone que toda persona es donante de órganos, a no ser que haya expresado en vida su voluntad contraria a la donación. A pesar de ello, “en España la familia siempre es consultada”, aseguró Matesanz.