Los hogares españoles destinan una media de 1.378 euros al año a gastos sanitarios, según se desprende de un estudio llevado a cabo por OCU, lo que supone un 14% del presupuesto familiar medio. Los resultados del estudio se publican en la revista OCU salud del mes de octubre
Madrid, 1 de octubre de 2015 (medicosypacientes.com)
OCU ha realizado una encuesta a 1.200 personas sobre el dinero que dedican a gastos sanitarios, no cubiertos por la sanidad pública y el impacto que tienen estos en sus hogares. La muestra es representativa de la población española según edad, sexo, nivel educativo y lugar de residencia.
Las familias, según OCU, destinan de media casi la mitad de sus gastos sanitarios a los cuidados dentales (614 ). Le siguen los cuidados oftalmológicos (197 ) y los medicamentos (167 ). A continuación se encuentran los gastos destinados a la rehabilitación y fisioterapia (90 ) y el gasto en enfermedades crónicas (86 ). Los capítulos en los que menos nos gastamos de media son la atención psiquiátrica y psicológica (39 ) el embarazo y el parto (35 ) los cuidados auditivos (31) y la ortopedia.
OCU recuerda que en el estudio se tienen en cuenta los gastos no cubiertos por algún tipo de cobertura, ya sea la proporcionada por la sanidad pública o por algún tipo de seguro médico privado. Un 19% de las familias tiene contratado un seguro médico complementario. El gasto medio por hogar en esta materia es de 1.121 euros al año.
La evolución del gasto sanitario ha sido dispar. Comparando los datos con un estudio similar realizado por OCU en 2010, la partida que más crece ( 58%) es la del gasto destinado a medicamentos. Este incremento está motivado, a juicio de OCU, por dos factores principales: el aumento del copago farmacéutico por los recortes aplicados en los últimos años y la medicalización de la vida cotidiana que estamos viviendo últimamente
Los gastos en rehabilitación y fisioterapia han subido un 45% y los relacionados con los cuidados auditivos un 29%. Otros gastos sanitarios han descendido en comparación con el último estudio. El gasto destinado por las familias a tratar enfermedades crónicas se ha reducido en un 9%, el destinado a los cuidados oftalmológicos un 19% y un 25% el de ortopedia.
OCU denuncia que muchas familias se ven obligadas a renunciar o a posponer un tratamiento médico por sus dificultades económicas. Un 34% de los encuestados ha dejado el tratamiento que estaba siguiendo para más adelante y un 13% lo abandonó definitiva por carecer de recursos para poder pagarlo. Por especialidades, los retrasos o abandonos se correspondían en un 41% con la atención dental, un 24% con la oftalmológica y un 19% con la fisioterapia.
Y es que los datos de la encuesta de OCU reflejan que los gastos sanitarios no afectan por igual a todas las familias. De media suponen un 14% del gasto familiar, pero para las familias con ingresos mensuales por debajo de 1.000? el impacto del gasto sanitario se dobla, llegando a alcanzar el 28% de su presupuesto familiar. De hecho para el 30% de las familias encuestadas resultó difícil o muy difícil afrontar los gastos médicos.
Una de las opciones que les queda a los usuarios es pedir un préstamo para financiar cualquiera de los tratamientos no cubiertos por la sanidad pública. Un 15% de los encuestados reconoce que ha solicitado al menos un vez un crédito para financiar estos tratamientos.
Para OCU es necesario ampliar la cartera de prestaciones. En especial para aquellas familias con menores ingresos a las que les resulta mucho más difícil hacer frente a los gastos sanitarios. Sobre todo porque las privaciones traen consecuencias, retrasar o abandonar los tratamientos tuvo consecuencias para un 21% de los encuestados que tuvo un problema de salud serio.
OCU cree que la vía para ampliar las prestaciones, sobre todo en materia bucodental, ha de venir de la aplicación de medidas de racionalización del gasto sanitario, como la financiación selectiva de tratamientos basados en criterios de coste efectividad o una mayor transparencia en la rendición de cuentas de los gastos hospitalarios, permitiría ahorros importantes que posibilitarían la ampliación de prestaciones.