El panorama que pinta el presidente de la Organización Médica Colegial en esta entrevista concedida al diario “El Progreso”, de Lugo no es muy prometedor para la sanidad española. Rodríguez Sendín explica cuáles serán las claves del futuro más próximo. También se refiere a la gestión clínica como “solución” para un sistema sanitario infrafinanciado, siempre que se haga con garantías y horizontes claros, ya que como opina “algunos buscan en la gestión clínica un mecanismo para producir más”
Lugo, 24 de junio 2014 (medicosypacientes.com)
El panorama que pinta el presidente de la Organización Médica Colegial para la sanidad española no es muy prometedor. Rodríguez Sendín explicó en su reciente paso por Lugo cuáles serán las claves del futuro más próximo en esta entrevista concedida al diario “El Progreso”.
-Ante la posibilidad de copago asistencial (por ir al médico), propuso que se pagara por el mal uso de la sanidad, ¿verdaderamente estaba sobre la mesa ese copago ¿sigue estándolo ¿cree que esa sería la forma de abordarlo?
-España es un país peculiar: lo que antes no se puede hablar, hoy se puede hablar. Como estábamos antes de las elecciones europeas, la hipocresía que nos caracteriza no permitía que ese debate se abriera en el ámbito político. Pienso que a mí eso no me importaba y decidí que ya que me preguntaban, hablaría por la parte que nos toca a los profesionales. ¿Por qué En primer lugar, porque el copago asistencial nos rodea por todas partes. En segundo lugar, porque los chicos del señor Montoro que se habían reunido para hacer la propuesta de modifcación de nuestro modelo fiscal, decían que se propusiera ese copago. Y el que proponen es un copago indiscriminado; se lo ponen a sirios y troyanos, es una cosa atroz. Bastantes problemas ha generado el copago farmacéutico, aunque en principio es justo para una mayoría de ciudadanos en función de su renta, pero para los que están en los extremos no es justo, ni para los que tienen mucho dinero que deberían pagar más ni para los que tienen muy poquito que deberían estar excluidos. Lo que yo dije es que de ninguna manera se puede poner un copago asistencial indiscriminado, ni siquiera cuando la gente va al médico por miedo, que es por todo. Pero una cosa es ir al médico por miedo o por nada y otra cosa es ir al médico que no tienes que ir, que es lo que quise precisar. Lo lógico es que se le ponga el pago al que usa mal el sistema porque necesitamos cuidarlo. Puse tres ejemplos que son muy llamativos y gastan mucho: el primero, ir a pasar consulta sin necesidad a Urgencias. Si rompemos la obligación de ir en primera instancia al médico de Primaria y se va al hospital estamos cargándonos el sistema directamente porque el centro es Primaria. Cambiamos el modelo, que está basado en que Primaria resuelve el 90% de casos, habitualmente sin pruebas. Sin eso no se sostiene y hacer como en el sistema francés, alemán o el japonés y poder ir directamente al especialista, encarece de dos a tres puntos de PIB la asistencia sanitaria. Eso ya no se podría pagar en este momento. Por otro lado, no podemos permitir que la gente que se ponga en una lista de espera, porque no quiera o no pueda, justificado o no, no levante el teléfono desde casa para decir que suspende la lista y que ocupe el hueco otro. Eso en algunas especialidades puede llegar hasta el 25% diariamente. El tercer caso es el del que se hace pruebas diagnósticas y no las recoge. Eso es una barbaridad porque, además, pasado un tiempo al médico ya no le valen y las hay que repetir. Eso levantó una polvareda porque hay gente que no lo quiere entender, pero claro que me ratifico en lo que dije.
-¿Realmente cree que existe el riesgo de que se implante ese copago asistencial?
Lo van a poner.
-¿Por un motivo recaudatorio o disuasorio?
-Depende de para qué lo quiera utilizar el que lo ponga. Lo que crea que le cuadre mejor ante el público. Lo tenemos ya en Portugal, los franceses tienen un mecanismo alternativo donde pagan una parte, los irlandeses, los italianos… uno lo ve venir. Eso es un destrozo tremendo. Me parece horrible porque determina que mucha población española que en este momento no tiene posibles elegiría comer antes que tratar la enfermedad, porque si son 5, 6 o 20 euros da para mantener una familia dos días como mínimo. Si la razón es que no se utilizan bien los recursos, haga que se utilicen bien e impida que otros los utilicen mal. No quiero entrar en si pagar por esto o lo otro, pero aquello que no se hace bien que no se haga.
-No solo para los pacientes…
-Claro, claro. También para los médicos. El problema está en que yo hice esas declaraciones después de una intervención de tres cuartos de hora en la que también había hablado de lo otro y no me iba a repetir. Esa es la manipulación, que se me asocia con un copago con el que estoy en absoluto desacuerdo.
