En el presente artículo de opinión, el Dr. Manuel Gómez Benito, presidente del Colegio de Médicos de Salamanca, reflexiona sobre esta frase habitual en nuestras vidas y sus consecuencias
Madrid, 14 de enero 2011 (medicosypacientes.com)
Artículo de opinión del Dr. Manuel Gómez Benito, presidente del Colegio de Médicos de Salamanca.
Consulte al farmacéutico
Por desgracia esta frase ya es habitual en nuestras vidas, pero me resisto a no comentarla en lo que creo que son sus justos términos, sobre todo después del artículo que D. Antonio Burgos publicaba en el diario ABC el pasado día 12. Mi comentario quiero basarlo en estos conceptos: Médico, Farmacéutico, Asistencia Farmacéutica, Industria Farmacéutica, Agencia Española del Medicamento, Ministerio de Sanidad, etc.
Hablamos de medicamentos sin receta, ¿por qué?; de la píldora abortiva del día después, ¿por qué?; del diagnóstico y tratamiento por líderes doctores sin ver al enfermo, ¿por qué?
Se aconseja leer las instrucciones del medicamento, tal vez sin haberlas entendido o malinterpretarlas, ¿para qué?
Los farmacéuticos propugnan una asistencia farmacéutica bien intencionada con cursos de formación continua que reciben de sus colegios, siendo prácticamente imposible de realizar por lo general. No hay recursos materiales ni humanos en muchas farmacias para llevarla a cabo.
El ciudadano quiere servirse de un medicamento de manera cómoda y rápida; inducido por la facilidad que le supone no tener que llevar la receta de prescripción del médico, esto a su vez por el contrario puede suponer un problema para el farmacéutico, que solventa con su responsabilidad profesional al negarse a dispensar medicamentos que se le solicitan y para los que es obligatoria una receta.
Volviendo al anuncio de televisión. Aquí entrarían las instrucciones que el profesional pudiera argumentar acerca del hecho que se produce. Piensen en las dificultades para instruir en el caso de una joven a las seis de la mañana, por una ventanilla que está en comunicación con el interior de la farmacia y en las condiciones de fatiga de la joven, si va a poder escuchar una ?arenga? sobre los inconvenientes de la medicación hormonal a grandes dosis. ¡Coge la píldora y corre!, piensa la progresista joven.
En otras condiciones, la información previa ya lo creo que se intenta por parte del farmacéutico cumpliendo con su deber y con el deseo del desarrollo de su profesión integral para lo que se preparan, de dispensar medicamentos sin posibilidad de consulta previa en muchos casos. Esto ya supone el usuario, que lo hace el anuncio de la todopoderosa televisión.
¿Cómo sale al mercado un medicamento autorizado, sin receta?
La industria farmacéutica, la Agencia Española del Medicamento y el propio farmacéutico le sabrán responder.
Y a todo esto, ¿dónde ha quedado el médico? Pues en su consulta, con las justas condiciones para que sea eso, una consulta reservada, con la puerta cerrada, y poco tiempo, eso sí, sobre todo en atención primaria. Pero al menos haciendo medicina, asistencia médica. Por tanto, ¿qué va a opinar de esto? Ya lo ha analizado la Organización Médica Colegial (OMC) con el Consejo General de Farmacéuticos junto con otros asuntos sin el resultado deseado por todos.
Y es que el médico, la figura del médico queda relegada porque esto es una compra-venta de un producto autorizado en la forma y en el fondo por quienes están en un negocio legal, donde se mueve mucho dinero. Y hoy por hoy esto es irrebatible. A las pruebas me remito.
Manuel Gómez Benito
Presidente del Colegio de Médicos de Salamanca