En los últimos años se ha producido un aumento de la población infantil que, junto a la escasez de pediatras, ha situado a estos profesionales en una posición difícil a la hora de prestar asistencia. En este contexto, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ha presentado, en la sede de la OMC, un estudio a nivel nacional que, bajo el título ?La Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria: situación actual y perspectivas de futuro?, ahonda en el estado real de la profesión, y propone una serie de medida para mejorar sus condiciones
Madrid, 16 de abril 2009 (medicosypacientes.com)
Diversos factores entre los que se encuentra el crecimiento de la población, y el incremento de las tasas de natalidad han disparado la demanda de atención médica pediátrica en los últimos años. Sin embargo, la cifra de facultativos dedicados a estas tareas no sigue el mismo ritmo que la demanda asistencial, lo que sitúa a los profesionales que se dedican a ella en una posición difícil a la hora de afrontar su labor.
Bajo este contexto, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) decidió llevar a cabo un Estudio a nivel nacional sobre ?La Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria: situación actual y perspectivas de futuro?, con la colaboración de la Consultoria DEP, con el objetivo de ?describir el estado actual de la profesión, conocer el estado de opinión ante esta realidad, las percepciones y expectativas de los profesionales de la pediatría, y ahondar en las propuestas de resolución?, tal como ha explicado José Luis Bonal, presidente de dicha Sociedad Científica, durante la presentación de los resultados del trabajo a los medios de comunicación
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(De izq. a dcha.), los doctores Josep Lluís
Segú y Jose Luis Bonal.
El estudio parte de la progresiva feminización del colectivo de pediatras (59,6 por ciento frente al 40,4 por ciento de hombres) y del envejecimiento del mismo, siendo la media de edad de la población ocupada de 50 años, y el grupo de edad más numeroso corresponde al de pediatras de 46 a 55 años?.
Como dato positivo, según los responsables del estudio, el 93,8 por ciento de los pediatras encuestados se encuentra en situación de ocupación. La población ocupada menor de 51 años representa el 55,3 por ciento de los encuestados, un porcentaje menor al de la mayoría de especialidades médicas. Por último, el 76,4 por ciento de los encuestados tiene una plaza fija o contrato indefinido y el 11,8 por ciento es interino.
Cupos sobredimensionados
Un dato en el que se ha detenido la SEPEAP a la hora de exponer las conclusiones de este trabajo es la sobredimensión de los cupos asignados a estos profesionales. Así, el 80 por ciento de las comunidades autónomas sobrepasarían la cantidad óptima estimada en torno a las 800 cartillas. Ello significa, según ha explicado el doctor Segú, que «el 46 por ciento de los pediatras supera las 30 consultas al día, cuando lo recomendable es no sobrepasar las 20».
En realidad, los pediatras encuestados atienden una media de 32 pacientes al día, pero en muchos casos pueden estar viendo hasta 70 al día (como en Andalucía), y dedican en promedio 9,4 minutos por paciente, mientras que lo óptimo sería 12,7 minutos por cada niño o adolescente.
Ello justifica, en parte, que el pediatra tenga que dedicar el 73,5 por ciento de la jornada laboral a la atención directa y a demanda del paciente. Mientras que sólo le queda el 10 por ciento de su tiempo para ocuparse de la pediatría social, y promoción de la salud, y entre el 6 y el 5 por ciento a cada una de las tareas restantes (formación propia, investigación y docencia). Así, como se ha expuesto, ?la atención directa al paciente es la única área en qué se dedica más tiempo del considerado adecuado, mientras que para el resto de tareas el tiempo invertido se valora como inferior al que sería óptimo. El mayor desajuste entre expectativas y realidad se produce en relación a las tareas de formación propia y docencia e investigación?, tal como ha indicado el doctor Segú.
En definitiva, y en opinión de la mitad de los encuestados, «el elevado volumen de trabajo es actualmente el principal obstáculo que impide el cumplimiento de las expectativas profesionales. La falta de recursos, principalmente derivada de la falta de pediatras, también está teniendo un importante impacto negativo».
Propuestas de resolución
Tras las conclusiones de este estudio, desde la SEPEAP se han hecho públicas una serie de medidas a los problemas detectados en este Estudio:
Con respecto a la falta de pediatras en AP, se propone un aumento de la bolsa de pediatras en AP, mediante la mejora de las condiciones laborales y el aumento de los facultativos: participación de los pediatras de hospital; ampliar número de residentes; y mantener en activo los pediatras de más de 65 años.
Respecto al problema de la inversión inadecuada del tiempo del pediatra, se propone una optimización del tiempo de los pediatras, lo que supondría: reorganizar los equipos de Atención Primaria; aumentar la dotación de enfermeras de pediatría; redefinir funciones; ajustar la cartera de servicios; racionalización de las actividades preventivas; y la reducción de la atención de urgencia.
Otro de los problemas en los que se ha hecho hincapié al tiempo que se han propuesto algunas soluciones es el relativo a la hiperfrecuentación de la población a este tipo de consultas. Ante el hecho, el presidente de la SEPEAP ha hecho un llamamiento al uso racional de los servicios y en cuanto al establecimiento de límites de visitas innecesarias. Para ello, «es preciso la educación sanitaria de la población y el replanteamiento de ciertas medidas como el copago».
Incorporación de médicos extranjeros
Desde la SEPEAP si bien no se está en desacuerdo con la incorporación de pediatras extranjeros a las plantillas donde sea preciso, tal como ha demandado su presidente, el doctor Bonal, es preciso cuidar y controlar «la cualificación precisa para ejercer esta especialidad». Como ha recordado este profesional, «por desgracia, la formación en Pediatría a nivel internacional no es homogénea, el nivel de formación varía de unos países a otros, y eso se debería tener en cuenta». Asimismo, considera lamentable que haya médicos extranjeros que adquieran en España un grado de formación óptimo y después abandonen el país para marcharse a otros donde se paga mejor.
Finalmente, se ha referido a los problemas idiomáticos de estos profesionales. «El que venga a ejercer a España debe poseer el suficiente nivel de español», como ha reclamado el doctor Bonal. No en vano, según ha comentado, «se ha dado el caso de tener a pediatras extranjeros con traductores simultáneos por desconocimiento del idioma, con las correspondientes consecuencias, entre ellas la económica».