Una representación de la Asociación de Víctimas de la Talidomida (Avite) fue recibida ayer por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, Roma, en un encuentro donde le solicitaron que interceda por ellos ante el Gobierno de España para gestionar las ayudas oficiales, ya que, según la asociación, no atiende sus reivindicaciones
Madrid, 25 de junio de 2015 (medicosypacientes.com/Agencias)
Representantes de la Asociación de Víctimas de la Talidomida de España (AVITE), fueron recibidas ayer por Papa Francisco en El Vaticano, en un encuentro que congregó a un centenar de afectados en la Plaza de San Pedro.
Durante el acto, el presidente de AVITE José Riquelme López, y el vicepresidente Rafael Basterrechea, entregaron al Santo Padre, dos cartas con peticiones concretas en beneficio de los afectados españoles y europeos; así como también pruebas documentales en español e italiano, sobre el pasado de la Talidomida en Europa y España.
En la carta de los afectados españoles solicitan al Papa que intercedan por ellos ante el gobierno “pues llevamos 59 años de ocultación y silencio, sin que nadie nos ayude”, para que les gestionen ayudas oficiales a los afectados de Talidomida.
En España hay cerca de 1000 afectados y según exponen los afectados en la carta entregada al Papa “somos el único país en el mundo que queda en esta situación. Nunca hemos conseguido ninguna ayuda, hay víctimas sobreviviendo de la mendicidad, y los familiares que hasta ahora cuidaban a estos enfermos, están muriendo, quedando totalmente abandonados a su suerte”.
En cuanto a la carta dirigida al Parlamento Europeo piden que les ayude de la mejor manera posible, “nacimos sin brazos y sin piernas 20.000 bebes repartidos por todo el mundo y quedamos supervivientes en el mundo apenas 7.000”
Tanto los españoles, como otros supervivientes de la Talidomida en la Unión Europea, necesitan ayuda urgente para garantizar que finalmente se cubrirán sus costos de salud y de vida independiente, después de más de 50 años con apenas ayudas e incluso ninguna (como es el caso de España), exponen los afectados en la carta.
El costo del retraso en las ayudas se mide en la pérdida de la dignidad, deteriorando significativamente la salud, el dolor diario en curso y el sufrimiento de las víctimas y sus familias. No se mide simplemente en Euros. Si bien puede haber unos problemas legales, esto es universalmente reconocido como un asunto político, recalcan en su carta.
En este, sentido solicitaron al Papa Francisco “añadir su voz a la de la UE para pedir al Gobierno alemán a asumir la responsabilidad por su contribución a la catástrofe de la Talidomida.”
La recepción de Francisco a los representantes de Avite se produce después de que el Tribunal Supremo se reuniera a puerta cerrada para sentenciar el caso de la talidomida en España, que ha pasado ya por varias instancias judiciales y que ahora espera su veredicto final.
Este fallo judicial, recordó el presidente de AVITE, Riquelme, condenará o no a la farmacéutica Grünenthal a indemnizar a los afectados españoles por la talidomida, un medicamento comercializado en los años 50 y 60 para combatir las náuseas propias del embarazo, que dejó malformaciones en centenares de fetos.
Pero al margen de esta sentencia, que se dirige únicamente a una farmacéutica, los afectados demandan al Gobierno de España pensiones vitalicias como las que cobran los enfermos de otros países afectados por el mismo medicamento.
La sentencia del Supremo responde a otra del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que tumbó lo dictaminado por el Juzgado de Primera Instancia número 90 de Madrid en noviembre de 2013, cuando dicho juzgado obligó a Grünenthal a indemnizar a los afectados españoles por la talidomida.