Alrededor de un centenar de médicos y enfermeros que participan en las tareas de lucha contra el brote de ébola en el este de República Democrática del Congo (RDC) convocaron una manifestación en la localidad de Butembo, uno de los epicentros del brote, para exigir seguridad y advierten de que irán a la huelga en caso contrario
La movilización se produce tras los últimos ataques perpetrados por grupos armados contra centros de tratamiento, a consecuencia de los cuales murió un médico camerunés que trabajaba como experto para la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un ataque ejecutado precisamente en esta localidad, concretamente contra la clínica universitaria de la Universidad Católica de Graben.
El doctor Kalima Nzanzu, uno de los organizadores de la protesta, leyó un comunicado una vez finalizada la marcha en el que ha denunciado que la seguridad de los trabajadores sanitarios “no está garantizada”.
“La población se vuelve contra nosotros, enfermeros y médicos, y nos acusa de difundir el ébola para matar a la gente. Tenemos que decir que no estamos aquí para matar. Los enfermeros y médicos no matan, salvan vidas”, indicó
Subrayó que “la población debe saber que el ébola existe y que todos somos víctimas”. “Entre las personas víctimas del ébola hay un diez por ciento que son trabajadores médicos y sus familiares”. Por ello, Nzanzu avanzó que los trabajadores sanitarios dan a las autoridades “una semana” para garantizar su seguridad. “Si no es así, declararemos una huelga total en la primera semana de mayo”, ha remachado.
En respuesta, el alcalde de Butembo, Sylvain Kanyamanda, ha reconocido que la situación de los trabajadores sanitarios es “lamentable”. “A pesar de que queréis salvar vidas os veis amenazados y os matan”, lamentó. “Garantizamos que estamos decididos a garantizar la seguridad de las personas que son parte de la respuesta (contra el virus)”, ha dicho, antes de pedir a los médicos y enfermeros que “no abandonen su misión”. “Dadnos una oportunidad más, una posibilidad de mejorar las estrategias para garantizar la seguridad”, ha apuntado Kanyamanda, según ha informado el portal local de noticias Actualité.
El Ministerio de Sanidad detalló en su último informe, publicado el martes, que 880 personas han muerto a causa del ébola, con un total de 1.353 casos –de ellos 1.287 confirmados y 66 probables–. Asimismo, confirmó trece nuevos casos y seis muertos en las 24 horas previas.
La OMS descartó el 12 de abril declarar una emergencia sanitaria internacional por el brote, a pesar del incremento en el número de casos en las últimas semanas. El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló que, sin embargo, esta decisión “no supone un cambio” en el compromiso y la capacidad de la OMS para luchar contra el brote.
El Ministerio de Sanidad congoleño confirmó a finales de marzo nuevos casos de ébola en las localidades de Beni y Oicha, en las que las autoridades dieron por controlado el brote durante el mes de febrero.
Las noticias sobre la reactivación del brote en Beni y Oicha llegaron una semana después de que las autoridades confirmaran el primer caso de ébola en la ciudad de Bunia, en la que residen cerca de un millón de personas.