El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Dr. Juan José Rodríguez Sendín, ha denunciado los inconvenientes a los que han de enfrentarse médicos españoles dedicados a tareas humanitarias por la falta del desarrollo, tras nueve años de vigencia, del R.D. 519/2006 por el que se establece el Estatuto de los Cooperantes. Así lo expuso durante la presentación del Anuario 2014 de la Fundación de los Colegios de Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI)
Madrid, 26 de junio 2015 (medicosypacientes.com/S.P.)
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), el Dr. Juan José Rodríguez Sendín, ha denunciado los inconvenientes a los que han de enfrentarse médicos españoles dedicados a tareas humanitarias por la falta del desarrollo, tras nueve años de vigencia, del R.D. 519/2006 por el que se establece el Estatuto de los Cooperantes así como la Orden Ministerial relacionada AEC/163/2007.
“No hay regulación ni unificación en la concesión de permisos, muchas veces no se considera la experiencia de estos profesionales a la hora de la reserva de plazas, además de otros problemas relativos a la baremación de méritos y de bolsas de trabajo”. Estas son algunas de las consecuencias de esta situación destacadas por el Dr. Rodríguez Sendín durante la presentación del “Anuario 2014” de la Fundación de los Colegios Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI), celebrada ayer miércoles en la sede de la OMC en la que participaron, además, el vicepresidente de la corporación, Dr. Serafín Romero; el secretario general, Dr. Juan Manuel Garrote; y la directora técnica de la FCOMCI, Yolanda López.
El Dr. Rodríguez Sendín, también presidente de la FCOMCI, considera “inaudito que se elabore una normativa con el fin de proteger, estimular y garantizar en régimen de igualdad a nuestros profesionales cooperantes en relación a sus intereses en nuestro país o fuera del mismo, y todavía esté sin desarrollar dicho R.D. casi una década después”.
En este sentido, animó a la ciudadanía a “exigir con firmeza más seriedad que las leyes se desarrollen y en concreto la del cooperante”, ya que como explicó, “favorecer la participación de estos profesionales en intervenciones humanitarias no sólo les enriquece en formación y conocimientos a ellos sino también a todo el sistema sanitario”.
Según señaló el presidente de la OMC, en otro momento de su intervención, “la defensa de los sistemas nacionales de salud es la única manera de intentar distribuir riqueza para proteger la salud de sus ciudadanos”. Al respecto, le parece llamativo que “el mapa del sufrimiento en el mundo se identifique, prácticamente, con el mapa de la pobreza. Se trata -añadió- de un sufrimiento evitable, relacionado íntimamente con la pobreza, y que nos preocupa especialmente a los médicos y que, sin embargo, se puede modular con respuestas de carácter social”.
El Dr. Rodríguez Sendín hizo hincapié en uno de los principales objetivos de la FCOMCI como es “es profesionalizar a los médicos que se dedican a estas tareas de emergencia humanitaria. Muchos de estos profesionales se marchan a cualquier parte del mundo sin la seguridad que se requiere en algunos de estos lugares a los cuales hay que dotarles de las garantías precisas, además de buena información y formacíón, además de ofrecerles afecto”.
Asimismo, abogó por promocionar desde la FCOMCI los valores que acompañan a los profesionales que se dedican a este tipo de tareas entre los propios estudiantes de Medicina, “como primer cimiento y trasladárselos a los que serán nuestros sucesores en el futuro”. En este sentido, como recordó el Dr. Rodríguez Sendín, ya se han empezado a dar los primeros pasos con la firma de acuerdos como por el ejemplo el establecido con la Universidad Autónoma de Madrid, expresando, en este sentido, su deseo, de que este tipo de colaboración se extienda al resto de Universidades.
Por su parte, el vicepresidente de la OMC, el Dr. Serafín Romero, incidió en otra de las labores en las que la FCOMCI está volcada en estos momentos como es en la de la mejora de la cualificación del registro de médicos cooperantes, puesto en marcha con el objetivo de conocer, por un lado, la realidad de los profesionales médicos que estén trabajando en proyectos de cooperación, y, por otro, establecer una herramienta de trabajo entre el profesional médico y las organizaciones e instituciones nacionales e internacionales que trabajan en el ámbito de la cooperación internacional y la ayuda humanitaria.