-¿Quién sería el que dirime dónde hay mal uso y dónde no Me refero en el día a día, en la práctica diaria…
-El mal uso es muy sencillo [de dirimir]. Una cosa es que la gente interpreta su realidad, como el miedo y yo ahí no me meto, y otra cuando voluntariamente va al médico que no tiene que ir. Si uno va al médico de Urgencias a una consulta, o deja sin ocupar su hueco en la cita, o utiliza mal una baja lo está haciendo mal y lo hay que denunciar. Si te lo dicen claramente: «¿Cómo viene a Urgencias » Y contestan: «Es que no me conviene ir al centro de salud».
-Los propios médicos de Primaria, conscientes de la lista de espera de pruebas diagnósticas o de especialidades, recomiendan en ocasiones al paciente que vaya a Urgencias…
-Pero es que lo ha mandado el médico, eso es diferente. Ese caso es muy distinto del que sistemáticamente lo va a hacer porque le conviene un uso indebido. Ahora se está permitiendo y aumenta más la gente. Antes había que ir con un volante y la gente no iba. Es por la accesibilidad. Si se abre un comercio los domingos por la noche , la gente va a comprar el pan a las doce de la noche. Y si dicen «tenemos que recaudar más porque no tenemos suficiente dinero», pues ponga más PIB para sanidad y pregúntele a la gente qué es lo que quiere. Gastamos muy poco conforme a los países del entorno. Si es por disuadir, utilice las herramientas y aplíquelas a quien necesita disuadir porque la mayoría de la gente lo utiliza bien.
-¿Qué pueden hacer los médicos para contribuir?
-Denunciarlo y ser sensibles. La Atención Primaria no puede perder competencias. No es fácil porque cuando dices estas cosas, por distintas razones, casi nadie está de acuerdo contigo.
-Usted tiene la sensación de que los médicos de Primaria han perdido muchos pacientes en favor de los especialistas…
-Hemos perdido a todos. Lo que no puede ser es que ahora los ginecólogos digan que son los médicos de cabecera de las señoras. Hemos perdido a los niños pequeñitos, luego a los grandes y ahora dicen que a los chavales hasta los 18 años. Hemos perdido a los enfermos terminales, que dicen que los tienen que atender los de paliativos; los ancianos, por los geriatras… Las bajas laborales ahora está en pleno debate que las hagan las mutuas. Me preocupa esta ruptura del sistema rompiendo la Primaria y eso sí hace el sistema insostenible.
-¿Cree que les están robando los pacientes?
-De alguna manera sí. Y los que se tienen que poner en contra de esa actuación es la propia Primaria. Es todo, las visitas a domicilio… los terminales. De forma excepcional, un paciente puede necesitar al especialista de paliativos, pero no con carácter general. Yo tengo que ayudar a mi enfermo a morir porque lo conozco mejor que nadie, también a su familia. ¿Y los niños Se da el caso de que van niñas de 15 años a la farmacia a pedir la píldora del día después y todavía son pacientes del pediatra.
-Propone en un reciente artículo la gestión clínica como una forma de garantizar que el sistema sea sostenible y duradero. En Galicia la están intentando implantar con muchas reticencias en todos los ámbitos, incluido entre los médicos que ven una forma de la Administración de trasladar la responsabilidad de explicar a la gente los recortes.
-La sostenibilidad es un mito. Las cosas tienen un precio y España lo hace muy bien a muy buen precio, no hay sistema sanitario en el mundo capaz de hacerlo mejor a mejor precio, salvo quizás Japón, mejora un poco. Lo que no se puede pretender es comprar jamón de jabugo a seis euros. Lo que tenemos es un défIcit de fInanciación por muchos errores acumulados que no son del sistema nacional de salud. En vez de reconocer la infrafInanciación y que no tenemos dinero y que habrá que pasar esto como se pueda, que sería lo decente, se está imputando al sistema que es insostenible y es una barbaridad. Lo está haciendo más insostenible porque le está diciendo a las clases medias: «No se lo van a hacer a usted bien en el sistema nacional de salud». Y si las clases medias se van, antes o después, van a reclamar la parte que les toca de aquello que no gastan y nos van a hacer más pobres en el sistema nacional de salud y, en consecuencia, vamos a tener dos sanidades, la de los pobres y la de los ricos. Y los dos van a perder, porque ni los ricos van a estar bien atendidos, como ahora, y los pobres, menos. Es un mito absolutamente interesado. Con respecto a la gestión clínica, en un momento en el que las cosas están como están, lo único que podemos hacer los médicos es buscar la forma de implicarnos lo máximo posible en hacerlo mejor. Y la única manera es comprometerse en las responsabilidades clínicas, que ya las tenemos todas, y además atender a las responsabilidades económicas, de la parte que nos toca. Yo estoy en contra del término ahorro en sanidad, pero sí a favor de