El Grupo Oncológico para el Tratamiento y Estudio de Linfomas (GOTEL) ha reclamado la creación de un Plan Nacional de Linfomas que permita mejorar el porcentaje de diagnósticos en fases tempranas, así como la formación específica de nuevos profesionales
El aumento de la esperanza de vida de vida de los españoles hace que los especialistas prevean un aumento significativo de los linfomas a lo largo de las próximas décadas, de ahí la necesidad “de implementar estrategias coordinadas cuanto antes”, según se destacó desde GOTEL.
De los dos grandes grupos de linfomas, el ‘No Hodgkin’ representa el 85 por ciento del total y cada año se diagnostican en España más de 6.100 nuevos casos. La incidencia del ‘linfoma de Hodgkin’ es 1.100 casos, una media que “se encuentra en la franja media-alta respecto a Europa y el resto del mundo y que se ha incrementado en los últimos años”, según expuso el doctor Luis de la Cruz, especialista del Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla,
Esta enfermedad se enfrenta a nuevos desafíos como la complejidad en atención y tratamiento de cerca de 60 tipos diferentes de linfoma catalogados, a lo que se suma la llegada de nuevas drogas y de la terapia inmunitaria.
GOTEL también advierte de la escasez de profesionales con formación específica ya que “la complejidad y la elevada formación que requiere frena la llegada de nuevos oncólogos en este campo; cada vez hay menos especialistas en linfomas, por lo que es necesario intervenir y promover el acceso al conocimiento”, aseguró el presidente de GOTEL, Dr. Mariano Provencio.
En este sentido, GOTEL trabaja en la actualidad en una red de ‘centros de excelencia’ para el tratamiento y estudio de linfomas que contribuyan a vehicular y organizar estudios clínicos y de tratamiento de esta patología.
Diagnóstico erróneo
Los especialistas insisten en mejorar el diagnóstico precoz y diferencial ya que cerca del 60 por ciento de los pacientes sufre un diagnóstico erróneo previo.
“El problema es que los síntomas de un linfoma son similares a cualquier enfermedad vírica, como alteración de la zona ganglionar y fiebre, por lo que muchas veces se confunde el diagnóstico y todo se retrasa”, ha subrayado el doctor Provencio.
Es esencial un abordaje multidisciplinar, abogan desde GOTEL, y “crear estrategias coordinadas y guías clínicas comunes para que el médico de cabecera, el otorrino o el cirujano, puedan tener sospechas cuando se trata de un linfoma”.
El doctor Luis de la Cruz considera importante impulsar la investigación traslacional. “Junto al trabajo multidisciplinar debería ser uno de los pilares del futuro en el desarrollo asistencial e investigacional de los síndromes linfoproliferativos y de la Oncología en general”,según señaló.