Como explicó el Dr. Romero, al respecto “la función básica de este registro no nace con la función de ordenar, de contabilizar los profesionales” sino que, como indicó, “se ha creado con la finalidad de prestar servicio a la sociedad, además de estar enfocado para que aquellas organizaciones que, en un momento determinado, necesiten disponer de un perfil de profesional determinado sepan que pueden acudir a la FCOMCI para obtener la información precisa”.
Y es que como recordó, por su parte, el secretario general, el Dr. Juan Manuel Garrote, desde la FCOMCI se trabaja, desde su puesta en marcha hace cuatro años, “para dar respuesta a las necesidades de los profesionales que prestan ayuda humanitaria sea cual sea la naturaleza de su intervención”.
El Dr. Garrote remarcó la importancia de que no se puede hacer ayuda humanitaria de cualquier manera, distinguiendo distintas formas de prestar este tipo de ayuda por parte de los profesionales.
En la ejecución de las tareas que requiere este tipo de actividades distinguió dos perfiles, en función de una serie de características: Por un lado el cooperante, cuya figura se regula a través del Real Decreto 519/2006, por el que se establece el Estatuto de los Cooperantes, donde se define al cooperante como aquella persona que cuenta con una adecuada formación o titulación académica oficial, una probada experiencia profesional y tiene encomendada la ejecución de un determinado proyecto o programa en el marco de la cooperación para el desarrollo. Este profesional suele estar contratado laboralmente por una entidad pública o privada promotora de la cooperación.
Otro tipo de perfil es del voluntario que no suele disponer de vínculo laboral, sino de algún tipo de convenio de colaboración. “En muchas ocasiones -expuso el secretario general de la OMC- los médicos voluntarios, creen que solamente sus buenos propósitos son suficientes para salir a realizar ayuda humanitaria, y cuando tienen algún problema en los países de destino es cuando se dan cuenta de que deberían haber preparado este viaje. El certificado de idoneidad, o el seguro de responsabilidad civil son mínimos requisitos que el médico debería poseer para realizar este tipo de todas”.
El Dr. Garrote incidió en la importancia de distinguir entre estos perfiles, aunque como destacó, “la FCOMCI trabaja dando servicio a ambos tipos de profesionales y les asesora en los requisitos que deben cumplir para que su loable actividad este protegida legalmente”.
Precisamente, como indicó, en el anuario 2014 que hemos presentado se incluyen ejemplos de estos perfiles, así como iniciativas llevadas a cabo por la comunidad médica y de apoyo a otros profesionales médicos locales dedicados a la atención sanitaria en condiciones y contextos extremadamente complejos.
Todo ello enmarcado, como añadió, por su parte, la directora técnica de la FCOMCI, Yolanda López, en el sector de la cooperación internacional, la intervención en emergencias humanitarias y proyectos sociales en España. En este sentido, según López, toda la labor realizada tanto por la Fundación de los Colegios de Médicos para la Cooperación Internacional (FCOMCI) y de los Colegios de Médicos, plasmada en el Anuario 2014, “está relacionada con el fortalecimiento de los sistemas públicos de salud locales, la mejora de la asistencia sanitaria, así como con el apoyo a proyectos de construcción, de mejora de infraestructuras e instalaciones de salud en los países con los que se trabajan”.
Según indicó, en otro momento de su intervención, el 70 por ciento de los Colegios de Médicos participan en programas e iniciativas de cooperación para el desarrollo para lo que cuentan con la FCOMCI que trabaja estrechamente con estas entidades, se unifican esfuerzos, se realiza una labor de asesoramiento. Y es que como recordó esta Fundación se creó a partir de la necesidad creciente de dar respuesta a las demandas detectadas por parte de los profesionales médicos que cada vez intervienen más y se profesionalizan en el sector de la ayuda humanitaria. Actualmente, añadió, “la FCOMCI está muy centrada en trabajar en la defensa del derecho a la salud, cumpliendo el Código de Deontología Médica más allá de nuestras fronteras, y en colaboración con profesionales médicos que desarrollan su tarea en situaciones complejas y con recursos limitados”.