una sanidad de calidad al mejor precio o con los objetivos del sistema que es totalmente distinto. No es un problema de ahorrar, es un problema de hacerlo bien y al mejor precio, que no es ahorrar. Lo que proponemos es que los médicos conozcan su presupuesto y, en consecuencia, dar una buena calidad con buenos resultados y con un coste aceptable, que conocen de antemano. No puede ser que los médicos no quieran saber cuánto cuestan las pruebas que mandan y que no intenten evitar las que no sean necesarias. Esto se puede explicar de muchísimas maneras. Hay algún gerente que no quiere que haya gestión clínica. Algunos lo que quieren es un sucedáneo aunque lo llamen así porque queda muy bonito, pero lo que quieren son mecanismos para arrear, en el sentido en el que se arrea al ganado, para que produzca más. Es lo que les preocupa. Se lo exige su responsable político y a su vez se lo exige Hacienda, que es la que está siempre con la espada: Corta, corta, corta. Eso se explica y se hace de muchas maneras, lo que ocurre es que en estos momentos los médicos no se fían de sus dirigentes, tienen desconfanza, saben que los van a engañar… Los han echado a la calle, los han jubilado antes de tiempo, no han cumplido con sus compromisos, somos los peor pagados de Europa… no se fían de ellos. Para mí, la gestión clínica es la solución si se hace de forma legítima, si se hace sin engañar, si se hace clarificando los horizontes, con garantías .. .Ojo, esto no soluciona todos los males del sistema porque tiene que haber partidas financieras suficientes. No podemos comprar jamón de jabugo a 6 euros, lo que podemos hacer es no tirar ni una pizquita de jamón.
-En el caso de Galicia, los sindicatos temen que la condición de estatutario desaparezca; los médicos, también y se quejan de que todos los objetivos están ligados exclusivamente al ahorro…
-La autonomía e independencia de los profesionales tiene que estar garantizada. Nunca puede ser una laboralización como han pretendido algunos. La opción de la gestión clínica en un servicio tiene que ser voluntaria y, si no optas por ella, tienes que trabajar en ese servicio. Las responsabilidades clínicas siempre son iguales, son una constante. No puede haber dos medicinas y lo único que hay que entender es que tienen que tener un servicio con unas garantías, se tienen que poner a pensar en los modelos más eficaces y más eficientes necesariamente.
“Hay tres partidas: medicamentos, pruebas y tiempos de bajas”
El representante de los médicos no cree que ninguna medida de ahorro se pueda materializar sin la implicación activa de los facultativos.
-¿Qué medidas veremos tomar al Gobierno en cuanto a sanidad en el futuro próximo?
-No tienen mucho margen de maniobra. Tienen que seguir reduciendo porque el plan de estabilidad del Gobierno establece que tenemos que bajar todavía de 6,1 a 5,3 de porcentaje de Producto Interior Bruto destinado a sanidad.
-¿Optarán por reducir el gasto de farmacia ¿Cree que se incidirá en el copago?
-El medicamento aún tiene margen. Se buscará el copago y probablemente la corresponsabilidad de los médicos. Es verdad que la gente puede demandar [medicamentos] , pero es verdad que yo me puedo poner a convencer de que algo no es provechoso.
-¿Se refiere a cambiar la forma de prescribir?
No, a ser conscientes de que el medicamento cuando no se necesita puede hacer daño. Y a trabajar y pensar en qué le puedo retirar a este paciente en vez de qué más va a necesitar porque le ha salido un proceso nuevo, pero para eso necesitamos tiempo. Para eso tiene que merecer la pena dedicárselo y ser yo responsable de mi propio tiempo.
-¿Cree que el Gobierno intentará reducir gasto farmacéutico convenciendo a los médicos de que prescriban menos?
-No creo porque no creo que le hagan caso. Creo que le harán caso si verdaderamente se instaura un modelo de gestión clínica o de lo esencial, así sí.
-¿Dónde cree entonces que se puede ahorrar?
-Los márgenes de ahorro no creo que sean muchos. En personal no se puede ahorrar más, hay zonas donde se está recortando en exceso. Hoy una lista de espera injustificada te genera un gasto más grave que te sale más caro. De dónde que hay que recortar es en aquello que no es necesario y eso lo tiene que decidir el profesional. Hay tres grandes partidas: medicamentos, pruebas diagnósticas y tiempos de bajas. No se trata de no firmar bajas. La baja, lo que el paciente necesite. Otra cosa es que a nosotros no nos importe si un señor con una gripe está tres días o 15. Tengo que molestarme y tengo que autorganizarme para hacer el control preciso porque me interesa a mí también, me van a medir por eso. No por ahorrar sino porque en el paquete global también cuenta. Esto es posible hacerlo, pero con la infrafinanciación del sistema no va a acabar. Solo con eso al 5,3 del PIB no vamos a llegar.